Diputación organiza talleres en 67 municipios para evitar consumo de alcohol en menores
En el Día Mundial sin Alcohol, el Centro Provincial de Drogodependencias y Adicciones recuerda que la familia es el pilar clave en cualquier intervención preventiva y principal responsable de la conducta de los menores
El Centro Provincial de Drogodependencias y Adicciones, dependiente de la Diputación de Granada, ha puesto en marcha en la provincia una campaña de concienciación dirigida a las familias para luchar contra el consumo de alcohol en menores.
La iniciativa, cuyo arranque coincide con el Día Mundial sin Alcohol declarado por la OMS (Organización Mundial de la Salud), se concretará en el desarrollo de talleres formativos en 67 municipios de la provincia, que estarán orientados a padres, madres y familiares para enseñarles cómo reducir los factores de riesgo y fortalecer los factores de protección, consolidando los lazos familiares.
En estos talleres se muestran habilidades de interacción familiar, a fijar expectativas claras, a supervisar la conducta de sus hijos, y a mantener las normas y otros aspectos específicos del consumo de alcohol y otras sustancias.
“Es muy importante que las instituciones se impliquen en prevenir, sensibilizar, informar y formar en torno a esta cuestión a través de familia, escuela, comunidad, medios de comunicación y ámbito laboral”, ha señalado la diputada de Bienestar Social, Olvido de la Rosa, que ha recordado que la familia “es el pilar clave en cualquier intervención preventiva, la principal responsable de la conducta de los menores”.
Para la diputada, “muchos padres toleran el consumo de alcohol de sus hijos e hijas, porque desconocen los riesgos de este consumo y minimizan sus consecuencias, porque su uso forma parte de nuestra cultura y está socialmente aceptado”. “Eso es algo que hay que ir modificando”, ha explicado.
Por su parte, la directora del Centro Provincial de Drogodependencias y Adicciones, Blanca Molina, ha destacado que “es importante enseñar comportamientos y hábitos saludables, autonomía para promover una comunicación y un clima familiar afectivo y respetuoso; establecer normas coherentes y límites adaptados a la edad, y saber tomar decisiones de manera responsable”.
“Cuando existen consumos o sospechas, hay que aprender a actuar con prudencia, sabiendo valorar la dimensión para poder actuar con sensatez; tampoco debemos actuar con indiferencia, es importante conocer sus motivos y la cantidad que ha ingerido para valorar los riesgos”, ha afirmado Molina.
La responsable del centro ha precisado, por último, que los padres y madres “además de sentir miedo o preocupación por las conductas de consumo de sus hijos, deben de prevenirlas”. “No existen fórmulas mágicas al respecto, pero sí pautas de actuación que pueden ayudarles en esta difícil tarea”, ha subrayado.