División de opiniones entre los granadinos por la peatonalización de Reyes Católicos y Gran Vía

Una gran mayoría de ciudadanos lo ven como una oportunidad de progreso, mientras que otros ven muchas lagunas en este proyecto

Gran Vía tráfico centro
Gran Vía es una de las principales arterias de la ciudad que se ven afectadas con esta medida | Foto y vídeo: Marcos Gómez
Juan Pérez Martín
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Granada encara un nuevo estilo de vida a partir de este fin de semana. Desde este próximo domingo, la peatonalización de las calles Retes Católicos y Gran Vía de Colón durante los fines de semana será una realidad. Una decisión que corta el tráfico en las dos principales arterias del centro de la ciudad y que presentan muchas dificultades para residentes y turistas.

Con su inicio, coincidiendo con la Semana Europea de la Movilidad, el cierre al tráfico de la calle Reyes Católicos y Gran Vía hasta la intersección con Cárcel Baja se presentará este domingo desde las 10:30 hasta las 14:30 horas.

Dicha medida experimental, que se implementará todos los fines de semana hasta final de año, estará en vigor los sábados de 12:00 a 22:00 horas y los domingos de 12:00 a 18:00 horas. Una propuesta que ha generado mucha controversia entre los ciudadanos por los problemas que puede generar en relación con el uso de transportes públicos y alternativas para la conducción.

Los granadinos tienen distintas opiniones en relación a sus intereses

GranadaDigital salió a la calle para preguntar a los granadinos por dicha decisión, que trae mucha discrepancia entre los propios ciudadanos debido a que unos lo ven mejor que otros. Hay personas que lo ven como una pesadilla debido a que necesitan del uso obligatorio del transporte público, como personas mayores o con movilidad reducida. "Nos van a recluir en nuestros domicilios", agregó una de las entrevistadas.

Los taxistas, conductores de autobuses, repartidores y gente que necesite los vehículos para poder trabajar lo ven como una merma considerable para su labor. "Con el Rally ya se vio. Fue un caos. A nivel de movilidad va a ser un desastre y va a ser muy complicado de asentar", afirmó un taxista de la ciudad. En el caso de los autobuses, estos serán redirigidos a Camino de Ronda durante esos días. Mientras tanto, lo que se dirigen al Albayzín pasarán por la calle Elvira, paralela a Gran Vía, pero sin llegar a entrar en estas zonas cortadas.

Otros granadinos se mostraron reticentes con el modelo propuesto: "Evitas contaminación. Es bueno andar, pero el transporte público deberían dejarlo, aunque no sea tan fluido como entre semana". Está claro que para los peatones es mucho más beneficioso "pero para los vehículo va a ser una faena", subrayó un ciudadano, que se mostraba bastante confuso con esta medida debido a que veía "muy difícil presentar una propuesta así en una ciudad tan pequeña como Granada, a la que le quitas unas arteria principal".

Una mayoría también lo veía con cierto optimismo, sobre todo observando que era "una ciudad muy colapsada y requiere sitios para el disfrute de la gente mayor y joven los fines de semana", viendo como una oportunidad "asentar y mantener este proyecto, aunque hay que estudiar la prueba piloto".

"Me parece favorable la idea. El tema del acceso al transporte público hay que fomentarlo, pero en los fines de semana el uso de este no es tan importante como durante la semana ya que los comercios sufrirían restricciones importantes en el centro. Siempre hay recursos para atender al bienestar del centro de Granada. Hay que peatonalizar los cascos antiguos de ciudades importantes como Granada", manifestó otro de los entrevistados.

Misma línea siguió uno de estos, que venía de fuera pero veía como "una oportunidad" la peatonalización los fines de semana de Granada: "De donde vengo hay zonas que están totalmente peatonalizadas. Los fines de semana no pasa ningún vehículo. Ha incrementado el comercio y la propia sociedad lo ha agradecido. Incrementaría el turismo. le daría muchas oportunidades. Los peatones, la mayoría, siempre van a elegir andar)

Desde el Ayuntamiento apuestan por este modelo como una manera "no sólo orientada a proteger el medio ambiente, sino también a promover un espacio urbano más accesible y agradable para los peatones, favoreciendo el tránsito peatonal como hábito saludable".

Como bien dicen, nunca llueve a gusto de todos, y parece que en Granada ocurre igual con este hecho. Una medida que deja muchas luces y sombras en una sociedad que quiere dar un paso importante en una ciudad que, quizás, no está preparada para ello o necesita una restructuración de planteamiento para el tráfico.







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