Descubren en el cerebro una nueva diana para mejorar el abordaje del autismo

Esta patología se han convertido en el trastorno del desarrollo que más ha crecido en Estados Unidos, con un coste estimado de entre 21.000 y 61.000 millones de dólares

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Foto: E.P./FLICKR/CHAMPUSUICIDA
E.P.
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Investigadores de la Rosalind Franklin University of Medicine and Science (Estados Unidos) han detectado en ratones que la manipulación de determinados circuitos cerebrales puede servir para mejorar el abordaje de personas con trastorno del espectro autista y conseguir que mejoren sus habilidades sociales, según publica la revista 'Nature Neuroscience'.

Los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC, en sus siglas en inglés) estiman que uno de cada 68 niños vive con una de estas patologías, que se han convertido en el trastorno del desarrollo que más ha crecido en Estados Unidos, con un coste estimado de entre 21.000 y 61.000 millones de dólares (entre 19.000 y 57.000 millones de euros).

Los autores trataron de analizar el papel específico que juega en su desarrollo la amígdala, una región cerebral que a menudo suele pasar por alto, y en concreto en cómo influye en la empatía de estos afectados a la hora de relacionarse con otras personas.

De este modo, midieron las respuestas similares a la empatía en un modelo experimental de ratón que presenciaba a otro, considerado 'actor', mientras se exponía a un leve sobresalto. Los roedores 'testigo' desarrollaban una actitud en cierto modo asustadiza, e interpretaban que la señal emocional del afectado indicaban que había algo en el ambiente que podía ser peligroso.

Sin embargo, cuando las regiones de la amígdala fueron anuladas, los roedores testigo no mostraron ninguna respuesta de empatía hacia el otro. En concreto, observaron que la clave para que mostrara empatía era la amígdala medial, mientras que un circuito que va desde el núcleo lateral a la parte central (LA-MeA) es el necesario para comprender que el comportamiento del ratón 'actor' señalaba cierto peligro.

Para comprender mejor la relevancia de estos hallazgos, el estudio examinó luego una alteración de la empatía causada por la deleción experimental de Nrxn1, un análogo de un gen asociado al autismo humano (NRXN). La supresión de Nrxn1 se asoció con la ausencia de un comportamiento similar a la empatía del 'testigo', que los investigadores encontraron correlacionados con una función neuronal deficiente en el circuito LA-MeA. La activación del circuito LA-MeA en el 'testigo' no empático propició la aparición de comportamientos empáticos.

El hallazgo muestra que la amígdala puede ser la base de la empatía y en el caso del autismo puede ser la causa de las dificultades sociales que presentan algunas personas con autismo, abriendo a su vez la puerta a un posible tratamiento.