El 40% de personas con dolor crónico no está diagnosticado
El perfil de la persona que padece este problema es el de una mujer , de unos 46 años, con hijos y que no trabaja
En España cerca de ocho millones de personas sufre algún tipo de dolor crónico, si bien hasta el 40 por ciento de ellas no cuenta con diagnóstico de su dolencia, a pesar de que al 74 por ciento le provoca ansiedad o depresión, al 63 por ciento problemas para caminar y al 43 por ciento dificultades para asearse o vestirse, según se desprende del informe 'El dolor en la enfermedad crónica desde la perspectiva del paciente', elaborado por la Plataforma de Organizaciones de Pacientes y la Sociedad Española del Dolor.
El perfil de la persona que padece este problema es el de una mujer (88% de los casos), de unos 46 años, con estudios secundarios (51%), que no trabaja (50%), vive en pareja con hijos o padres (42%), reside en una población urbana (71%), no tiene un grado de discapacidad reconocido (53%) y no está asociada a una organización de afectados (71%).
La fibromialgia es la enfermedad más frecuente entre estos pacientes (41%), seguida de la lumbalgia crónica (26%), cefaleas (26%), artrosis (25%) y otras enfermedades osteoarticulares (20%). Además, hasta el 23 por ciento asegura tener diagnosticadas otras enfermedades que cursan con dolor crónico como, por ejemplo, síndrome del intestino irritable, sensibilidad química múltiple y endometriosis.
En este sentido, según se desprende del informe presentado por la directora de la plataforma de Organizaciones de Pacientes, María Gálvez, estos pacientes llevan padeciendo dolor una media de 14 años, lo que significa que lo estuvieron sufriendo durante los dos años previos a obtener un diagnóstico de las citadas enfermedades.
Sin embargo, hasta el 40 por ciento no ha sido diagnosticado de dolor y, de los que sí lo han sido, el 67 por ciento el diagnóstico se lo realizó el médico especialista de la patología y sólo el 21 por ciento el profesional médico experto en el tratamiento del dolor.
Además, los datos del informe han evidenciado de que el 62 por ciento nunca ha sido derivado a una Unidad del Dolor. En este punto, el presidente de la Sociedad Española del Dolor, Juan Antonio Micó, ha recordado que de los 799 hospitales públicos que hay en España, sólo 183 cuenta con una de estas unidades.
No obstante, a pesar de este déficit de derivación, si se analiza según la patología diagnosticada, las personas con neuropatías, enfermedades neuromusculares, lumbalgia crónica y enfermedades ostoarticulares o espondiloartritis sí han sido derivadas. De ellas, el 54 por ciento tardó más de un año desde que comentó a sentir dolor hasta que fue derivado.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO, LA OPCIÓN MAYORITARIA PARA TRATAR EL DOLOR
En cuanto al tratamiento, el dolor crónico suele ser tratado por el médico especialista de la enfermedad principal padecida (41%), seguido del médico de Atención Primaria (36%), por lo que sólo el 14 por ciento es abordado por un médico especialista del dolor. Respecto a las alternativas terapéuticas que se ofrecen, la terapia farmacológica es la opción mayoritaria (80%), aunque sólo el 75 por ciento reconoce tomarla.
Al mismo tiempo, las recomendaciones sobre hábitos de vida saludables como el tratamiento físico (natación, relajación, y otros tipos de ejercicio) se ofrecen sólo a la mitad de los pacientes (49%), si bien el siete por ciento de los afectados asegura que no ha recibido ninguna opción de tratamiento para el dolor.
Por otra parte, el 58 por ciento de los pacientes manifiesta que no ha recibido información específica sobre el dolor asociado a su enfermedad crónica, aunque el 70 por ciento reconocer querer saber más sobre los tratamientos disponibles para el dolor y el 51 por ciento sobre las técnicas de relajación. En todo caso, en el 51 por ciento de los casos es el médico especialista la principal fuente de información y en el 41 por ciento las organizaciones de pacientes.
VISIBILIZAR EL DOLOR Y FORMAR A PROFESIONALES SANITARIOS
A raíz de todos estos datos, los responsables del informe han destacado la necesidad de que se visibilice la presencia del dolor asociado a la enfermedad crónica por parte del paciente, verbalizando su existencia y el impacto que provoca en su vida y en la de su familia; y fomentar la valoración del dolor que causa la patología crónica a los afectados por parte de los profesionales sanitarios y sociales, incorporando la atención integral al dolor en el plan terapéuticos.
Asimismo, han abogado por impulsar la mejora del diagnóstico precoz y el tratamiento del dolor crónico; abordar la enfermedad crónica de forma multidisciplinar y coordinada entre los profesionales sanitarios, incluido el especialista en dolor desde la perspectiva de la necesidad biopsicosocial del paciente; y formar a los sanitarios en el manejo del dolor.
Impulsar la creación de las unidades del dolor necesarias en España para mejorar el tratamiento y abordaje multidisciplinar del dolor; revisar los baremos de la discapacidad y la dependencia para que se recoja el dolor crónico como un aspecto que limita la vida de las personas; y tener en cuenta la perspectiva de género en la atención al dolor, son otras de las propuestas de mejora que han señalado los responsables del informe.
Finalmente, han subrayado la importancia de que se genere información y recursos dirigidos a los pacientes para promover su conocimiento, asegurándose que llega de forma efectiva a los pacientes y sus familias; y se retome la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el Sistema Nacional de Salud, incluyendo la atención al dolor crónico.