La musicoterapia en el Hospital Virgen de las Nieves: un oficio invisible con fines terapéuticos

Lucía Escolano acompaña a los pequeños ingresados en la planta onco-hematológica pediátrica para apoyarles durante su tratamiento

Lucía Escolano y Oli en una sesión de musicoterapia | Foto cedida por: Lucía Escolano
Lucía Escolano y Oli en una sesión de musicoterapia en el Hospital Virgen de las Nieves | Foto cedida por Lucía Escolano
Alicia Gonçalves
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Bajo el lema 'El ritmo del bienestar', la musicoterapia en Europa sopla diez velas este viernes, 15 de noviembre. Esta disciplina que utiliza sonidos y movimientos con fines terapéuticos, sigue sin estar reconocida legalmente en España, a pesar de estar presente en centros y hospitales como en el Hospital Virgen de las Nieves de Granada. Esta especialidad trabaja en conjunto con los profesionales sanitarios y, a través de la música, trata diferentes facetas de la salud. Algunas de ellas pueden ir desde la gestión u expresión de las emociones hasta la mejora movilidad o la memoria. Esta fecha no es anodina ya que corresponde al aniversario de la creación de la Confederación Europea de Musicoterapia (EMTC) en 1991, pero desde 2014 se celebra este día para visibilizar esta práctica.

Granada no se queda atrás. Entre las batas blancas del Hospital Virgen de las Nieves se desliza una joven con una guitarra colgada a la espalda. Lucía Escolano es musicoterapeuta en la asociación de Madres y Padres de Niños Oncológicos de Granada (AUPA) y trabaja en la planta onco-hematológica pediátrica de este hospital.

La magia opera en el séptimo piso, en una zona decorada de dibujos y ornamentos. La musicoterapeuta toma asiento en la sala de cura y, junto a su guitarra, explica que su oficio se adapta a las necesidades de cada persona. "Hay niños que se necesitan soltar porque están muy nerviosos, otros que necesitan dormir, otros que necesitan expresarse...", empieza Escolano. Aclara que tan solo está presente un par de días a la semana: por las mañanas, momento en el que hay más actuaciones médicas y en las intervenciones más invasivas. En estas operaciones, acompaña a los más pequeños antes y después de la sedación, ya que escuchar su voz les ayuda "porque hay un vínculo terapéutico". "Los niños, cuando se despiertan, escuchan lo que estaban escuchando antes de la sedación y les tranquiliza", explica la musicoterapeuta.

"Ven a Lucía entrar y ya saben que es un momento de diversión", comenta la doctora Emilia Urrutia, onco-hematóloga pediátrica del hospital, mientras explica que intentan no interferir porque "es su momento". La médica no duda en poner en valor la labor de Escolano y piensa que "debería haber un especialista musicoterapeuta en cada unidad de Oncología o en cualquier lugar donde los niños tuvieran ingresos prolongados", sostiene la profesional sanitaria.

La Doctora Emilia Urrutia y la musicoterapeuta, Lucía Escolano delante de la sala de curas | Foto de: Alicia Gonçalves

La doctora Emilia Urrutia y la musicoterapeuta Lucía Escolano delante de la sala de curas | Foto: Alicia Gonçalves

El oficio de musicoterapeuta es precario, según las palabras de la representante de España en la EMTC, Catherine Clancy. Esto se debe, en parte, a que la profesión no está reconocida como profesión sanitaria ni tampoco está regulada o acreditada en España a diferencia de otros países europeos. "No se puede acceder a empleos públicos y no hay protección. Si se consigue un trabajo con sueldo, es una suerte increíble, sino se debe de trabajar como autónomo", explica Clancy. Un reconocimiento de la disciplina es prácticamente imposible, continúa la experta en musicoterapia, ya que se requiere, entre otros aspectos, estudios científicos que prueben que no impacta negativamente en la salud. "El problema que hay en España es que se ha intentado mirar este tema bajo el enfoque de malas praxis, se ha investigado y se ha decidido que la musicoterapia no tiene bagaje científico ya que no hay nada que diga que no es dañino para la salud. A pesar de que hayan estudios que muestren los beneficios, entonces no se puede avalar", termina Clancy. En 2021, el Ministerio de Sanidad lanzó el plan #CoNprueba que pretende proteger la salud de la sociedad frente a las pseudoterapias. En los diferentes análisis se investigó el uso de la musicoterapia para combatir el estrés, ansiedad y la depresión. El estudio realizado en 2022 por el Instituto Aragonés Ciencias de la Salud ha concluido la imposibilidad de formular "recomendaciones a favor del empleo" de la musicoterapia para luchar contra estos casos.

Lucía Escolano asegura este servicio en planta por un convenio firmado entre el hospital y la asociación AUPA. Por este motivo, acompaña en el día a día de los pacientes más pequeños. "Ella es como de la familia, no sé qué hubiera sido de nosotros sin ella, la verdad", explica Mari Carmen Ruiz, madre del pequeño Oli de ocho años. La familia ha estado en el hospital durante un año y ha vivido la experiencia por primera vez allí. Con la musicoterapia, las esperas se les hicieron más cortas y vieron un cambio de ánimo en su hijo, recuerda Ruiz, mientras continúa explicando que Lucía estuvo incluso presente en la escuela de Oli para explicar a sus compañeros, mediante la música, lo que le estaba ocurriendo.

Sentados en la terraza de una cafetería cercana al hospital, la madre explica que su hijo temía las intervenciones y que esta disciplina le ha ayudado mucho. "Tiene unas maracas que aspiran los miedos y también toca el djembé", comenta Ruiz mirando a su retoño. Este tipo de terapia ha marcado sus vidas y también ha sacado la vena más artística de Oli, que ha publicado una canción en YouTube llamada 'Yo soy un crack' y que ya está preparando otra más. Ahora mismo, el 'crack' realiza controles rutinarios. Mientras que la madre acaricia su pelo, explica con una sonrisa que "lo más duro ya ha pasado".







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