Diputado 176
Cuando escucho a los diputados del PNV glosar el acuerdo que le han arrancado al gobierno del Partido Popular y la petición que ha soltado el diputado canario para completar los 176 necesarios para la aprobación de estos presupuestos, es imposible no pensar en los tres diputados por Granada con los que cuenta el Partido Popular y el diputado por Granada de Ciudadanos.
Los diputados del PNV y canarios votarán SI a esos presupuestos tras cumplir el cien por cien de sus objetivos mientras los cuatro granadinos ¿votarán SI por obediencia debida a su partido o uno de ellos decidirá echarse al monte y ser ese diputado 176 que luche por uno de los múltiples objetivos que Granada lleva tiempo reivindicando?
En la empresa cuando definimos los objetivos de un período decimos que deben cumplir con las especificaciones MARTE. Deben ser Medibles, Alcanzables, Realistas, Temporales y Específicos. ¿Es medible que alguno de esos diputados trinque por el gaznate al gobierno y a su partido y exija, por ejemplo, la reconexión ferroviaria por Moreda para dar su SI? Claro, eso se hace o no así que es medible. ¿Es alcanzable que uno de cuatro decida pensar en Granada y no en su partido? Me temo que no. Antes se hubiese salvado este Granada que hemos sufrido durante toda la temporada. ¿Es realista que uno de los diputados Salvador, de Santa Ana, Rojas o Pérez sacrifiquen su carrera política por su dignidad como granadinos? Claro que no. Siempre antepondrán su carrera a Granada. ¿Es temporal ese objetivo? Sí, en pocos días los cuatro diputados que tienen la sartén por el mango se retratarán ante Granada. ¿Es específico? Por supuesto, algo tan simple como exigir la reconexión por Moreda, la variante de Loja y una entrada digna en Granada es tangible y puede ser reflejado blanco sobre negro con la firma del señor ministro de la Serna a cambio del diputado 176.
Dadas las circunstancias para una empresa no sería un objetivo conseguir que uno de los cuatro diputados granadinos se revelase pero Granada no es una empresa y debemos exigirles a los cuatro diputados que hagan lo inalcanzable alcanzable, lo irreal real. Debemos pedirles que escuchen una y otra vez al portavoz del PNV narrar lo conseguido por su pueblo y luego ante el espejo se pregunten si tienen el coraje suficiente para ser el diputado 176. Lo sé, ni es realista ni alcanzable pero sería histórico.