Desmantelada una organización criminal dedicada al tráfico ilegal de armas de fuego
Los detenidos captaban testaferros para poner las armas a su nombre y después derivarlas al mercado negro para organizaciones criminales
La Guardia Civil, en el marco de la operación FAST-DANCER, ha detenido a los propietarios de una armería de una localidad del Área Metropolitana de Granada, dos varones de 36 y 39 años de edad, como presuntos autores de un delito de tráfico ilícito de armas de fuego.
Agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y del Servicio de Información de la Guardia Civil de Granada han averiguado que los detenidos utilizaron su establecimiento para captar testaferros, personas con pocos recursos económicos, pero con licencia de armas tipo D, para armas largas rayadas, y tipo E, para escopetas de caza, para de una manera aparentemente legal ponerles a su nombre, a cambio de una compensación económica, una gran cantidad de armas que luego acababan en el mercado ilícito en manos de organizaciones criminales o de peligrosos delincuentes.
Los detenidos compraron las escopetas y rifles por valor de setenta mil euros, y una vez legalizadas con documentación a nombre de los testaferros, les daban todas las indicaciones para denunciar el robo. Los testaferros nunca llegaron a tener en sus manos las armas que habían denunciado como robadas. Las armas una vez que estuvieron en poder de la armería fueron, presuntamente, derivadas inmediatamente al mercado ilícito de armas y se vendieron a delincuentes por una cantidad de dinero muy superior al valor legal de estas.
Una vez que estas armas estuvieron en poder de las organizaciones criminales o de los delincuentes que se las habían encargado, y pasado un tiempo prudencial, los detenidos les indicaron a las personas que utilizaron como testaferros que denunciaran el robo del rifle o de la escopeta que supuestamente poseían, con instrucciones precisas de cómo simular de qué manera estaba el armero antes de ser supuestamente violentado, sus medidas y la distancia a la que tenían que estar colocados los anclajes.
A la Guardia Civil le consta que al menos seis escopetas y diecisiete rifles han acabado en el mercado ilícito; y con esta operación los agentes encargados de la investigación han impedido que otras seis escopetas y otros dieciséis rifles con apariencia de armas de guerra acaben en manos de la delincuencia organizada. La operación, no obstante, no se da por concluida y no se descartan más detenciones en el futuro.