Cuatro jornadas para buscar una segunda vuelta tranquila

El pasado 19 de noviembre, el Covirán Granada soltó de una vez por todas la pesada mochila de las excesivas e injustas derrotas que cargaba a sus espaldas. Apenas 20 días han pasado desde que los rojinegros vencieron en el Palacio a MoraBanc Andorra. Casi tres semanas entre verse al borde de un indeseado precipicio y poder respirar con algo más de tranquilidad al comprobar que el trabajo de todo este tiempo al fin ha dado resultados. En este tiempo, las victorias ante Andorra, Obradoiro y Palencia permiten a los granadinos mirar hacia el futuro más próximo con optimismo y ambición.

En el horizonte, tres encuentros lejos de casa ante Unicaja, Valencia y Breogán, este último cerrará la primera vuelta, y el último partido del año en el pabellón del Zaidín ante Lenovo Tenerife. Cuatro jornadas para cerrar la primera mitad de la competición de las que, como mínimo, el Covirán Granada debe tratar por todos los medios posibles sacar al menos dos victorias. Encarar la segunda vuelta con un balance de 6-10 podría darle a los de Pablo Pin un prisma diferente en su lucha por la permanencia, sobre todo, teniendo en cuenta que la salida del pozo de Zunder Palencia es prácticamente imposible.

El calendario "perjudica" en parte al Covirán Granada con un frenético final de año, pero le "ayuda" en cierta medida por los encuentros programados de sus rivales directos por la salvación. Palencia tiene algo de suerte al afrontar tres de sus cuatro próximos partidos en casa, pero lo harán ante un Zaragoza con la moral por las nubes tras ganas al Barcelona, Bilbao y Unicaja para cerrar la primera vuelta. Entre medias, tocará visitar el Buesa Arena para enfrentarse a Baskonia en la Jornada 15 de la ACB. Si no sucede un milagro, los palentinos deberían cerrar la primera mitad del curso con un 1-16 en su casillero.

Breogán, con un 4-9 de balance y empatado con Covirán Granada, también puede presumir de no tener que moverse en exceso del Pazo dos Deportes. UCAM Murcia, Obradoiro y el propio conjunto rojinegro visitarán tierras gallegas, lugar en el que ha conseguido dos de sus cuatro victorias. A priori, el duelo ante los murcianos sería el más susceptible de perder para Breogán. Antes de medirse a los granadinos, los de Veljko Mrsic visitarán el Gran Canaria Arena, pabellón en el que equipos como Covirán o Palencia ya saben lo que es sufrir la tempestad canaria.

MoraBanc Andorra, con el mismo balance que los gallegos, sí afrontará un calendario algo más "normal" al tener dos partidos como local y dos como visitante. En semanas alternas, comenzará con Valencia en la Fonteta, seguido de Gran Canaria en casa, visitará a Zaragoza y comenzará el año recibiendo a UCAM Murcia. Los antecedentes dicen que los del Principado deberían perder, casi con seguridad, los duelos antes taronjas y canarios, aunque quizás este es uno de los rivales por la permanencia más imprevisibles.

Aunque, para impredecible e inexplicable, Casademont Zaragoza. Los maños vienen de vencer al Barcelona en el Príncipe Felipe con una canasta magistral de Trae Bell-Haynes. Mismo equipo que cayó ante Breogán dos semanas antes o que firmó un desastroso partido en el Palacio de Deportes de Granada. Su falta de continuidad los convierte en un rival peligro y asequible a partes iguales. En su horizonte se presentan dos duelos directos por la permanencia ante Palencia y Andorra, la visita a Tenerife y Girona en tierras mañas para cerrar la primera vuelta. Todo puede pasar con los de Porfi Fisac. Lo que no cabe duda es que, si cumple con al menos dos de los cuatro encuentros que restan, se colocará en una situación muy favorable de cara a la salvación.

Las próximas semanas pueden ser determinantes. El Covirán Granada tiene que seguir con la dinámica ascendente del último mes y luchar por sumar, como mínimo, dos triunfos. Uno de ellos es obligatorio contra Breogán, el segundo a ser posible tiene que ser como local en el duelo ante Lenovo Tenerife. Si la sorpresa cae en Málaga o Valencia, los rojinegros podrán mirar a la segunda vuelta con cierta tranquilidad y, por qué no, con más aspiraciones que la permanencia.