Encuesta | Granada opina en el Día Mundial de la Tapa: ¿Debe seguir siendo gratuita o se debe cobrar?
GranadaDigital sale a la calle para conocer la opinión de la ciudadanía y de los hosteleros sobre esta ya asimilada tradición granadina
Este viernes 16 de junio, España celebra el décimo aniversario del Día Mundial de la Tapa, iniciativa que nace desde la Asociación Saborea España y que agrupa a 26 destinos turísticos del país. La tapa es, sin dudas, uno de los atractivos característicos de la cultura española que ponen en valor la gastronomía nacional. Y más aún en Granada donde casi no se concibe la consumición sin la tapa de acompañante, ¿O sí?
Aunque se trata de un aspecto cultural y característico de Granada, desde hace ya varios años se ha planteado el debate de si este “detalle” o "valor agregado" debe seguir siendo gratuito o es preferible antepone la calidad del producto sobre la cantidad, y de esta forma, valorar la importancia gastronómica de la tapa y pagar por ella, como en el resto de España.
El propio alcalde en funciones de Granada, Paco Cuenca, mencionaba en marzo de 2022 en el certamen ‘Saborea sin prisa’ celebrado en el Palacio de Congresos, que “las tapas hay que pagarlas porque son alta gastronomía, como se ha demostrado”.
Es por eso que en GranadaDigital reabrimos el debate y salimos a la calle a preguntar a la ciudadanía y a los hosteleros en distintos barrios: ¿La tapa debe ser gratuita con la consumición o se debe cobrar?
¿Qué dice la ciudadanía?
Preguntando a la ciudadanía por cual era su tapa favorita, la respuesta no pudo ser mínimamente homogénea, algo que resalta la amplia variedad gastronómica de la tapa granadina. El serranito; el chorizo con morcilla, huevo y patata; bacaladilla con col; el arroz; la morcilla; tortilla de patatas y los boquerones, fueron algunas de las mencionadas.
Respecto a si la tapa debería seguir siendo incluida con la consumición, o si se debería cobrar por ella, la respuesta fue algo más rotunda. La tradición se debía mantener. Eso sí, algunos de los entrevistados aportaron ciertos matices. Francisco, por ejemplo, sentado en un bar de La Chana dice que algunas pueden ser gratuitas "como toda la vida", pero "si quieres más categoría tienes que pagarla, como una media ración". Además, justifica: "Un bocadillo con la tapa toda la vida ha sido gratis. ¿Por qué ahora va a ser pagada?".
En esa línea, Noa opina que la tapa debe ser gratuita, pero "la gente que busque comer más elaborado tiene las raciones o el menú, pero Granada se conoce por las tapas". Para Mercedes, si bien dice que las tapas deben seguir siendo incluidas en la consumición porque "vienes a Granada y la tapa es así", agrega que "de todas formas, yo creo que la tapa sutilmente está cobrada" en el precio de la bebida.
Juan Pablo, estudiante de Almería en la UGR, es de la idea de que la tapa es una costumbre que no se puede perder. "Eso da autenticidad a lo que es Granada y los pueblos cercanos. Debería ser gratis".
Cerca de la Catedral, en una zona más turística, Sarai, que viajó con su familia desde California, comenta que las tapas en Granada son un atractivo turístico: "Precisamente por eso estamos aquí. Hemos venido desde California a Granada porque las tapas son gratis y es el único lugar en el mundo".
Entre los entrevistados, el único que mostró su aprobación a cobrar por la tapa fue Francisco, quien sentado en un bar de Avenida Constitución es más drástico al decir que "la ruina de la restauración en Granada es la tapa porque nadie pide raciones. Las ponen cada vez mejores y más cantidad y van en contra de lo que debería pasar". También propone que si no se cobran, entonces "no ponerlas tan grandes o poner otra cosa más sencilla. Así la gente prueba más las raciones u otro tipo de cosa".
