Las desconexiones, el gran talón de Aquiles del Covirán Granada

El Covirán Granada tiene por delante dos semanas de parón, más una tercera de preparación para el duelo contra Baskonia, en las que el principal objetivo del equipo debe pasar por buscar una continuidad en su juego que alcance los 40 minutos de encuentro. Los rojinegros suman ya demasiados partidos en los que las desconexiones que sufre la plantilla los lleva a la derrota. Se compite, sí, pero el gas no llega hasta el final del encuentro y el resultado acaba siendo negativo para los granadinos.

El mejor ejemplo de esto se vio en Miribilla. Tras firmar una buena primera parte, aunque se marchasen al descanso ocho puntos abajo en el marcadoR, los de Pablo Pin saltaron al parqué en el tercer cuarto con la clara intención de doblegar la balanza hacia su lado. Tras un esfuerzo imperial, los dos triples consecutivos de Lluís Costa sirvieron para poner el 50 a 51 en el marcador y obligar a Jaume Ponsarnau a parar el partido. A partir de ahí, nada salió como debía, muestra de ello fue el parcial de 14 a 4 que los bilbaínos endosaron a los rojinegros en apenas tres minutos. El rebote desapareció de la mente del Covirán Granada. De hecho, en una de las jugadas del duelo de la Jornada 20, Álex Reyes lanza un triple que acaba no entrando, él mismo coge el rebote ofensivo ante la mirada impasible de los jugadores rojinegros, solo Mike Moore sale a por el rechace y es el propio Reyes el que acaba anotando desde la zona. No había reacción.

Pablo Pin es consciente de este problema, así lo reconoció en la rueda de prensa concedida este pasado martes en el Palacio. "Hicimos minutos buenos, pero de pronto tuvimos esa desconexión que nos costó errores muy graves y, sobre todo, un parcial que por cómo se produjo parecía mayor. Fue como un jarro de agua fría por todo el trabajo que habíamos hecho. Debemos ser más continuos y eso nos lo dará el seguir trabajando juntos. Las desconexiones nos costaron demasiados puntos y necesitamos que, si se producen, no nos sumen un parcial negativo o que no sea tan abultado".

Lo curioso del encuentro en Miribilla es que el equipo supo controlar el balón y, sobre todo, las pérdidas, algo que le había costado demasiados disgustos en encuentros anteriores. Sin embargo, en el rebote, Bilbao Basket fue capaz de capturar 40 rechaces, 22 defensivos y 18 ofensivos. Unos números que fueron claves para conseguir su triunfo. "Para tener opciones de ganar, las cosas básicas hay que hacerlas muy bien. Tenemos que estar más concentrados y ser más exigentes con nosotros mismos en las cosas básicas. El rebote, el balance, las pérdidas de balón... Nuestra aspiración debe ser controlar esos aspectos. Debemos coger esa continuidad para seguir siendo competitivos".

Dos semanas para preparar un mes de marzo clave

Tras el parón, el Covirán Granada afrontará un mes de marzo con duelos muy exigentes. Baskonia en el Buesa Arena, Gran Canaria en el Palacio, Valencia Basket en la Fonteta y UCAM Murcia en Granada. Cuatro encuentros que, de sacar "una o dos victorias el objetivo de salvarnos estará más cerca. Los partidos van restando y seguiremos teniendo esa diferencia, más aun teniendo en cuenta que Betis, Fuenlabrada y Manresa tienen enfrentamientos directos" en esas semanas.

El objetivo para marzo del Covirán Granada debe pasar por conseguir al menos los triunfos en los duelos que se disputarán en el pabellón del Zaidín. Para ello, estas dos semanas de descanso son vitales, por un lado para "que jugadores que tienen un papel importante como Alex Renfroe, Thomas Bropleh o Petit Niang" puedan descansar y para que otros como Luke Maye cojan más dinámica a nivel físico.

"Habrá jugadores que tengan que hacer un extra para mejorar en ritmo. A nivel de equipo este descanso nos viene muy bien a nivel mental. En el caso de Luke, es cuestión de sumar entrenamientos, el tiempo le dará esa tranquilidad y esa capacidad de tomar buenas decisiones que ahora no está tomando porque va muy acelerado", aseguró Pablo Pin.