Detenido acusado de once robos en Alhendín donde había ocupado una vivienda
La Guardia Civil ya sospechaba del detenido desde que se produjeron los primeros robos en la urbanización en agosto del año pasado
La Guardia Civil ha detenido en Alhendín (Granada) a un hombre de 55 años, con antecedentes policiales, como presunto autor de once robos en una urbanización de la localidad en la que supuestamente había ocupado ilegalmente una vivienda.
En lugar de llevar una vida discreta, dado que había ocupado una casa, el detenido robó a once vecinos suyos; a uno de ellos, además, le estuvo sustrayendo el suministro eléctrico, además de dedicarse al cultivo de marihuana, según informa en un comunicado el Instituto Armado.
También intentó justificar a los agentes que vivía de forma legal en el piso que había ocupado mostrándoles un contrato de arrendamiento falsificado. Tenía fecha de 2015 y el arrendador era una persona fallecida en accidente de tráfico en 2010.
La Guardia Civil ya sospechaba del detenido desde que se produjeron los primeros robos en la urbanización en agosto del año pasado. Sin embargo la detención se ha producido después de que un vecino suyo denunciara que se había conectado de manera ilegal a la red eléctrica de su piso. El denunciante comprobó que cuando él cortaba el suministro eléctrico, el detenido también se quedaba sin luz.
El equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Armilla realizó el miércoles un registro voluntario en la vivienda del arrestado y comprobó que había hecho un agujero en la pared del dormitorio que hace de medianería entre ambas viviendas y se había conectado de manera fraudulenta a la instalación eléctrica de su vecino.
Los agentes también encontraron dentro de la vivienda más de 125 gramos de marihuana y los útiles necesarios para la elaboración de dosis de esta droga para su venta al menudeo, como bolsitas y una báscula de precisión; además de una planta de cannabis sativa. También hallaron joyas y electrodomésticos pertenecientes a los vecinos a los que había robado.
La Guardia Civil descubrió que el detenido había vendido el resto de los objetos sustraídos a través de una conocida aplicación de telefonía móvil de compraventa entre particulares de objetos usados. Entre ellos, cuatro cámaras de vigilancia que la comunidad de vecinos habían colocado en las zonas comunes tras los primeros robos.
El hombre ha sido detenido como presunto autor de once delitos de robo con fuerza en las cosas, de un delito contra la salud pública por cultivo y elaboración de droga, de un delito de ocupación de inmueble sin autorización, de un delito de defraudación de fluido eléctrico y de un delito de falsedad documental.