El drama que viven los refugiados para encontrar una vida mejor: "Ya le han puesto precio a las personas, 20.000 euros"
Las asociaciones como RedGra se muestran completamente en contra del Pacto Europeo sobre Migración y Asilo y reivindican más agilidad en la concesión de asilos
Vivimos en un mundo en conflicto, en el que las tragedias y los dramas están a la orden del día, pero todo esto parece no afectar tanto a los países occidentales. Parece que con el tiempo y la llegada del siglo XXI, muchas cosas han cambiado y mejorado en el mundo, pero, por otra parte, parece que se ha retrocedido en otras o, por lo menos, se perpetúan dramas que vienen de muy lejos en el tiempo.
Actualmente, uno de los mayores dramas que se están viviendo es la gravísima crisis de refugiados, presente en todo el mundo, pero, sobre todo, en Europa. Todo esto lo genera los dramas presentes en la sociedad humana desde el principio de los tiempos, que han ido perpetuando a lo largo de la historia, cambiando en forma, pero no en fondo, la violencia, las guerras, el hambre, violaciones de los Derechos Humanos, en general.
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Estas personas salen de sus países forzosamente para encontrar una vida mejor escapando de los horrores que acontecen en sus patrias de origen. Generalmente, el destino escogido por los refugiados es Europa, pero desde RedGra, la Red Granadina por el Refugio y la Acogida, explican que "la gran mayoría de los movimientos migratorios acontecen en países de la propia África, en los que hay países que tienen más de dos millones y medio de refugiados en su propio país". A Europa llegaron 380.000 personas, mientras que a España llegaron 53.000.
Haciendo balance, solo hace falta saber el escalofriante dato de que a finales de 2023 había en todo el mundo 117 millones de personas desplazadas, "sin posibilidad de sobrevivir en su propio país y que han decidido salir de este para intentar encontrar un lugar donde poder vivir con dignidad".
Este 20 de junio se conmemora el Día Mundial de las Personas Refugiadas, reconocido por la ONU. Desde RedGra organizan todos los años una actividad pública de denuncia y de concienciación de cuál es la situación de estas personas. Este año, su campaña tiene el lema 'Sin cita no hay derechos', ya que para ser solicitante de asilo se tiene que pedir una cita en la subdelegación del Gobierno y la Directiva Europea obliga a que esta solicitud se tiene que registrar en un plazo de tres a diez días. Pero la realidad es muy distinta. "No hay citas, tenemos personas que están esperando conseguir la cita de hace siete, ocho, nueve, hasta diez meses", expresan desde RedGra.
La asociación RedGra la componen 40 entidades sociales, partidos y sindicatos. Algunas de las plataformas ciudadanas que componen RedGra son Granada Acoge, Médicos del Mundo, Provivienda, ASPA, Amani. Miguel García, integrante de esta última, explica que todos los colectivos, según su propia especialidad y sus propias posibilidades, ofrecen "unos servicios, pero todos siempre tendentes a ayudar a formar y a encontrar una vía para insertarse en la sociedad a los refugiados, pero sobre todo ayudarles a conseguir los papeles". "En definitiva, cada asociación tiene una metodología y actividades determinadas para conseguir la misma finalidad", indica.
Amani, que es el colectivo de Miguel García, acoge a unas 120 personas. Esta plataforma se centra en dar clases de español a todos los refugiados que ayudan, tal y como comenta García. "Estas personas necesitan aprender español para empezar su camino en este país, porque sin aprender a dominar la lengua o tener un conocimiento suficiente de lengua, es muy difícil que encuentren un trabajo". También ayudan a conseguir sus papeles de residencia o acceso a trabajo a los que ya lo poseen. "Tenemos contacto con algunas empresas del campo, sabemos que los tratan bien, que les dan todos sus derechos, les pagan según su contrato y les ofrecen una vivienda digna", apostilla Miguel García.
Pero algo que caracteriza a Amani es su preocupación por la sociabilización de los refugiados. "Necesitan socializar con otras personas, para ello hacemos actividades, de música, de baile, de información, de debate o fútbol y, de vez en cuando, hacemos una escapada a la playa. Todo esto es para que se sientan cómodos en la sociedad y se sientan bien acogidos y queridos".
Hay asociaciones que son oficiales y que tienen reconocimiento de la Administración, que les da ayudas. En Amani no tienen ayuda oficial de nadie, pero cuatro organizaciones cedieron gratuitamente cuatro pisos de acogida, donde acogen a los chicos cuando llegan a Amani. "A algunos de ellos que están en una situación que creemos peor o que tendrían posibilidades de salir adelante con más facilidad, los acogemos durante una temporada en estos pisos y les ayudamos a que estudien, trabajen o hagan cursos, para que se vayan preparando para una posible vida profesional", abunda Miguel García.
Refugiados hay en todo el mundo y provienen de todo el mundo. Se está dando cada vez una mayor presión y demanda de asilo en Europa, con refugiados venidos de puntos que antes no llegaban tan masivamente, como Ucrania o Gaza. Pero la gran mayoría de refugiados siguen viniendo de África. En la asociación Amani tienen varias nacionalidades representadas entre la gente a la que ayudan. "Tenemos de todo África: Senegal, Gambia, Camerún, Costa de Marfil... De toda esa zona de África tenemos bastantes, incluso algunos de Sudán, Nigeria, algunos inclusive de Egipto. Y esos son, digamos, las nacionalidades africanas, además de marroquíes, por supuesto, que tenemos un número bastante amplio", aclara Miguel.
