Derrota demasiado injusta de un Covirán Granada excelso (93-94)
Un triple final de Steinbergs da la victoria a BAXI Manresa ante un conjunto rojinegro que ha firmado un partido brillante y que mereció mucho más
Este deporte es demasiado injusto. Aun peleando hasta el final, aun haciendo un partido brillante y mereciendo el triunfo de principio a fin, los últimos segundos de un duelo igualadísimo, pero al mismo tiempo claramente dominado por Covirán Granada acabó cayendo del lado de BAXI Manresa. Mereció más el conjunto rojinegro. Mereció sumar su séptima victoria y lograr el premio a un trabajo brillante y de equipo, esa sintonía que tanto se echaba en falta por tierras granadinas.
Volver a jugar en equipo y dejar las individualidades a un lado. Esa era la máxima para este domingo. De lo contrario, las probabilidades de sumar otra derrota crecerían como la espuma. El cambio de color en la indumentaria (y puede que las dos últimas derrotas), han servido para darle una nueva imagen a este Covirán Granada. Concentrado, tremendamente físico en su defensa y, por fin, compartiendo el balón. El protagonismo inicial recayó en Kwan Cheatham que con siete puntos consecutivos ganó la batalla en la zona a Devin Robinson.
Ante la primera superioridad granadina, BAXI Manresa contestó con una efectividad apabullante desde el triple. Uno tras otro, los tiros de tres fueron entrando sin apenas tocar la red para llevar el partido al 11-16, momento en el que Pablo Pin paró el partido. Los de Pedro Martínez sumaban un 3/3 en tiros de dos y un 4/ en el tiro exterior, un acierto que debían frenar cuanto antes si querían seguir teniendo opciones de victoria. Se empleó a fondo el Covirán en la defensa. No bajaron los brazos a pesar de que la suerte no estaba de cara en anotación. La entrada de Rousselle en pista revolucionó al equipo, subintendente un punto la intensidad del juego y sacando varias faltas a Dani Pérez que le permitieron sumar desde la línea de personal. Las continuas pérdidas de Manresa y un último triple de Pere Tomás cerraron el primer cuarto con el 22 a 25.
El buen momento ahora era de los locales. A diferencia de encuentros anteriores, los de Pablo Pin mantuvieron su energía sobre el parqué en el segundo periodo, firmando así diez minutos brillantes. Construyendo desde la defensa, el Covirán pudo acercar posturas en el marcador y hacer frente a un Manresa que seguía anotando con excesiva facilidad desde el triple, llegando al 28-33. En este momento, los rojinegros metieron la directa hacia la remontada. Presionando, defendiendo hasta que el rival consumía toda la posesión y, ahora sí, brillando en el ataque.
Los de Pedro Martínez se vieron completamente superados por un Covirán Granada unido, jugando en equipo y dejando las individualidades a un lado. Brilló David Iriarte en su defensa sobre Devin Robinson. Brilló Jonathan Rousselle en la dirección de juego y su defensa sobre Dani Pérez. Brilló Cristiano Felicio dejando en nada cualquier presión de los pívots rivales. Brilló David Kramer dando una energía al juego superlativa. Con el 35 a 33 llegó el segundo punto de inflexión del partido. Los granadinos debían controlar muy bien el ritmo del partido y soportar la evidente subida de energía que Manresa pondría en su baloncesto. Supo resistir Covirán Granada volviendo a superar en todos los aspectos a su rival. Robando balones, defendiendo como pocas veces, sacando faltas… Incluso se sobrepuso a alguna que otra decisión arbitral controvertida para marcharse a vestuarios con cuatro puntos de ventaja (49-45).
