Pablo Pin: "Es bueno soñar con grandes objetivos, pero sin perder la cabeza"
Pablo Pin y Alejandro Bortolussi mantienen los pies en el suelo para hablar del ascenso y auguran una temporada complicada por el coronavirus
No solo del fútbol vive el deporte granadino. El Covirán Granada ha ido escalando desde el fondo del baloncesto español para llegar hasta la categoría de plata. En esta nueva temporada, el cuadro rojinegro ha conseguido formar un equipo que ilusiona mucho y que aglutina la continuidad de un bloque sólido con fichajes de gran renombre para reforzar todas las posiciones. Pablo Pin, entrenador del Fundación CB Granada, y Alejandro Bortolussi, capitán del equipo, charlaron con Juan Prieto, Ainoa Morano y Jero Camero.
“Es bueno soñar con grandes objetivos pero sin que se nos vaya la cabeza. Hay que poner mucho trabajo porque es una situación complicada y extraña para todos”. El técnico rojinegro no se esconde, sabe que la oportunidad que tiene el equipo este año es grande, pero prefiere no mirar a tan largo plazo. También puso un poco de pausa Bortolussi. Para el argentino, se trata de “una liga a corto plazo porque nunca se sabe qué puede pasar”.
Lo único que parece claro para todo el mundo que la situación que se está viviendo a nivel global solo hace que la concentración por parte de los deportistas tenga que ser el doble. Para Pin, la “adaptación a la situación” será la clave y tratar de encontrar siempre “el lado positivo para aprovechar el momento al máximo”. Pese a que hasta ahora todo se ha desarrollado con más o menos normalidad, siempre planea la incertidumbre en las cabezas de los jugadores y la directiva.
“Siempre está ese miedo, cada vez que llega el día de las pruebas, porque no sabes qué es lo que va a pasar”, comentó Bortolussi. A pesar de los jugadores son “responsables y no hacen nada fuera de lo corriente” el contagio puede llegar en cualquier momento. “Incluso bajando al supermercado le puede tocar a uno”, aseguró el ala-pívot. Aunque, más allá de todo lo deportivo, ambos coinciden en que la principal preocupación pasa por el ámbito familiar.
No solo en el día a día en la ciudad de Granada ha cambiado el modus operandi del Covirán la pandemia que ha provocado el COVID. Los miembros del equipo sufren sus consecuencias en cada expedición que deben hacer lejos de casa. “Llegamos al hotel y ni siquiera podíamos salir a estirar las piernas”, comenta Pin e insiste en que lo único que le queda es “intentar ver la parte positiva y si nos tenemos que quedar en el hotel, al menos descansar”.
Pero dejando de lado todo lo referente al coronavirus, Pin cree que las sensaciones son positivas. De acuerdo con el técnico rojinegro, esto se debe, entre otros motivos, a que los recién llegados han conseguido adaptarse con rapidez al club. “El grupo está muy unido”, apostilla el ‘4’ argentino, “y todo el mundo tiene claro el objetivo común y se ha sumado al carro”.
Pese a la última derrota en Lleida, el equipo ha dado muy buenas sensaciones con jugadores promediando unos números de valoración muy altos en estos tres primeros encuentros. Aun así, Pin asegura que aún hay margen de mejora para algunos de sus jugadores “que necesitan llegar a un mejor momento de forma física”. Para el entrenador aún hay elementos por pulir en este nuevo equipo y el mejor juego posible aún no ha terminado de verse.
Uno de los puntos clave para llegar ver el potencial completo del Covirán es la comunicación. Los jugadores rojinegros en más de una ocasión han hablado de lo que supone tener a Pablo Pin como entrenador y todos coinciden en el mismo punto. “Tener un entrenador joven te da confianza en lo personal. Además es una persona que escucha mucho lo que tenemos que decir y eso se agradece”, señala el argentino.
El Covirán es un equipo que tras tres partidos ilusiona, pero al que todavía le queda margen de mejora para encandilar y, por qué no, soñar con ascender a ACB. El deseo de un camino que se inició en Liga Nacional que se ha ido construyendo poco a poco hasta convertirse en una referencia del deporte granadino.