Diario de un motrileño ganador en los Goya: "Todos alucinaban con los granadinos y eso me llenó el pecho"
Chechu Ramírez, autor de la idea original de Cafuné, ganador del Mejor Cortometraje de Animación, vive en una nube desde la noche de la gala
![Chechu Ramírez Goya](https://www.granadadigital.es/wp-content/uploads/2025/02/MixCollage-11-Feb-2025-07-58-PM-3867-1010x673.jpg)
Granada ha iniciado esta semana con el dulce regusto que han dejado las semanas previas a la gala de los Goya y la gala de entrega de los premios en el Palacio de Congresos. Si hay un paisano de la provincia que continúa en una luna de miel tras la fiesta del cine español es Chechu Ramírez. El motrileño, autor de la idea original de 'Cafuné', ganador del Mejor Cortometraje de Animación, se encuentra en una nube tras la noche del sábado. Su felicidad no reside únicamente en ser participé de un Goya, pues vivirlo en su tierra rodeado de sus seres queridos es algo que no se podía pedir a la carta. Como decía el gran Andrés Montes, porque la vida puede ser maravillosa.
Chechu atiende la llamada de GranadaDigital ya en Pamplona. Allí regresó este domingo para retornar el lunes al trabajo en un estudio donde "no cabemos dentro de nosotros". "Estamos muy felices. Sobre todo por la acogida de la gente, como nos están arropando y el cariño que nos están demostrando", celebra.
El dibujante asegura que lleva desde el domingo sin parar de responder mensajes de agradecimiento. "Después del premio tenía 200 mensajes en WhatsApp e Instagram echando fuego. Cada vez que contestaba, llegaban más", declara. Su madre pudo estar cerca de él en la vivienda de uno de sus hermano en el Zaidín, que se encuentra a unos diez minutos del hotel donde él se alojó en la noche del sábado. En la mañana del domingo, inmortalizaron el gran momento con una foto de ambos con el cabezón.
Vivencias de un granadino orgulloso
El camino a la gran noche no fue precisamente de rosas para Chechu y la expedición representante de 'Cafuné'. Los nervios previos y la escala previa en Madrid antes de llegar a Granada supusieron poco descanso. "Bajamos y nos encontramos con todas las escoltas de Guardia Civil y Policía en el aeropuerto. Flipamos un poco. Llegamos al hotel a todo correr. Al final no te da tiempo a asimilar mucho porque vas corriendo de un sitio a otro", manifiesta el motrileño. Antes de salir al Palacio de Congresos tuvo la oportunidad de coincidir con figuras como el polifacético C. Tangana, el guitarrista Yerai Cortés o Mabel Lozano, nominada también en la categoría de Mejor Cortometraje de Animación por 'Lola, Lolita, Lolaza'.
Estar dentro del gran evento permite apreciar la visión de otros protagonistas. Chechu pudo percatarse de que "la gente de Granada fue maravillosa" en su acogida. "Me lo dijeron todos mis compañeros y toda la gente que yo escuché. Cuando nos bajamos del autobús en el Palacio de Congresos la gente lo daba todo. Estaban alucinando con los granadinos y eso me puso muy feliz porque siendo de allí me llenó el pecho", recuerda.
Tras la euforia del recibimiento, llegó el bajón de tener que estar dentro de Congresos "cinco horas antes de que empiece la gala". El granadino reconoce que fue "un poco duro", pero lo afrontó como "una sensación distinta" hasta el arranque de la gala. Durante la misma, destaca actuaciones de artistas como Alejandro Sanz o Lola Índigo y algunos de los discursos que le calaron más hondo, como el del guionista Eduard Sola con un gran agradecimiento a las madres. "Fue precioso. Al final no se les pone en los lugares que se merecen y gracias a las madres y a las mujeres estamos donde estamos", opina.
Momento ganador
Las categorías comenzaron a sucederse hasta que llegó el momento en el que 'Cafuné' estaba entre las nominadas. "Recuerdo que le decía a mis compañeros 'los que están ganando están como por nuestra zona'. Había sido una señal. De repente, el cámara se fue como para el otro lado y dije 'no me jodas'", expone Chechu. En medio de esa confusión generada dentro de sus propias sensaciones, se anunció al corto como vencedor de su categoría. Saltos, abrazos y felicidad desbordada entonces.
Chechu subió al escenario acompañado de la muñeca que representa la de Alma, la pequeña protagonista del cortometraje. Con ella mando besos a su familia antes de hacer el gesto de un corazón a su pareja, una bonita promesa cumplida. Con la estatuilla ya en manos del equipo, tocaba disfrutar de la gran noche de fiesta, que contó con Carlos Areces como DJ. El dibujante llegó a su hotel a las 05:00 horas tras 23 horas despierto y un sinfín de emociones que terminaron de la mejor forma posible. Antes de viajar a Pamplona, el artista tenía claro que quería disfrutar de un tapeo en el Zaidín, un adiós magnífico a su tierra, donde cumplió mucho más que un sueño.
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