Dos detenidos acusados de 15 robos en vehículos estacionados junto a la playa de la Rijana
Los dos individuos se habían especializado en robar en los coches que los turistas estacionaban en las inmediaciones de esta playa, a los que presuntamente les robaban el equipaje y otras cosas de valor tuvieran dentro
La Guardia Civil ha detenido en Carchuna-Motril (Granada) a dos individuos de 20 y 23 años de edad como presuntos autores de al menos 15 robos en interior de vehículos, perpetrados todos ellos en las inmediaciones de la playa Rijana de Castell de Ferro.
Los detenidos se habían especializado en robar en los coches que los turistas estacionaban en las inmediaciones de esta playa, a los que presuntamente les robaban el equipaje y otras cosas de valor tuvieran dentro, como relojes, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, etcétera.
De los dos detenidos el de más edad también lo ha sido por un presunto delito contra la seguridad vial por conducción temeraria después de que huyera a gran velocidad tras esquivar el dispositivo dispuesto por la Guardia Civil para procurar su detención.
Las víctimas eran los turistas que accedían a esta playa de Castell de Ferro, sobre todo extranjeros. En marzo, al comprobar que los robos se sucedían desde el pasado mes de enero de forma periódica en esta zona, la Guardia Civil puso en marcha un dispositivo para identificar y detener a los ladrones bajo el nombre de 'operación Mohumi'.
Esta playa tiene la dificultad de que es un paraje muy agreste y la zona de estacionamiento de vehículos queda muy lejos de la orilla del mar. Que los coches quedaran tan lejos de la vista de sus propietarios es la circunstancia que aprovecharon los detenidos para robar.
Éstos llegaban hasta los vehículos, rompían una de las ventanillas, sustraían todo lo que consideraban que tenía valor y huían rápidamente. Al ser un descampado y sin vigilancia, resultaba muy difícil identificar a los ladrones, ya que si detectaban la presencia de la Guardia Civil no actuaban.
Para poder identificar a los ladrones, el pasado 9 de junio un guardia civil se escondió con unos prismáticos entre los pinos del barranco cercano a la zona de estacionamiento de la playa de la Rijana. Su misión era vigilar si alguien merodeaba por los coches allí aparcados.
Cuando el agente vio a dos jóvenes bajar de un turismo, romper la ventanilla de varios vehículos y robar dentro, alertó al resto del dispositivo de las características físicas estos y del vehículo en el que más tarde huyeron.
Así, la Guardia Civil estableció un control en la entrada de Calahonda, a la altura del kilómetro 345 de la N-340, para interceptar este vehículo.
Los agentes le dieron el alto al verlo llegar, pero el conductor primero hizo amago de frenar, para luego acelerar bruscamente y huir a gran velocidad, haciendo caso omiso de hasta cuatro semáforos en rojo y poniendo en peligro a todos los vehículos con los que se cruzó, hasta que finalmente fue interceptado tres kilómetros después en la localidad de Carchuna y sus dos ocupantes detenidos. En el maletero del vehículo la Guardia Civil recuperó los objetos robados con anterioridad.