Diego Martínez, 19 días y 500 noches
Como la canción de Sabina, la huella del gallego en el Granada ya se antoja imborrable
Decía Diego Martínez el día de su renovación que sus últimos 500 días, los mismos que lleva al frente del Granada CF, habían sido 500 días de felicidad, algo que, según él mismo, era muy complicado para un entrenador. Aunque felices, probablemente esos 500 días hayan sido, además, 500 noches muy complicadas, pues por todos es conocido el nivel de exigencia al que se somete a sí mismo, a su cuerpo técnico y, por su puesto, a sus jugadores.
Dentro de esos 500 días, reconoció, ha habido muchos llenos de luces: Mallorca, Albacete, Málaga, Córdoba, el Bernabéu hace mes y medio, etc. Y también otros con sombras, como la derrota en Getafe, de la que anoche hizo 19 días, exactamente. Esa noche, como en la emblemática canción del genio de Úbeda, el conjunto nazarí se quedó ladrando a las puertas del cielo, pues perdió el liderato. Días después, Portu dejó con la miel en los labios a un Granada con escarcha en el pelo una semana más tarde en Valencia.
Lejos de acompañar a la cofradía del Santo Reproche en su romería, la afición del equipo rojiblanco ha templado sus pulsaciones y da ahora mucho más valor a los 20 puntos cosechados por los pupilos de Diego Martínez. El respetable de Los Cármenes ha madurado y, a pesar de haber copado titulares y tertulias durante los dos primeros meses de competición, sabe que su equipo se batirá el cobre por jugar el próximo curso en Primera y ha abrazado el discurso del técnico vigués, que promulga la salvación como único objetivo de la temporada.
Diego, por su parte, ha hecho desaparecer la fama de ‘tritura entrenadores’ que tenía la casa rojiblanca antes de su llegada. Por primera vez en mucho tiempo, la cabeza visible del proyecto es un entrenador que ha dado un giro al rumbo del equipo, que se identifica con los valores del escudo que defiende y que ha conseguido que su hinchada lo haga con el juego desplegado por su plantel. Lo de Diego con el Granada viene de lejos, aunque la relación se consolidara hace tan solo 500 días. Que dure muchas noches más.