La discriminación racial dentro de una ciudad multicultural: un conflicto presente en Granada
"A las personas con piel negra se las identifica 42 veces más que a las de piel blanca y rasgos caucásicos", indicaban los resultados de una investigación hecha en la ciudad
El Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial se celebra cada año el 21 de marzo debido a que tal día de 1960 en Sharpeville, Sudáfrica, la policía abrió fuego y mató a 69 ciudadanos que participaban en una manifestación pacífica contra el apartheid. En 1966 la Asamblea General de la ONU desarrolló la resolución 2142 (XXI) que instaba a todos los países del mundo a hacer un mayor esfuerzo para acabar contra la discriminación racial, aun así, no fue hasta 1979 que se declaró, oficialmente, el día 21 de marzo como el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial.
Desde aquel entonces los escenarios mundiales, en mayor o menor medida, han cambiado. El sistema del apartheid en Sudáfrica se desmanteló en 1992, y numerosas leyes y prácticas con bases racistas y coloniales se han ido suprimiendo a su paso. Convenciones, conferencias y movimientos sociales han aparecido para luchar contra el racismo y sus consecuencias, pero aun así, siguen existiendo en el mundo muchos individuos, comunidades y sociedades que sufren, cada día, los restos de un pasado colonial y las injusticias y estigmas que el racismo trae consigo.
Según el informe elaborado por el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE) en 2021, el 55% de las personas entrevistadas, que eran una muestra representativa de los principales grupos étnicos y raciales en España, consideraba que había sido discriminada por su color de piel y rasgos físicos. Asimismo, el 81,1% de la población que había sufrido este tipo de discriminación constataba que no había denunciado frente a las autoridades. Una muestra del racismo aun persistente en la sociedad, y una constatación de la invisibilización del problema en algunos casos.
De la misma forma, en Granada los datos muestran que, como en el resto del mundo, aun quedan batallas por luchar. Por ende, los resultados de una investigación hecha por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía sobre las identificaciones basadas en perfil étnico, mostraban una "gran asimetría en la identificación de personas por la Policía Nacional en la Estación de Autobuses dependiendo del grupo étnico al que pertenezcan". "A las personas con piel negra se las identifica 42 veces más que a las de piel blanca y rasgos caucásicos", indicaban los resultados, y se añadía que "las personas pertenecientes a la minoría étnica romaní (“gitanos”), habían sido identificadas 12 veces más que las caucásicas", un ejemplo tangible del racismo todavía presente en la sociedad.
El anti gitanismo en Granada
Uno de los racismos más normalizados por la sociedad, sobre todo en España, se da hacia el colectivo gitano. En su día a día, estas personas reciben, de diversas formas, actitudes discriminatorias por el simple hecho de ser gitanos. El anti gitanismo es una realidad que sigue vulnerando los derechos fundamentales de las personas gitanas, desde el acceso a una vivienda, la ‘segregación’ en entornos educativos, hasta el simple hecho de tener un apellido de origen gitano, sigue cerrando las puertas a esta comunidad. “El anti gitanismo, el racismo hacia la población gitana, es algo tan normalizado, que ni los propios gitanos y gitanas llegamos a ser conscientes muchas veces de que somos discriminados”, destaca Francisca Cortés, orientadora laboral en Fundación Secretariado Gitano en Granada.
Desde la Fundación se trabaja, a diario, en la lucha contra estos estereotipos, con campañas de sensibilización, de apoyo, de acogida, y una de sus máximas tareas es ayudar a esos colectivos discriminados a hacerse un hueco en la sociedad a través de sus programas de empleo y otros talleres que llevan a cabo dentro de la asociación. A pesar de la lucha constante contra esta estigmatización, en ocasiones se vuelve casi imposible demostrar esa discriminación, “hay una infra denuncia por el miedo a represalias”, asevera Francisca. Alba Galán, técnica de igualdad de la Fundación destaca que “uno de los motivos es que son percepciones de cada uno muy difíciles de demostrar, siempre alegan motivos indirectos y disuasorios”.
“En el acceso a locales de ocio nocturno en Granada, los chicos y las chicas gitanas que salen, es muy rara la noche en que no tengan algún impedimento para entrar en algún sitio, amparándose en ese derecho de admisión”, denuncia Cortés. No obstante, las redes sociales han provocado que el discurso de odio hacia el pueblo gitano se haga evidente y recalcan que el anti gitanismo “es una discriminación invisibilizada” donde casi nadie protesta en favor de este colectivo. “Cuando ves esos discursos de odio hacia otros colectivos discriminados, hay muchísima gente que protesta, pero cuando se da contra la población gitana, como es un racismo aceptado por la mayoría de la población, muy poca gente se implica o se mete a protestar eso”, recalca Francisca.
