Disfruta de un verano sin quemaduras solares
La exposición prolongada al sol puede provocar manchas, arrugas e, incluso, cáncer de piel
Tumbado en la playa, por fin te sientes descansado. Adiós a las preocupaciones y a las obligaciones, ahora mismo solo estáis tú, el sol y el mar. Entonces empiezas a notar cómo el calor se va apropiando de tu piel. “¿Debería echarme crema? Bahh, para qué, si nunca me quemo”, acabas pensando. Error. Una de los principales problemas dermatológicos que aflora con el verano son las quemaduras solares.
Un suceso que provoca que la aparición de arrugas, manchas e, incluso, cáncer de piel sea una posibilidad más que probable, tal y como afirma el dermatólogo Vicente Delgado Florencio.
La principal causa de que año tras año más personas acudan al especialista por quemaduras solares no es otra que la imprudencia, según señala el doctor. “La gente ya no es prudente. A nadie se le hubiera ocurrido en el pasado estar tanto tiempo al sol y más sin protección, pero hoy en día la gente no piensa en las consecuencias. Incluso cuando están rojos y quemados se alegran porque creen que eso les acerca a la piel bronceada, pero no caen en que las consecuencias pueden ser nefastas”, recalca al respecto el especialista.
Los principales síntomas de que has tomado más sol de la cuenta son la aparición de enrojecimiento y ampollas, hinchazón de la piel, dolor, escalofríos y fiebre. ¿Quién podría pensar que de un tranquilo día de playa se sucederían unas consecuencias de este calibre?
“Es muy importante que la gente sepa que si tomas el sol en exceso, en la edad adulta te van a aparecer manchas, arrugas y cáncer de piel. Entonces, si estás mentalizado y aceptas tenerlo de adulto, sigue tomandolo, pero, si no quieres, procura no tomar tanto sol”, aclara Vicente Delgao.
Para evitar que el sol haga de nuestro verano un molesto sufrimiento, Delgado Florencio aconseja llevar ropa, siempre que sea posible, para estar completamente protegido de los rayos solares. Pero si te encuentras en un lugar como la playa o la piscina en la que es común estar en ropa de baño, es imprescindible que te eches protección solar del 50 y te la pongas con frecuencia –cada media hora aproximadamente- ya que su acción suele desaparecer con el agua o el roce.
Y una cosa se muestra como fundamental: huye de estar al sol en las horas donde sus efectos son más intensos: de 12:00 a 16:00.
Si ya es tarde para imponer estos consejos porque tu piel ha mutado a un efusivo rojo, no te preocupes. Si se trata de una quemadura de sol cotidiana, con un paño de agua con sal frío el hinchazón y escozor bajará con mayor facilidad. Además, los especialistas aconsejan evitar el contacto con el sol hasta que tu piel vuelva a la normalidad, beber en abundancia agua y líquidos para hidratarte e, incluso, si el dolor empieza a ser incipiente hacer uso de analgésicos como Ibuprofeno.
Pero si la quemadura ha llegado a tal punto que ha hecho aparecer en tu cuerpo ampollas, lo mejor es que te dirijas a un dermatólogo para que te mande una crema con corticoides que haga que esa molestia desaparezca.
Así, disfrutar de un verano sin complicaciones será sencillo, siempre que se haga con prudencia y calma.