David Valero sitúa a Baza en el mapa mundial con su rendimiento en MTB

David Valero sigue escribiendo su propia historia. El ciclista, tras alcanzar durante los pasados Juegos Olímpicos de Tokio una histórica medalla de bronce, sigue su particular ascenso meteórico en la clasificación general. Recientemente establecido en la sexta posición mundial, deja destellos de su calidad en cada campeonato al que acude. Esta temporada, a falta de dos meses infernales de carreras, ya suma un segundo puesto en el Mundial celebrado en Andorra. Mientras, a nivel nacional demuestra que no tiene rival. El pasado 24 de julio se proclamó, por séptima vez, campeón de España.

Ya no sorprende ver al ciclista bastetano en lo alto de cada podio. Sea como primero, segundo o tercero, demuestra una habilidad y una facilidad para competir que no deja indiferente a nadie. Con cara de persona campechana, cuando ves a este tipo de 1,89 metros subido a su bicicleta sabes que va a pasar algo. En Tokio, el año pasado, dejó boquiabiertos tanto a corredores como a los propios espectadores por la espectacular remontada que protagonizó. Eso fue tan solo un avance de lo que es capaz de hacer.

En la actualidad, en lo que va de 2022, sigue demostrando que no fue un sueño lo ocurrido y ya dejó su huella en el pasado Campeonato del Mundo disputado en Andorra. En la prueba, marcada por la altitud y el calor de la zona, sacó a relucir kilómetros 'granaínos'. "Es cierto que estábamos 1.800 metros por encima del nivel del mar, pero la realidad es que en nuestra tierra contamos con picos que simulan esa altura. No solo en Sierra Nevada, donde las instalaciones son fantásticas, sino también en la Sierra de Baza. Llevar a cabo la preparación en esta zona hace que luego aclimatarse sea más sencillo", reconoce David Valero, quien añade que "hizo mucho sol y calor", pero viendo lo que hay allí abajo provocó "unas condiciones perfectas" para él.

El deportista no desaprovecha sus últimos días en España, donde coge aire junto a su familia, y el pasado fin de semana volvió a ocupar el primer escalón del podio en el campeonato nacional. En la carrera celebrada en Candelada (Ávila), mostró que en la modalidad Mountain Bike no tiene rival ahora mismo. Ni una mala salida impidió ocupar el cetro español por séptima ocasión.

Duro calendario

A lo largo del año, los compromisos deportivos hacen que David Valero pueda estar en casa seis meses. Es decir, medio año compitiendo y el otro medio junto a los suyos. Un tiempo que le sabe a poco, ya que es una persona familiar y casera. Aunque todos son conscientes de que "es lo que hay" y se mentalizan para ello. Durante el mes de agosto y hasta el día 4 de septiembre, David Valero tendrá viajes y compromisos con los que cerrará la temporada. "Hay una gira muy grande en América, los campeonatos del mundo de Andorra y Suiza, el nacional... Son fechas muy intensas, pero que merecerán la pena", comenta el ciclista. "Vamos con el cuerpo hecho, con ganas y expectantes de lo que queda aún por competir", asegura el medallista olímpico.

Sin embargo, este final de temporada será distinto para David Valero. El ciclista bastetano, y el pueblo de Baza, volverán a disfrutar de la festividad del Cascamorras el próximo 6 de septiembre, apenas dos días después de la última carrera. Un viaje que acabará al lado de su hijo para "inculcarle la historia y la cultura del pueblo" en una fiesta que llevaba sin celebrarse desde 2019 y que David Valero lleva dentro de él. "Querría pintarlo en un día que será especial para todo el mundo", cuenta el ciclista.

Exponente de Baza

"El Ayuntamiento de Baza se ha volcado con el ciclismo y nos ha permitido a mí y a la escuela 'David Valero' poder ofrecer a los niños la posibilidad de aprender de este maravilloso deporte", resalta el ciclista. "A nivel mundial ya la gente nos conoce, nos ubica a nosotros y a la provincia de Granada. Eso es un orgullo. Damos a conocer a nuestro pueblo, que no deja de ser, a mi juicio, un diamante por pulir", finaliza el bastetano.