Pertenecer al pueblo gitano y ser mujer también es una de las consecuencias discriminatorias a las que se enfrentan las mujeres gitanas. Según los datos recopilados en el Informe anual de Discriminación y Comunidad Gitana 2023 de la Fundación Secretariado Gitano, se han dado 121 casos de discriminación interseccional hacia las mujeres en comparación con los 101 casos de discriminación racial hacia el hombre gitano.
“En Granada, la población gitana ha estado muy identificada con el flamenco, el Sacromonte, el Albaicín…”, por lo que “hay una visión muy romántica del gitano granadino”, señalan. Además, destacan que la discriminación anti gitana en Granada se ejerce también desde la localización, “el Almanjáyar se ha conformado como un barrio ‘ghetto’ para la exclusión y la marginación de los gitanos”. “Cuando alguien de ese barrio va a entregar un currículum con una dirección que contenga ese código postal, directamente es descartado/a y está viviendo una discriminación directa por asociación a un determinado barrio”, puntualiza Alba.
Las personas migrantes "experimentan discriminación en su vida diaria"
"Granada no es una excepción en lo que respecta al racismo; este fenómeno es estructural y está arraigado en la historia geopolítica global", comentaba la asociación Granada Acoge, con quien GranadaDigital ha podido hablar en motivo de este Día.
Esta asociación, fundada en 1987 para "brindar apoyo a personas acabadas de llegar a la ciudad", ha contado que muchas personas recién llegadas encuentran dificultades para encontrar vivienda así como para conseguir oportunidades de empleo dignas. Asimismo, si la experiencia de llegar a un nuevo país ya resulta dificultosa, Granada Acoge explica que "podemos observar que Granada forma parte de la frontera sur de Europa, donde existen sistemas de control y políticas públicas basadas en nociones y estructuras racistas, xenófobas y discriminatorias", lo cual aun dificulta más su integración y su bienestar.
Al preguntar por los colectivos más afectados por este tipo de discriminación, la entidad expone que "el racismo es un fenómeno complejo que afecta a diversas comunidades de manera diferente, y es difícil determinar cuáles son las más afectadas", además, añade que el racismo es un fenómeno interseccional, y que los factores con los que interactúa como la edad, la clase, la procedencia, el género y la orientación sexual, deberían tomarse en cuenta para no analizar el problema de forma superficial.
Granada Acoge comenta que "la discriminación es como un iceberg, donde la punta visible representa solo una parte de todo lo que hay debajo". Es cierto que aunque la violencia física sea una forma de discriminación que destaca, los micro racismos son igual de peligrosos a nivel social. Estos comportamientos y sutiles actitudes que perpetúan estereotipos raciales son "la forma de discriminación más común", y esta, debe cambiarse desde la educación y la concienciación de la población. "En nuestro trabajo, observamos con demasiada frecuencia la discriminación en forma de restricciones al acceso a derechos básicos para las personas migrantes, como el acceso a la atención médica, los derechos sociales, la vivienda digna y el empleo justo" añaden indicando que, aunque identificar una forma de discriminación como la más común es complicado, "el racismo es un sistema estructural complejo que se manifiesta de diversas formas".
Finalizan comentando que a pesar de ser una ciudad relativamente pequeña "Granada cuenta con un movimiento antirracista significativo". Aun así, haciendo referencia a la naturaleza social de la ciudad indican que "esa "multiculturalidad" aún enfrenta dificultades para acceder a ciertos espacios, lo cual se refleja en la falta de representatividad en ámbitos políticos, por ejemplo".
Desde Granada Acoge animan a "fomentar una mayor conciencia colectiva sobre el hecho de que toda sociedad y cultura se construyen sobre la base de interacciones y fusiones previas entre diversas culturas, lo cual es algo enriquecedor", y añaden que, Granada, "con su rica historia de mezcla cultural evidente en aspectos como la arquitectura, la gastronomía y el lenguaje, puede servir como un ejemplo poderoso en este sentido".
