De los carros tirados por mulas con los envases de cristal a la más alta tecnología aplicada a la leche | Vídeo y galería
El 7 de julio de 1958 arrancaron las máquinas en la Central Lechera granadina, el inicio de PULEVA, la marca que ha enamorado a las familias españolas durante 60 años de actividad
Justo hoy, hace 60 años, leche aséptica, pasteurizada, en botellas de cristal con el logotipo de una estrella de seis puntas, entraba en los hogares de los granadinos para quedarse en el recuerdo de todos. El 7 de julio de 1958 nacía una marca que ya forma parte de la idiosincrasia granadina: PULEVA. Ese día arrancaron las máquinas de esta Central Lechera granadina, la segunda empresa que existía en España dedicada a este sector. La primera había sido fundada en San Sebastián.
La empresa cumple 60 años volcada en ofrecer productos de alta calidad y con una clara apuesta por la investigación y la creación de fórmulas enriquecidas. Pero, ¿qué es una marca sin el reconocimiento de sus consumidores? PULEVA, esa marca de “toda la vida”, forma parte ya del imaginario colectivo de esta ciudad. Está presente en la memoria de los que un día fueron niños y pedían a sus abuelos un batido de chocolate, fresa o vainilla, luego conocidos como pulevines, un gesto que ahora repiten con sus hijos; o en aquellos granadinos que viajan, la piden en cualquier bar y ese primer sorbo los transporta a casa o los hace recordar a alguien.
“Lo asocio al sabor de mi infancia. Me despertaba de la siesta y mi madre me sacaba un pulevín de chocolate y una magdalena antes de bajar a la piscina”, recuerda una granadina cuando le ponemos en la mano uno de estos batidos.
María también guarda en la mente un recuerdo con PULEVA. “Tengo grabado el momento en el que llegaba el lechero a casa a dejar las botellas de 1L y se llevaba los envases ya utilizados”, nos cuenta.
“¿Qué cuantos de estos le he dado a mis hijos?”, pregunta de forma retórica Marcelina con una Puleva en la mano. “Muchos, muchos… ¡y los que yo me bebía!”, y sonríe. A Manuel le recuerda su etapa en el colegio. “Mi madre siempre me echaba el bocadillo y uno de estos batidos en la mochila para el recreo”. José Díaz, uno de nuestros mayores más conocidos de Granada, recuerda bien el inicio de la marca granadina: “Claro que me acuerdo. Es más, te voy a decir una cosa. Tengo seis hijos y a todos les he dado batidos PULEVA, y yo también los tomaba, por eso he llegado así de sano a los 96 años”, confiesa entre risas.
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PULEVA, un orgullo para Granada, es la marca de leche preferida por los consumidores andaluces, según el estudio de 2018 de Kantar Brand Footprint, y se encuentra en el top 10 de empresas con mayor facturación de Andalucía, con más de 600 millones de euros, según el estudio Infocif-Gesdesco de 2016. También puede sacar pecho por un factor importante en estos tiempos que corren: emplea a 1.000 personas de forma directa.
Dicen que la vida es la suma de nuestros recuerdos y el placer de compartirlos con alguien, y eso es algo que PULEVA quiere rescatar y poner sobre la mesa en su 60 aniversario. Por eso, este sábado 7 de julio lanza su campaña de aniversario con #MiRecuerdoPuleva y #Puleva60Aniversario, dos hashtags con los que los consumidores podrán compartir en Twitter, Facebook e Instagram aquellos recuerdos que les evoca esta empresa de corazón granadino. Recuerdos, anécdotas, felicitaciones y fotos, todo está permitido para soplar las velas con PULEVA.
Desde la primera botella de cristal que produjo la Central Lechera granadina hasta hoy han tenido lugar muchos hitos en la marca que, quizá, algunos granadinos desconocen. Fue un decreto el que escribió la historia de PULEVA, y vamos a compartir algunas pinceladas sobre ella.
