David Trueba vuelve a Granada de la mano de Andrés Neuman
El escritor y cineasta protagonizó ayer una de las actividades centrales de la 34 Feria del Libro
Ayer se celebraba en el Espacio Central Puerta Real de la Feria del Libro de Granada uno de los encuentros más esperados del programa: la conversación entre Andrés Neuman y David Trueba. Este en calidad de cineasta y literato, aquel en calidad de viejo amigo. Fueron muchos los oyentes que se quedaron fuera del acto, y muchos también los que escuchaban en pie desde la puerta. Trueba, con la calidez y la naturalidad quelo caracterizan, dialogaba con Neuman sin tapujos, recorriendo no solo sus obras, comenzando por su último libro, 'Blitz', y realizando un amplio recorrido por los libros y las películas; sino también multitud de anécdotas y opiniones de lo más íntimas. Conversaba el director también con el público y bromeaba con él convencido de que "la palabra público acabará siendo considerada de mal gusto, como la palabra masa: un día alguien se levantará entre el público para declararse ofendido por no ser considerado como individuo".
La conversación de los dos artistas ha estado vertebrada por el concepto de cultura y el componente humanista que debería llevar implícito. Y es que para él, la cultura " no es más que la maravillosa coincidencia de un interés concreto, que puede tener muy diversos orígenes, por una misma actividad". Además, afirmaba amar a las personas, pero rechazaba en cambio ese término ambiguo y desgastado que es la humanidad: " La gente que dice amar a la humanidad siempre pisotea las personas que tiene alrededor".
De origen humilde y presente crítico, Trueba no ha ocultadonunca su postura ideológica, y su discurso está impregnado de sus convicciones. Ayer hacía reír a su público afirmando que "ser rico no significa necesariamente ser un hijo de puta. Solo nos faltaba que empujáramos a los que tienen dinero a ser de derechas".
De la mano de Andrés Neuman y en un ambiente desenfadado, Trueba fue dejándose descubrir por su público, atreviéndose en última instancia a confesar sus obras predilectas de entre toda su producción artística. En cuanto a novelas, se decantó por la primera, 'Abierto toda la noche'. Respecto a sus películas, fue incapaz de decidirse por una sola y finalmente fueron dos las elegidas: 'El sillón de Fernando' y 'Madrid 1987'