El racismo, el antirracismo, y las universidades
Santiago López Rosales, miembro del grupo de estudiantes que conforman Antirracismo Granada, comenta que en sus inicios crearon este grupo para "llevar a cabo una campaña contra el racismo" pero que ahora el objetivo final es la creación de un protocolo universitario contra la discriminación racista ya que "no lo hay en ninguna universidad del territorio español".
Este grupo de carácter asociativo se conformó a partir de una actividad dirigida por el Centro de Iniciativas de Cooperación al Desarrollo (CICODE) y hoy día sigue luchando para divulgar y concienciar contra el racismo. Santiago, Santi como se refiere a él mismo, comenta que Antirracismo Granada empezó teniendo más predilección por el contexto universitario, y que, aunque su objetivo sigue siendo el de la creación de un protocolo universitario, se han distanciado un poco de la institución ya que "la UGR no nos está ayudando para nada". "No hemos visto ningún tipo de interés por parte de la institución por crear el protocolo, solo por parte de algunos docentes", añade, "ninguna universidad española está interesada realmente".
Al principio, el grupo se dedicaba casi completamente a recoger testimonios de personas que hubieran sido discriminadas dentro de las aulas, asimismo, Santi comenta que "descubrimos que era mejor enfocar nuestros esfuerzos en concienciar y educar desde la base". Expone que en la universidad ha habido muchos casos de micro racismos, "sobre todo con gente de origen asiático o magrebí a la que le cambian o españolizan el nombre sin preguntar".
De la misma forma, desde Antirracismo Granada denuncian que hay racismo en el propio contenido educativo, sobretodo "contenido racista por omisión", es decir, en el cual se omiten partes de la historia de ciertos territorios o grupos étnicos. "Somos muy partidarios de que hay que crear una buena base educativa para evitar la discriminación racial y sus consecuencias, sobre todo en las universidades", explica Santi.
Sobre la situación de discriminación racial en Granada afirma que "hay muchos espacios donde puedes usar tu voz y expresarte sobre el racismo vivido", aun así, cree que "en comparación con otro tipos de espacios reivindicativos de otros grupos sociales, hay una falta de espacios de concienciación antirracista en Granada". Además, añade que en general en la ciudad "la mayoría de personas que vienen de contextos africanos o árabes están mucho más vigiladas, por lo cual, si vigilas a un grupo étnico mucho más va a parecer que cometen más delitos". "Hay una sobre vigilancia en algunos grupos étnicos, son una población objetivo", concluye.
"Asumió que yo no tenía DNI Español y me pidió el NIE o algo"
De forma personal, Santi cuenta que durante su vida él mismo ha vivido varias situaciones racistas. Explica que cuando alquiló su piso en Granada con dos amigos, la propietaria "asumió que yo no tenía documentación española", "me pidió el NIE o algo" añade resignado.
Tristemente, la discriminación racial está muy presente en el escenario inmobiliario de la ciudad, y son muchas las personas que se topan con dificultadas a la hora de alquilar o encontrar un hogar. Santi sigue narrando situaciones que se encontró con la propietaria del piso, y frases que tuvo que oír como "Santi es igual de limpio que su color de piel" o "Pero la persona que vendrá es como Santi o es como tu?" cuando Santi dejó el piso y entró otra persona en su lugar. Palabras, al fin y al cabo, llenas de estigmas y prejuicios.
Asimismo, explica que tiene grabadas en su mente situaciones de discriminación desde que era tan solo un niño. "La policía me quiso identificar cuando tenía tan solo 13 años", dice, "me hicieron preguntas sobre drogas y sobre mi vida y me trataron de sospechoso solo con verme". "De los 15 o 16 niños que éramos solo me llamó a mi el agente de policía" explica Santi, haciendo hincapié en la injusticia de la situación.
Essmail Chakir usó su experiencia personal para ayudar a otros creando 'Amigos de Marruecos'
Essmail Chakir, presidente de la asociación Amigos de Marruecos, se inició en este mundo en 2021, al llegar a la ciudad granadina después de un largo viaje des del Sáhara hasta Canarias, pasando por Málaga y Almería. "Cuando llegué a España vi que las cosas que había imaginado que encontraría no estaban", comentaba, "he echado de menos muchas cosas por parte de entidades sociales y por parte del gobierno".
