Dormir bien mejoraría nuestra salud y nos mantendría jóvenes más años

El uso de móviles y tablets antes de dormir ha aumentado los casos de trastornos del sueño en niños y adolescentes

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Dormir mal provoca irascibilidad y mal humor | Foto: Archivo GD
Patricia Vázquez
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Como todos los años, hoy, viernes anterior al equinoccio de primavera, se celebra el Día Mundial del Sueño, una efeméride que nos recuerda que no todos conseguimos dormir bien por la noche. De hecho, se calcula que más de 4 millones de españoles sufren algún trastorno crónico del sueño. Unas alteraciones que se están incrementando cada vez más en niños y adolescentes debido, fundamentalmente, al uso de los dispositivos móviles.

Al dormir, nuestras células se recuperan de los daños que hayan podido sufrir a lo largo del día y generamos anticuerpos con los que nuestro organismo se defiende mejor de los ataques víricos. Sin embargo, en alguna ocasión todos nos hemos levantado como si no hubiéramos descansado o nos doliera todo el cuerpo. El motivo es que hemos dormido, pero no hemos conseguido un “sueño de calidad”, como lo llaman los expertos. Y cuando pasa eso, solemos estar más cansados o irascibles.

Pero cuando se produce esa falta de sueño reparador un día tras otro, se pueden llegar a presentar trastornos más graves en el sistema nervioso, endocrino e inmunológico, que están asociadas a las llamadas enfermedades degenerativas.

Según los últimos estudios, los trastornos más frecuentes son el insomnio y la apnea obstructiva del sueño. “El insomnio tiene una prevalencia entre el 10% y el 60% de la población general, dependiendo de los criterios diagnósticos utilizados y de las características sociodemográficas de la población. Por otra parte, la apnea puede aparecer hasta en un 38% de la población adulta de entre 40 y 50 años”, explica la doctora Almudena Carneiro, responsable de uno de los proyectos que la Universidad de Granada ha puesto en marcha para investigar estos trastornos entre los granadinos.

En concreto, el Laboratorio de Sueño y Promoción de la Salud del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento (CIMCYC) de la UGR, en colaboración con el Instituto Mixto Universitario de Deporte y Salud (iMUDS) y el Hospital Virgen de las Nieves, está estudiando cómo afecta el sobrepeso y los hábitos de vida en pacientes con síndrome de apnea obstructiva del sueño.
“Es importante señalar que la prevalencia de los trastornos del sueño ha aumentado drásticamente en los últimos años debido al cambio en el ritmo de vida de la sociedad actual y, relacionado con esto último, el aumento de hábitos de vida no saludables adoptados”, destaca Carneiro.

Entre esos cambios de estilo de vida, están el ejercicio físico, la nutrición, la higiene del sueño o el abandono del consumo de alcohol y tabaco y “ya hemos conseguido que los 90 pacientes granadinos diagnosticados de apnea del sueño hayan mejorado considerablemente, incluso con la desaparición de los síntomas en muchos de ellos”, puntualiza la investigadora.
Por su parte, la doctora Noelia Ruiz, también investigadora del Laboratorio del Sueño de la UGR, recuerda que existe un aumento de la ausencia de sueño entre las personas que utilizan dispositivos móviles como teléfonos y tablets. “La luz y el brillo de las pantallas mantienen una parte del cerebro más activo y despierta, nos mantiene pendientes de conversaciones, de fotos… Por eso, hay que dejar el móvil como una hora antes de irse a dormir”, recomienda.

En este sentido, Ruiz recuerda que para lograr una buena higiene de sueño es necesario llevar un ritmo de vida regular manteniendo estables los horarios de sueño, evitar las comidas copiosas, así como realizar ejercicio físico más tarde de las 7 de la tarde. “Muchos de los problemas de sueño se pueden tratar con terapias psicológicas y alternativas, entre ellas de las más efectivas es la terapia cognitivo-conductual, y, como último remedio y si se hace crónico, podemos usar algunas sustancias naturales como la melatonina que ayuda a la regulación de los ritmos circadianos o medicación prescrita por un profesional”, concluye Ruiz.

Así que para celebrar el Día Mundial del Sueño, debemos empezar por llevar a la práctica los consejos de los profesionales para conseguir un sueño reparador que, además de mejorar nuestra salud, nos mantendrá jóvenes durante muchos más años.