"No todas las personas a las que ayudamos consiguen salir adelante, desgraciadamente muchas se quedan al margen y algunos de ellos caen en el mundo de la marginación y pasan a engrosar esa gran bolsa de personas ilegales", comenta Miguel García. En España hay 500.000 personas ilegales. "Muchos de ellos aunque no pueden trabajar legalmente de algo tienen que vivir, entonces hay un gran mercado negro", apostilla.
Por ello, las asociaciones se pusieron en marcha y empezaron a promover una ILP, una propuesta al Congreso de los Diputados para que tratase el tema de estas 500.000 personas, pidiendo una regularización de estas personas, para que "tengan todos los derechos que tenemos todos los ciudadanos y todos los deberes que tenemos todos los ciudadanos". Se encuentran a la espera que el Congreso de los Diputados decida qué hacer con esta solicitud, para la que reunieron más de 500.000 firmas.
Estas asociaciones realizan un gran trabajo, de manera altruista y solidaria, para ayudar y facilitar las cosas y los procesos a estas personas migrantes, pero no todo depende de ellos. Una de sus grandes reivindicaciones que hacen a la Administración es agilizar y aumentar el número de concesión de asilo en España. Es el tercer país europeo con más peticiones de asilo, tras Francia y Alemania, pero está a la cola en la concesión de estos asilos. En 2023, 163.000 personas pidieron protección en España y se le otorgó solo al 12%, muy lejos de la media europea que está en el 42%.
Miguel García explica que esto es así porque la Administración tiene sus criterios, que viene siguiendo del Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, un acuerdo de la Unión Europea que "dificulta muchísimo las posibilidades de conceder el estatuto de refugiado". Tiene una serie de "trabas irregulares insalvables" que tiene como consecuencia que solamente el 13% de las personas que lo han solicitado lo han conseguido.
El colaborador de Amani abunda más sobre el Pacto Europeo: "Teóricamente debería tener la finalidad de regular la llegada y la acogida de estas personas. Pero, en realidad, uno de los puntos fuertes del pacto es conseguir, no lo dicen así pero en otras palabras, murallas alrededor de Europa para impedir que las personas lleguen". Si ya de por sí es difícil que les den asilo en los países de Europa, este pacto se lo complica mucho más hasta el punto de casi imposibilitarlo. "No es ya que una vez dentro se les conceda el asilo, sino que ni siquiera lleguen. Y para esto, este pacto incluye una serie de acuerdos concretos, pretendiendo que los países frontera con Europa retengan a cualquier coste a la migración y que no permitan que pasen. Como contraprestación a unos pagos enormes de dinero que la Unión Europea les pasa a estos países, para que controlen e impidan que los migrantes lleguen a Europa", remarca García.
Este Pacto Europeo acuerda que haya una distribución equilibrada de aquellas personas que llegan a Europa entre todos los países de la Unión. Pero aquellos países que no quieran recibir o acoger en su territorio a una persona que les corresponde por la distribución que se haga se puedan librar de ello pagando 20.000 euros por cada persona que rechace. Algo que escandaliza a Miguel García: "Ya le han puesto precio a las personas, al migrante, 20.000 euros".
Desde todas las asociaciones afirman con rotundidad estar en contra del Pacto Europeo sobre Migración y Asilo. "Sabemos cómo tratan a estos chicos, niños y familias que intentan llegar a Europa con toda su fuerza y Europa los quiere devolver a sus países de origen", indica.
Manifestación de RedGra por el Día Mundial de los Refugiados
'Visibilicemos la realidad de las personas refugiadas'. Bajo este lema, la RedGra (Red Granadina por el Refugio y la Acogida) convoca a la ciudad de Granada a recordar el Día Mundial de las personas refugiadas. El jueves 20 de junio, a las 19:30 horas, en la Plaza de las Pasiegas, la ciudadanía granadina está convocada para expresar su solidaridad con las personas forzadas a salir de sus hogares por la guerra, la persecución o la violación de derechos humanos.
La RedGra reclama de las políticas españolas y europeas soluciones a la dramática situación que viven estas personas. Reivindicando que si las personas refugiadas no pueden regresar a sus hogares en condiciones de seguridad, se garanticen las oportunidades de prosperar en las comunidades que les han acogido.
El Pacto Europeo sobre Migración y Asilo no habla de la necesidad de vías seguras o de la concesión de visados que permitan viajar legalmente a las personas. Sí que se habla, sin embargo, de privar de libertad a los solicitantes de asilo o de criminalizar a las ONGs que salven vidas en el mar, o de hacer cada vez más inexpugnables las fronteras de la UE.
Las vías para llegar a Europa son cada vez más arriesgadas e inseguras, propiciando cada vez más pérdidas de vidas humanas, ya que el Mediterráneo se ha tragado a casi 30.000 víctimas mortales en su intento de llegar a Europa en los últimos 10 años.
En un día como hoy, la RedGra pide avanzar en la construcción de un sistema europeo común que garantice de manera solidaria el derecho de protección internacional. La acogida es posible.