Essmail cuenta que decidió crear su asociación ya que al llegar encontró una serie de carencias muy importantes que no quería que otras personas migrantes vivieran. "He echado de menos la parte de tener en cuenta la salud mental y también los procesos de formación y estudio", dice, y añade que tampoco se trata con los migrantes "el tema de que se pueden conseguir visados legales para residir en el país". Asimismo, comenta que otra motivación para empezar con su asociación fue "el tema de la islamofobia y racismo que hay presentes". "Hablan de nosotros, de nuestra cultura y de nuestros orígenes como si fuéramos los malos del mundo".
Explica que todas estas carencias sociales le hicieron pensar en iniciar este proyecto para trabajar, sobre todo, la salud mental de las personas migrantes. "Yo he tenido muchas traumas con el mar, y también con las palabras que te dice la gente como: ilegal, moro, inmigrantes", exponía, "vi que faltaba algo".
Específicamente sobre la situación en Granada, piensa que en la ciudad "hay muchas entidades representantes de casi todas las comunidades", y que "hay mucha gente migrante que hoy son líderes en entidades y en el ámbito social", lo cual es algo muy positivo. Relativo a las administraciones públicas "se está mejorando mucho, la verdad [...] cuando hay eventos o charlas siempre están, y en las publicaciones en redes también". Cuenta, que, por ejemplo, "en el 8m había representadas mujeres con velo y de distintos orígenes", lo cual representa un avance muy importante.
Según un informe de la Junta, las comunidades Africanas y gitanas son seguramente las más afectadas, y Essmail lo connota añadiendo que muchas veces, "la gente se olvida de que Marruecos forma parte de África". Comenta que la violencia verbal es la más común, y que "tan solo un 10 o 15% de la discriminación se expresa en acciones de violencia física". "Vete a tu país, moro" o "venís a quitarnos las ayudas", son de las frases más comunes entre aquellos llenos de desconocimiento y prejuicio.
De forma importante, el presidente de Amigos de Marruecos hace hincapié en la importancia de la integración. "La integración y la facilitación de la integración" puntualiza, "tu me tienes que facilitar la integración, no se tienen que cerrar puertas de trabajo, de formación o de empleo". Añade que "a través de los colegios y institutos hay que concienciar" y que desde el ayuntamiento se deberían de organizar "encuentros multiculturales" y "abrir más espacios interculturales en las instituciones públicas".
"La integración no es dejar mi cultura o olvidar de donde vengo, es quedarme con lo que soy pero integrarme en el idioma, la cultura y acerarnos más", expone después de comentar que las instituciones deberían de asumir más seriamente la labor de la integración.
De forma personal, Essmail cuenta que ha vivido varias experiencias de discriminación racial que, de una u otra forma, le han afectado. Explica que cuando fue a la subdelegación del gobierno a sacarse la homologación de bachillerato junto a su pareja "blanca, europea y española", el policía le dijo a ella "tú no hace falta que pases por debajo del arco del control", y en cambio, "a mi me hizo pasar dos veces por el control de seguridad por si tenía algo". Un ejemplo de las muchas cosas que aun quedan por cambiar en la sociedad en cuanto a discriminación racial.
Un día necesario para reivindicar derechos y carencias
Así pues, en este Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial GranadaDigital ha podido hablar con distintas asociaciones que luchan para acabar con el racismo cada día, así como con testimonios que han podido contar sus experiencias repletas de prejuicios, falta de conocimiento y injusticia.
Algo a destacar es el compañerismo, respeto y admiración que todas las asociaciones han mostrado hacía sus asociaciones compañeras. Durante las entrevistas, la mayoría de ellas ha hecho mención a otras organizaciones, alabando su labor y su ayuda mutua. Una muestra de la importancia de los lazos de ayuda que se crean entre colectivos y comunidades y que, al final, demuestran que cuanta más unión, más fuerza.
De la misma forma, para quienes quieran formar parte activa de este día, Granada Acoge propone para este día 'Miradas hacia el racismo de lo cotidiano a lo estructural', una iniciativa que se llevará a cabo este día 21 de marzo a las 18:30 en el Centro de Documentación Científica de la UGR. Por otro lado Antirracismo Granada organiza por la noche en el pub Entresuelo un barril solidario con micro abierto que les servirá para autofinanciar sus futuros proyectos.
Recuperando las palabras de muchos de los entrevistados, concienciar y educar es vital para conseguir sociedades más igualitarias y libres de discriminación. Ya sea mediante libros, charlas, podcasts o experiencias de primera mano, todo el mundo tiene la opción de informarse y así, revisar sus actitudes y comportamientos.