Déjà vu

Solo seis jornadas de Liga y un proyecto de tres años a punto de caer por el precipicio del fracaso. Eso es a lo que apunta el Granada de Paco Jémez, que tras media docena de partidos ya ha tocado sima. Ni siquiera Fabri o Anquela llegaron al suelo tan rápido como el extécnico del Rayo, cuya vehemente argumentación tampoco le supone escudo alguno: «Hemos cometido errores muy gordos y así no tienes ninguna posibilidad de competir en Primera división. Me preocupan tanto que me van a costar el cargo», detalló el entrenador del conjunto andaluz tras la derrota en Mendizorroza ante el Alavés (3-1).

Su negativo discurso y el dedo acusador sobre alguno de sus jugadores no creo que ayude en nada a un equipo que tendrá que aliarse otra vez con el destino para no verse en Segunda la próxima temporada. A mí no me vale que veinte y seis minutos de un futbolista que sale desde el banquillo sean suficientes para mandarlo a la ducha: «Sé que es duro para Atzili. Es un chico que todavía no me entiende, o yo no lo entiendo a él. Me equivoco en sacarlo. No es un problema de él, sino mío. No nos ha dado frescura, profundidad, control del balón, argumentos defensivos… y por eso lo cambio», explicó Jémez sobre su polémica decisión.

Y mientras el entrenador da palos de ciego y el equipo achica agua por donde puede (cero victorias y dos puntos en seis jornadas), los dueños asiáticos ya han enchufado la trituradora, a la espera de encenderla o no este fin de semana tras el duelo en Los Cármenes ante el Leganés. Jémez se la juega. No me digan que esta película no la hemos visto ya unas cuantas veces. ‘Déjà vu’ nazarí, edición 2016-2017