La mitad del trabajo ya estaba hecho. Por primera vez en semanas, el Covirán no solo seguía vivo en el partido, sino que en el horizonte no estaba tener que remontar. BAXI Manresa regresó al parque del Palacio golpeando primero con un parcial de 0 a 4 que puso el 49 iguales en el marcador. Le costó a Covirán entrar en calor en el inicio del tercer periodo, pero aunque costase sudor y lágrimas anotar una simple canasta, los granadinos se mantuvieron por delante en el marcador en todo momento. Siguió el conjunto local moviendo el balón como realmente saben hacerlo, mostrando un juego coral en el que todos los jugadores aportaron su granito de arena para seguir construyendo una victoria que se vendería muy cara. Tampoco bajó los brazos un BAXI Manresa que este año se posiciona como la bestia negra de los equipos que luchan por la permanencia. Los triples volvieron a entrar para los de Pedro Martínez aunque a cuentagotas. Los catalanes solo podía optar por el juego exterior ante la presión defensiva de los granadinos. Esto sumado a su mal porcentaje desde la línea de personal permitió a Covirán resistir en un periodo marcado por la intensidad y el alto ritmo de juego. Con el 66 a 66, Jonathan Rousselle anotó un triple estratosférico que levantó a todo el Palacio de sus asientos mientras coreaba ‘MVP, MVP’ (69-67).
Quedaba lo más difícil, no tirar por la borda el trabajo de un partido que estaba siendo brillante. Manresa siguió apostando por un lanzamiento de tres que no le daba los frutos deseados. Mientras tanto, el Covirán saltó a la pista con la clara intención de cerrar el partido cuanto antes. En un abrir y cerrar de ojos, el marcador pasó al 75 a 69, momento en el que Pedro Martínez detuvo el juego, pues su equipo no encontraba solución aparente a la defensa planteada por los granadinos. Tras el tiempo de reflexión, los catalanes subieron su intensidad en la defensa provocando que Coviran entrase en bonus a falta de cinco minutos para el final del encuentro. Para suerte de los de Pablo Pin, el porcentaje de acierto desde el tiro libre de Manresa seguía por debajo de lo habitual. Con el regreso de Rousselle a pista, el Covirán logró el último empujón que tanto necesitaba.
La dupla Rousselle-Cheatham hizo vibrar a un Palacio de Deportes ansioso por reencontrarse con la victoria. El triunfo merecía quedarse en Granada, pero Manresa no había dicho su última palabra. Se llegó al 86 iguales, resultado que Rousselle cambió al 88 a 86 con una canasta que bien podría haber valido tres puntos de no estar pisando la línea. El último minuto fue un mundo. Las faltas se sucedieron llevando a ambos equipos a la línea de personal en repetidas ocasiones. Esta vez Manresa sí sumaba puntos a su marcador, pero también lo hacía Covirán. Con el 92 a 89, Pedro Martínez paró el partido. Devin Robinson cumplió con la pizarra para colocar el 92 a 91. Una posterior falta de Brandon Taylor sobre Christian Díaz daría al canario dos tiros libres más de los que solo convertiría uno. 93-91 y cinco segundos para el final. Era momento de defender y no cometer faltas. Perdió el balón Badoo, pero Steinberg atrapó la pelota para sin apenas tiempo para pensar anotar un triple que congeló a las más de 7.000 personas presentes. 93-94 y 1.9 en el cronómetro. Se buscó el tiro a la épica, pero la suerte no estaba de parte de Covirán Granada. Este deporte, en ocasiones, es demasiado injusto pues ni haciendo tu mejor partido en muchas semanas la victoria se queda en casa.
Ficha del partido:
Covirán Granada: Felicio, Thomasson, Cheatham, Kramer, Costa - quinteto inicial - Díaz, Martínez, Iriarte, Rousselle, Dime, Megías, Tomàs
BAXI Manresa: Robinson, Badio, Taylor, Sagnia, Weben - quinteto inicial - Williams, Jou, Steinberg, CouliBaly, Valtonen, Vaulet, Pérez
Parciales: 22-25; 27-20 - descanso - 20-22; 24-27
Árbitros: Carlos Peruga, Juan de Dios Oyón, Iyán González
Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 21 de la Liga Endesa disputado en el Palacio de Deportes de Granada con 7.491 espectadores.