Diez consejos para controlar el asma

Si bien el asma es una enfermedad crónica que no tiene cura, el paciente puede llegar a controlarla hasta el punto de poder disfrutar de una calidad de vida similar a la de una persona no asmática

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El asma, que el próximo martes día 5 celebra su Día mundial, afecta a unos 235 millones de personas en el mundo, según datos de la OMS. El control de los síntomas de esta patología crónica permite a quienes la padecen llevar una vida normal.

En España, esta patología afecta al 5% de la población adulta
-con mayoría de mujeres-, y al 8-10% de los niños, según datos de la 'Guía Española para el Manejo del Asma para Pacientes', aunque podrían ser mucho más altas, ya que según el Estudio Europeo de Salud Respiratoria, un 52% de las personas con asma en España no han sido diagnosticadas y hasta un 26% de estas no recibe ningún tratamiento, a pesar de sufrir síntomas con frecuencia.

Sus manifestaciones más habituales son silbidos y dolor en el pecho, disnea o sensación de ahogo y tos, como explica la doctora Aurora Garre, asesora médica de Cinfa.

Aunque "la predisposición genética es el factor más importante que influye en la aparición del asma" --recuerda--, las sustancias o circunstancias que pueden desencadenar la enfermedad son numerosas: "Desde cualquier tipo de alérgeno (el polen, el polvo, los ácaros o el pelo de los animales), hasta el humo del tabaco o la práctica de actividad física. También puede ser provocada por infecciones respiratorias, la menstruación, embarazo e incluso por problemas atmosféricos como tormentas", apunta.

Si bien el asma es una enfermedad crónica que no tiene cura, el paciente puede llegar a controlarla hasta el punto de poder disfrutar de una calidad de vida similar a la de una persona no asmática. Para lograrlo, normalmente es necesario seguir un tratamiento farmacológico que, a menudo, se toma mediante inhaladores, aunque también pueden administrarse vacunas que contengan el alérgeno responsable del asma para 'desensibilizar' al paciente.

"En todo caso, además de seguir fielmente el tratamiento indicado por su médico, la persona asmática debe reconocer los desencadenantes de su asma y saber cómo evitarlos en su entorno", recalca la doctora Aurora Garre.

Para controlar mejor la enfermedad, la doctora Garre resumen en diez los consejos más importantes:

1. Evita los alérgenos que más te afecten.

Debes mantener tu entorno libre de las sustancias que pueden empeorar tu asma, como el polvo, los ácaros, hongos o el pelo de los animales. Recuerda también que alrededor del 10% de los adultos asmáticos son intolerantes a la aspirina y a los antiinflamatorios no esteroideos como el ibuprofeno.

2. Realiza ejercicios respiratorios habitualmente.

Aprende y practica de manera regular ejercicios que te ayuden a controlar la respiración y la ansiedad cuando llegue una crisis. Si esta se produce, toma la medicación, busca una postura cómoda -generalmente sentado con los brazos apoyados en una mesa o barandilla-, relájate, saca el aire con los labios fruncidos y respira sin ansiedad, sirviéndote del abdomen.

3. Sí al deporte, pero con precaución.

Que el asma no te limite a la hora de hacer deporte, pero siempre realiza ejercicios de calentamiento y estiramiento antes de comenzar a practicar cualquier actividad física e incrementa poco a poco la intensidad del ejercicio, con el fin de preparar las vías aéreas para el esfuerzo. Debes saber que los deportes en ambientes húmedos como la natación o en salas cerradas y cálidas están más indicados para los asmáticos. Si sufres asma de esfuerzo, tu médico puede recomendarte una medicación específica.

4. No fumes y aléjate de los ambientes con humo.

El tabaco es uno de los desencadenante del asma, porque incrementa la inflamación bronquial. Por lo tanto, no fumes y tampoco permitas que lo hagan cerca de ti.

5. Llévate el sentido común cuando viajes.

Siempre que el asma esté bien controlado y sea estable, una persona asmática puede viajar como cualquier otra, pero ha de llevar consigo siempre sus medicamentos habituales, el plan de acción por escrito que ha elaborado con su médico y los medicamentos que puede necesitar en caso de empeoramiento o crisis.

6. Toma todos los días tu medicación, incluso aunque no sufras síntomas.

Para lograr controlar tu asma y disfrutar de una buena calidad de vida, es muy importante que tomes la medicación que tu médico te haya prescrito en la dosis, frecuencia y duración indicadas.

7. Nunca abandones el tratamiento por tu cuenta.

Comenta a tu médico cualquier duda que puedas tener sobre cómo seguirlo o tus posibles temores ante efectos secundarios -muy poco probables-, pero nunca dejes de tomar la medicación por iniciativa propia.

8. Consulta siempre a tu médico antes tomar nuevos fármacos.

Nunca te automediques e informa a tu médico de nuevas prescripciones que otros especialistas hayan podido indicarte. En todo caso, comunica siempre a tu farmacéutico, dentista y médicos tu condición de asmático.

9. Aprende a usar bien tu inhalador.

Los pasos son: abrir el dispositivo, prepararlo (agitarlo, rotarlo o cargarlo), vaciar tus pulmones de aire, bloquear la respiración, colocar el orificio del inhalador en la boca, inhalar a fondo, contener la respiración de cinco a diez segundos y volver a respirar con normalidad. Si el medicamento contiene corticoide, debes enjuagarte la boca al terminar.

10. Aprende a reconocer y actuar ante las crisis.

Pide a tu médico que te enseñe a detectar los síntomas de empeoramiento -para lo que a veces puede ser necesario un medidor de flujo espiratorio- y elabora con él un plan de acción escrito, que te indique con exactitud cómo debes reaccionar en caso de una crisis grave: aumentar la dosis de medicamento, tomar otro nuevo o acudir a Urgencias.