El actual sistema económico mundial favorece las desigualdades sanitarias
Las asimetrías de poder, así como la forma poco sistemática de tomar decisiones a nivel mundial desarrollada desde la Segunda Guerra Mundial, están teniendo un efecto desastroso sobre la salud humana, según los autores de un informe. Sus resultados, publicados en 'The Lancet' se suman al creciente descontento de la población con un sistema económico mundial injusto que favorece a una muy pequeña élite con una gran riqueza a costa de la degradación ambiental y social que afecta negativamente a la equidad en salud.
Una comisión de la Universidad de Oslo, en Noruega, compuesta por 18 líderes en investigación y formulación de políticas de distintos campos, como la salud, las finanzas, el desarrollo, el medio ambiente, los derechos humanos y la política exterior, recogió pruebas durante dos años para examinar la forma en que la salud humana se ve afectada por el actual sistema de toma de decisiones a nivel mundial (gobernanza global).
Estos especialistas recomiendan que la equidad en salud sea un objetivo de todos los sectores políticos, económicos y sociales. Tras señalar que la biomedicina ha aportado enormes beneficios a las personas, por ejemplo, un flujo continuo de nuevas vacunas eficaces, medicamentos y diagnósticos, este enfoque tecnológico por sí solo no puede hacer frente a las causas fundamentales de la inequidad en salud.
A su juicio, un sistema económico mundial fundamentalmente injusto que favorece a una pequeña élite con gran riqueza requiere que los responsables de la salud de la población adopten una agenda mucho más amplia para cambiar esta tendencia. Esta comisión identifica siete áreas en las injusticias políticas y económicas que afectan especialmente a la salud de la población: la crisis financiera global y las políticas resultantes de la austeridad, el conocimiento y la propiedad intelectual; tratados de inversión, seguridad alimentaria y las empresas transnacionales; la migración y la violencia armada.