Las decisiones arbitrales que crean polémica en el Covirán-Manresa
Los rojinegros se vieron perjudicados por varias faltas que pasaron "desapercibidas" para los colegiados o unos pasos no señalados a Robinson
Respeto. La palabra que más se ha repetido desde que Covirán Granada es equipo de ACB. Nunca gusta hablar de las actuaciones arbitrales, es un tema que prefiere evitarse pues visto desde fuera puede parecer la "excusa" más sencilla para justificar una derrota. Sin embargo, en la presenta campaña, las decisiones de los colegiados han marcado en demasiadas ocasiones el devenir del conjunto rojinegro. Este pasado domingo, los de Pablo Pin sumaron una derrota tremendamente dolorosa ante BAXI Manresa a causa de un triple prácticamente sobre la bocina de Steinbergs que tiró por tierra todo el trabajo y esfuerzo de casi la totalidad del encuentro. Ahora, con las aguas algo más calmadas, se puede observar como las decisiones de los tres árbitros decantaron claramente la balanza hacia el conjunto catalán.
El partido entre Covirán Granada y BAXI Manresa dejó varias acciones cuestionables. Una de ellas ocurrió a falta de 1:56 para la finalización de la primera mitad. Con el 44 a 37 en el marcador, Devin Robinson lanza desde el triple, pero el balón da directamente en el aro y sale despedido hacia la zona en la que se encuentra Jonathan Rousselle. El base francés va claramente hacia la pelota cuando, por la espalda, recibe un claro empujón de Brandon Taylor que acaba atrapando el rebote para, acto seguido, lanzar desde la línea de 6,75. El balón acabó dentro. Los árbitros no vieron nada punible, decisión que le costó a Covirán Granada tres puntos en contra.
En el mismo periodo, pero a falta de unos siete minutos para su conclusión, Cristiano Felicio entra a canasta defendido por Marcis Steinbergs. En la acción se ve claramente cómo el colegiado situado en el fondo levanta su brazo para señalar falta del jugador letón. Sin embargo, cambia rápidamente de opinión al producirse la canasta del pívot brasileño. ¿Podría haber sido un 2+1? Si no hubiese anotado, ¿Serían dos tiros libres para Felicio? Nunca se sabrá pues el colegiado, por algún motivo, decidió no señalar nada.
Precisamente, el pívot brasileño también fue el protagonista de una decisión de los colegiados claramente errónea. En el tercer cuarto, Felicio tapona a Martinas Geben en una acción en la que los árbitros señalan una falta. Como puede verse en las imágenes, Felicio toca claramente el balón y no existe ningún tipo de contacto sobre el pívot lituano. Esta acción da dos tiros libres a Manresa y hace que Felicio sume su tercer falta del encuentro aun con prácticamente dos cuartos completos por jugar.
Parece ser que los contactos no significan lo mismo según el lado de la pista en el que se produzcan. Como muestran las imágenes anteriores, cualquier mínimo contacto de un jugador de Covirán Granada hacia otro de BAXI Manresa es punible. Sin embargo, si como se muestra en el siguiente vídeo, un jugador del conjunto catalán propina un manotazo a Lluís Costa esta acción queda en absolutamente nada. Sigan, sigan. Esta acción podría haber acabado en canasta de Lluís Costa o, como poco, en dos tiros libres por ser claramente acción de tiro, por lo tanto, dos puntos menos para Covirán Granada.
Si las acciones anteriores no son merecedoras de ser consideradas como determinantes en el desenlace del partido, la siguiente es claramente condicionante. Con tan solo doce segundo en el cronómetro, Devin Robinson anota una canasta que coloca el 92 a 91 en el marcador. Tras esto, todos conocen el desenlace. Falta sobre Christian Díaz quien falla uno de los dos tiros libres concedidos y un triple final de Steinbergs que da la victoria a BAXI Manresa. Pero, ¿Y si la canasta de Robinson no hubiese contando? Como puede verse en el siguiente vídeo, el jugador estadounidense se pasea por la pista firmando unos pasos clarísimos ante la atenta mirada del colegiado situado en el fondo del parqué. Árbitro que no señaló absolutamente nada. De haber pitado los pasos, el balón hubiese sido para Covirán Granada y el sino del encuentro habría cambiado radicalmente.
Tras el partido, Pablo Pin tuvo que acudir una vez más a rueda de prensa con la resignación de ver cómo ciertas decisiones externas a su control acaban tirando por tierra el esfuerzo de un equipo que solo busca prolongar su sueño en la ACB un año más. Cuestionado por la quinta falta señalada a Joe Thomasson, el entrenador granadino aseguró que la cuarta falta fue "increíble", a lo que añadió que "con la cantidad de contactos que genera Manresa, que nuestro jugador con más minutos con el balón en las manos se vaya sin un solo tiro libre no tiene ningún tipo de sentido". Resignación y cabeza alta, es lo que le queda a Covirán Granada. "Como no es la primera vez que nos pasa, tendremos que seguir trabajando para ganar a pesar de todo".
El propio Joe Thomasson también ha expresado su malestar a través de la red social X. "Nueve faltas en los últimos dos partidos es increíble para mí. Tres faltas en el último cuarto es incluso más cuestionable. Si no cometo faltas anoche habríamos ganado seguro. Estoy frustrado, pero no puedo controlar como es el juego. Estoy orgulloso de mis compañeros y del cuerpo técnico. Seguimos juntos!". El de Ohio no es la primera vez que sufre este trato por parte de los colegiados. Ya ocurrió ante el Barcelona cuando fue expulsado por una técnica por gritar 'Shoot' al puntear un triple y una posterior antideportiva.
Le ha pasado también a Pere Tomàs expulsado ante Girona tras protestar de forma "exacerbada" una falta. Incluso la pasada temporada cuando en uno de los partidos más decisivos del año, el que se disputó a falta de cuatro jornadas para el final contra Obradoiro, se le pita una técnica a Youssou Ndoye por gritar en la cara de Rubén Guerrero tras un mate. Bien pitada si fuese una norma que se cumple a rajatabla pues este pasado fin de semana Emir Sulejmanovic realizó el mismo gesto frente a Sergi García en el choque que enfrentaba a Casademont Zaragoza y Río Breogán. Aquí los colegiados no vieron técnica posible. Las faltas de respeto que sufre Covirán Granada son continuas, no es una mera excusa para justificar ciertos resultados. Las decisiones arbitrales condicionan. Eso sí, siempre al mismo equipo.