El director del Arqueológico trabajará por la difusión de colecciones que "hoy son completamente desconocidas"
El profesional ha reivindicado la riqueza de los fondos conservados en el centro y por la restauración de las piezas más importantes
El nuevo director del Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, Manuel Ramos, ha reivindicado la riqueza de los fondos conservados en este centro y ha apostado por llevar a cabo un intenso proceso técnico que, mediante una mejor catalogación y la restauración de las piezas más singulares, permita poner en valor colecciones que "hoy por hoy son completamente desconocidas para el público". Junto a ello, aboga por ampliar todo lo posible las actividades complementarias del museo para mejorar su proyección a la sociedad.
En una entrevista a Europa Press, Manuel Ramos comenta que la naturaleza del Museo Arqueológico ha ido cambiando en las últimas décadas "de forma tal vez poco perceptible para el público general" y la inmensa mayoría de los fondos que custodia "ya no son aquellos que en el pasado llegaron a consecuencia de hallazgos casuales, compras, donaciones o excavaciones arqueológicas llevadas a cabo por aficionados, si no que provienen de excavaciones arqueológicas sistemáticas realizadas por grupos de investigación que han puesto sobre la mesa un acervo científico completamente nuevo".
También y aún en mucha mayor medida, el grueso de los fondos conservados procede de la enorme cantidad de intervenciones arqueológicas de urgencia llevadas a cabo desde 1984, cuando la comunidad autónoma asumió las competencias en materia de cultura por una larga nómina de arqueólogos profesionales, con aportaciones recientes de la arqueología urbana como la villa romana de Los Mondragones o el criptopórtico romano de la calle Gumiel.
El director del museo mantiene que esta "cantidad ingente de materiales requiere de un laborioso proceso técnico para que finalmente unas colecciones que hoy por hoy son completamente desconocidas puedan ser puestas en valor" y ahí es donde cree que su experiencia "puede ser de utilidad".
Respecto a las asignaturas pendientes, reconoce que la solución arquitectónica definitiva para convertir al Arqueológico en una institución adaptada al siglo XXI "tomará su tiempo" pero entretanto aboga por "ir dando los pasos necesario para que esté preparado para afrontar las grandes reformas cuando puedan acometerse finalmente".
"La exposición permanente de un museo es solo el extremo emergente de un iceberg que no puede nunca lucir como es debido si las partes sumergidas no gozan de buena salud, si la sala de máquinas no está bien engrasada y en perfecto estado de funcionamiento. Así, debe mejorar la catalogación y estudio de sus fondos, dotarse de unos almacenes adecuados y restaurar debidamente lo más singular de sus colecciones", según relata Manuel Ramos.
Junto a ello cree que el centro debe mejorar su proyección a la sociedad granadina ampliando cuanto sea posible las actividades complementarias para alcanzar tanto a su público actual como al potencial, ya sea turístico, escolar o familiar. También aboga por prestar especial atención a los públicos con necesidades especiales y a públicos "de interés", como guías turísticos, recepcionistas de hotel o taxistas que pueden hablar al visitante de este recurso cultural y turístico.