¿Y qué opinan los hosteleros?
Por parte de los hosteleros y trabajadores de distintos bares hay opiniones más dividas. Si bien la mayoría sí coincide en que, por tradición, la tapa debería ser gratuita, pero algunos plantean una opinión más moderada. Por ejemplo, apuntan que es una buena idea ofrecer tapas gratis, pero que sí que otros platos más elaborados o más gourmet deberían cobrarse. Por su parte, los detractores apelan a la rentabilidad para el bar y promover la gastronomía granadina.
La ruta comienza por Villarejo y Víctor, del local El Marquesado, cree que la tapa sí debería cobrarse, aunque agrega que "en Granada si no pones tapas la gente no vendría al bar, pero si las cobraras sería un poco más rentable. Tienes que vender mucho para sacarle dinero a las tapas".
Ángela, trabajadora de La Bodeguita, en La Chana, está de acuerdo en que la tapa vaya con la consumición, pero "sí que mucha gente no valora el esfuerzo y el coste que es poner una tapa con la consumición y exigen demasiado. Si quieres una tapa mucho más elaborada, con tus gustos, más gourmet, sí creo que se debería pagar", opina. "Nosotros, por ejemplo, las tapas especiales como el alpujarreño se paga un euro más, pero las otras no se pagan. Es una costumbre y una tradición que tenemos que no se debería de quitar", concluye.
También en La Chana se encuentra El Jardín de las Brasas, donde Alberto es partidario de mantener la tradición: “Debe ser gratuita. Ya estamos acostumbrados. Si la quitan, pocas tapas se van a vender. Por una tapa más elaborada ya tienes que cobrar como si fuera una ración".
La encuesta se traslada a la zona de La Caleta, donde Diego, que trabaja en Casa Torcuato, opina que "así como está ahora está bien. La gente no se queja, los negocios están bien. No hace falta cambiarlo". Eso sí, apunta a que depende de cómo lo vean los dueños de cada lugar. Un par de metros más allá, Jonathan, de Peaberry, enfatiza en que el hecho de que la tapa sea gratis "pone en valor la gastronomía granadina porque es algo cultural y el empresario ya debería tenerlo incluido todo en el precio de la bebida. Es parte de la cultura y creo que debería ser gratis".
La calle Gonzalo Gallas es famosa por sus bares y restaurantes con grandes tapas donde acuden principalmente los estudiantes. Aquí Sandra, del Native, comenta que ellos tienen un precio por la bebida con la tapa incluida, pero si el cliente no quiere la tapa, entonces se le ajusta el precio de la bebida. "Respetando la tradición granadina debería ser gratis. Pero eso depende de cada local y del criterio del dueño y el costo de la bebida. Los precios varían mucho de un bar a otro", señala.
Llegando al centro, en la plaza de la Romanilla se encuentra Los Manueles (Catedral), donde uno de sus camareros, Paco, reconoce que si bien hay muchos sitios que quieren quitarla, ellos siguen incluyendo la tapa con la bebida. También, no ve conveniente que deje de ser así "porque en Granada si no pones tapa con las bebidas no sería lógico. Aquí protestarían porque es lo típico, una tradición: aquí es la bebida con su tapita. Viene incluso gente de afuera exigiendo la tapa".
Por su parte, en Rollo, a pasos de la Catedral, Rubén es uno de los opositores a que la tapa sea incluida en la bebida. Comenta que en el bar no tienen carta de tapas como tal, "pero al estar en Granada ponemos una tapilla". En esa línea, agrega: "Yo pienso que la tapa debería ser aparte de la bebida. Lo que sí se debería promover más es el hecho de comer. La tapa es algo obligatorio por estar en Granada, pero al menos por nuestra parte no estamos a favor", concluye. Las opiniones son muy variadas, aunque si algo queda claro es que la esencia de la ciudad pasa por la tapa, Granada no se entiende sin ella y eso será algo difícil de cambiar.