Corría la década de los 50 cuando el Gobierno de España decidió poner fin a un problema de salud pública. Consumir leche directamente adquirida en la vaquería o vendedores callejeros provocaba serias enfermedades. Hervir la leche no bastaba para eliminar los gérmenes animales.
Por eso, en 1952, el Gobierno decidió solucionarlo con un Decreto que exigía que toda la leche producida debía ser tratada antes de su consumo en una central lechera, requisito indispensable para ciudades mayores de 25.000 habitantes, y tenían de plazo hasta 1960 para hacerlo. Así, el proyecto de Central Lechera de Granada fue uno de los primeros en echar a andar.
El Ayuntamiento confió su creación a una modesta sociedad anónima de fabricantes de gaseosas, hielo, refrescos y distribuidores de bebidas alcohólicas, que venía funcionando desde 1910, la Unión Vinícola Industrial (UVI). Su consejo de administración decidió modificar su objeto social y nombre, Unión Industrial y Agro-Ganadera S.A (UNIASA), y acometer una fuerte ampliación de capital para afrontar la construcción de su Central Lechera. Esas obras arrancaron en 1956. Pocas semanas antes de arrancar la producción, en el consejo de UNIASA, se barajaban posibles nombres para la marca (Granada, Generalife, Veleta, Leche Natural…), pero no terminaban de encajar con el proyecto. Fue un concurso de urgencia entre publicistas donde se bautizó la marca: Pura Leche de Vaca. PULEVA.
La marca empezó a extenderse rápidamente por la ciudad en pequeñas furgonetas e, incluso, en carros tirados por mulas. ‘Romero’ fue el último equino en jubilarse, en 1961. El boom turístico, el despegue económico y la explosión demográfica de los años 60 colaboraron en el crecimiento de la marca, que ya era sinónimo de calidad en los hogares y no faltaba en las barras de los bares.
“Yo soy de las que pido una PULEVA en vez de un batido”, reconoce una granadina. Y es que la metonimia, nombrar a un producto por la marca, no tardó en darse por su popularidad. A mediados de los 70, sus productos ya se vendían en el 71% del territorio nacional. La empresa empezó a adquirir otras fábricas y marcas, además de hacer con la marca EDDA de leches infantiles. Después adquirió RAM, Leyma, El Castillo, etc. Seguirían fábricas de quesos, platos precocinados, zumos, horchata, etc…, hasta culminar en la construcción de la Planta de Nutrición Infantil. Consiguió situarse en torno a un 12% en cuota de mercado español, y nunca se ha apeado de esos niveles.
PULEVA cumple 60 años asociada a los conceptos de pureza y calidad, y su aliado para conseguirlo fue su temprana apuesta por el departamento de I+D, que centró sus esfuerzos en desarrollar nuevos productos a partir de leche, con el estudiado argumento de que podía completar estados carenciales o combatir dolencias del cuerpo humano. El I+D siempre ha sido el sello distintivo de la marca PULEVA, hasta el punto de que en el año 2000 decidió independizar el departamento, creando una sociedad participada llamada Puleva Biotech S.A, y que ahora responde al nombre de Biosearch Life S.A. En sus modernos laboratorios han nacido decenas de patentes, que ya comercializan otras marcas (leche con calcio, Omega3, leches enriquecidas…), aportando dos valores más a la marca: bienestar y salud.
Puleva se convirtió en la primera década del siglo XXI en la marca más rentable de su sector. Empezaron a lloverle ofertas de compra. Finalmente, en 2010, se incorporó al primer grupo lácteo mundial, Lactalis, una sociedad que también arrancó desde la modestia y del duro trabajo de un amante de la leche y los quesos llamado André Besnier.
Lactalis Puleva S.L.U tiene una presencia muy relevante en España como parte del Grupo Lactalis Iberia, que recoge 1.050 millones de litros de leche anualmente, factura 1.289 millones de euros y emplea a más de 2.500 personas en sus ocho fábricas.
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