Desarrollan una campaña de inspección para comprobar la calidad y seguridad de más de 700 productos industriales a la venta

El personal inspector verificará que el etiquetado de los productos es conforme a la normativa y remitirá muestras a laboratorio para su análisis

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Productos en un supermercado | Foto: Archivo GD
Gabinete
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La Dirección General de Consumo dependiente de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía está desarrollando, a través de los servicios provinciales de Consumo, una campaña de inspecciones para comprobar la calidad, la seguridad y el correcto etiquetado de diferentes productos industriales que se encuentran a la venta en los establecimientos de Andalucía. En el marco de esta campaña, que se prolongará durante todo el año, está previsto realizar al menos 720 controles de etiquetado de productos, así como la toma de más de 100 muestras para su envío a laboratorio.

El control de etiquetado de los productos tiene como finalidad verificar que se cumplen los requisitos básicos y generales de información que establece la normativa vigente. Las inspecciones se llevan a cabo en todo el territorio andaluz, con especial atención a las tiendas de precio reducido y bazares, y se dirigen a una amplia variedad de productos industriales no alimenticios como accesorios de limpieza, artículos de bricolaje, decoración y cristal, mobiliario, ferretería, artículos de marroquinería, calzado, peletería, electrodomésticos, bisutería, equipos de informática, fotografía y óptica, libros, productos textiles, materiales de construcción, artículos de protección individual, vehículos y otros.

Además de estos controles de etiquetado, el personal inspector recogerá muestras de algunos productos para su envío al laboratorio del Centro de Investigación y Control de la Calidad (CICC), donde se realizarán los análisis necesarios para comprobar su calidad y seguridad. En esta campaña en concreto, está prevista inicialmente la toma de 40 muestras de productos, entre los que se encuentran pequeños electrodomésticos como planchas eléctricas y calefactores, así como otro tipo de productos como son hilos de pescar, cintas de amarre y bolsas de agua caliente. Posteriormente, se van ensayar más muestras de pequeños electrodomésticos, cargadores de pilas y baterías que cargan las baterías cuando están incorporadas en otros aparatos, como, por ejemplo, un teléfono móvil, tablet, adaptadores de viaje, bases y clavijas para uso doméstico, luminarias portátiles atractivas para niños, y lámparas LED.

En el caso de que se detecten irregularidades en los artículos que puedan afectar a la salud o la seguridad de las personas, se valora el riesgo y, en su caso, se incluye el producto afectado en la Red de Alerta de Productos de Consumo, un sistema de intercambio rápido de información que funciona a nivel europeo y cuyo objetivo es detectar de la manera más ágil posible artículos inseguros, con la finalidad de poder adoptar medidas que impidan la comercialización de estos productos, ya sea a través de la inmovilización o la destrucción de los mismos.

Tanto en el caso anterior como si se detectan irregularidades de tipo informativo, como, por ejemplo, que el etiquetado no esté en castellano, se remitirán las actuaciones al departamento correspondiente para el inicio del oportuno procedimiento sancionador. Además, La Ley 13/2003 de Defensa y Protección de los Consumidores y Usuarios de Andalucía establece sanciones que, para estos casos, pueden oscilar entre los 200 y los 60.000 euros, en función de la gravedad de la infracción.

Esta campaña se desarrolla en el marco del Plan de Inspección de Consumo 2018, que comprende un total de 25 campañas dirigidas a garantizar y reforzar la protección de los derechos de las personas consumidoras y asegurar que los productos y servicios que están a la venta cumplen los requisitos de seguridad y calidad que exige la normativa vigente. El desarrollo del Plan supondrá más de 9.000 controles y la toma de aproximadamente 400 muestras en los diferentes establecimientos que se inspeccionen.

Campaña 2017

En la campaña de inspección desarrollada en 2017 para este tipo de productos se levantaron 838 actas, resultando que 194 de éstas, un 23,15%, fueron positivas, es decir, arrojaron algún tipo de incumplimiento. Del total de muestras tomadas, 115, un total de 51 (44,37%), fueron no conformes, resultado que 15 de estos productos presentaban problemas que afectan a la seguridad del mismo.

Respecto a los resultados obtenidos en el control del etiquetado, el mayor porcentaje de incumplimientos se observa en el hecho de que los productos carecen de indicaciones preceptivas, en particular el domicilio del fabricante o envasador o transformador o vendedor establecido en la Comunidad Económica Europea, los datos de composición, el origen de los productos, figuran instrucciones, advertencias o consejos sobre su peligrosidad o condiciones de seguridad, o las relativas a su instalación, uso y mantenimiento, manejo o manipulación; o bien, figurando dichas instrucciones, advertencias o consejos, contienen indicaciones incorrectas.

Recomendaciones

Desde la Dirección General de Consumo se recomienda leer detenidamente el etiquetado antes de adquirir un producto para asegurarse de que es correcto y que identifica adecuadamente a su responsable. La información debe ser visible, legible, comprensible, e imborrable, además de figurar en castellano y en un lugar destacado.

Igualmente se aconseja prestar especial atención a las advertencias de seguridad y las instrucciones de uso que acompañen al producto. En el caso de juguetes y material eléctrico, Consumo recomienda prestar especial atención a que en el envase figure el marcado CE, que simboliza la conformidad del producto con los requisitos europeos de seguridad.

Si se opta por realizar las compras por Internet, se deben tener en cuenta una serie de precauciones para evitar riesgos de seguridad. En primer lugar, es conveniente elegir páginas seguras para realizar las compras, para lo que se debe comprobar que en la dirección aparece ‘https’ en lugar del ‘http’ habitual, o que aparece en la pantalla un candado cerrado o una llave entera, que son indicadores de que el sitio web utiliza tecnología especial para proteger los números de las tarjetas de crédito, así como la información transmitida.

Igualmente, en las compras por Internet es recomendable asegurarse de poder identificar de forma adecuada a la empresa responsable de la página web o proveedora, a través de su nombre, domicilio y NIF, así como leer con detenimiento los apartados que hacen referencia al aviso legal y a los términos y condiciones de la venta.

Además, es importante destacar que en esta modalidad de compra existe el derecho de desistimiento, que permite, con carácter general, cancelar el contrato durante un plazo mínimo de 14 días naturales desde la fecha de recepción del producto, sin tener que alegar motivo alguno.

Por último, la Junta aconseja informarse sobre la política de devolución del producto antes de hacer la compra, y pedir siempre el ticket o la factura, documento imprescindible para efectuar cualquier reclamación, devolución o cambio del producto, y en el que deberá figurar el N.I.F. y/o la razón social de la empresa vendedora.

Asimismo, se recomienda, siempre que sea posible, realizar las compras en establecimientos adheridos al Sistema Arbitral de Consumo, ya que de esta manera se garantiza que cualquier posible discrepancia pueda quedar resuelta de forma rápida y gratuita. Igualmente, se recuerda que los establecimientos deben disponer de hojas de quejas y reclamaciones a disposición del público, para lo cual se exhibirá un cartel que informe claramente de su existencia.