El acusado de asesinar al dueño de una discoteca en Churriana proclama su inocencia
El joven se ha desvinculado de los hechos por los que es enjuiciado por un jurado popular
El joven acusado de asesinar de una puñalada al propietario de la discoteca 'Status Quo' de Churriana de la Vega (Granada) ha proclamado su inocencia y se ha desvinculado de los hechos por los que es enjuiciado por un jurado popular, compuesto por siete hombres y dos mujeres, desde este lunes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Granada.
El procesado, Juan A.H.B., de 24 años, al que también se acusa de robar después de forma violenta una bicicleta para huir del lugar, ha indicado que salió por la puerta principal para irse en su coche de la discoteca cuando escuchó un "jaleo muy fuerte" en la otra punta del local, junto a la puerta de emergencia, después de que otro varón, con el que según el Ministerio Fiscal le unía una relación de amistad, empezó a tirar botellas contra una vitrina en la barra.
"Soy inocente", ha indicado el acusado antes de negarse a responder a las preguntas del fiscal, que le pide un total de 20 años de prisión, y la acusación particular, que representa a la viuda de la víctima.
A preguntas del letrado que lo representa, que pide la libre absolución, el procesado ha incidido en que vio una "avalancha de gente" pero que no participó en el "tumulto" en el que supuestamente habría asestado una puñalada al dueño de la discoteca, de 33 años, hiriéndole de muerte.
Antes al contrario, según su testimonio, estaba en la pista de baile cuando vio a gente "corriendo" y se preguntó "¿qué hago yo aquí?" para luego marcharse en su propio coche en el que había llegado a las 2,00 horas del 1 de noviembre de 2014 a una fiesta de 'Halloween' en la que "casi todo el mundo iba disfrazado".
El local "se quedó vacío" pues "mucha gente se fue", ha añadido. "El chaval era buena gente", ha indicado cuando se le ha preguntado por el dueño de la discoteca al que ha calificado de "conocido".
A la mañana siguiente vio en las redes sociales que se le atribuía una supuesta autoría de los hechos por lo que "voluntariamente" decidió presentarse ante el cuartel de la Guardia Civil donde le mostraron y tocó "inocentemente" una navaja con la que ha señalado que, junto con una tarjeta de crédito, cortó la cocaína que consumió al llegar a la discoteca.
Respecto de su vinculación con el robo de la bicicleta, ha respondido que "no sabe" por qué se ha producido pues tenía "a cinco metros de la discoteca" su vehículo, y también ha indicado que "si hubiera hecho lo que me imputan" habría tirado la navaja "a miles de metros".
Es el arma con la que supuestamente habría asesinado al dueño de la discoteca por lo que se le atribuye un delito de asesinato y otro de robo con violencia, este último con la circunstancia agravante de reincidencia.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a las 4,20 horas del 1 de noviembre de 2014.
En la discoteca, el acusado se encontraba acompañado de su hermano, su novia y otros amigos, uno de los cuales había protagonizado un incidente que requirió la presencia del servicio de seguridad, consistente en el arrojo de varias botellas contra la barra del bar.
Ello motivó que se personara en el lugar el propietario del establecimiento, de 33 años, que fue acompañado por uno de sus empleados.
Mientras este último reducía al amigo del inculpado para que no causara más destrozos, el procesado, "aprovechando la gran cantidad de personas que se habían congregado en la parte posterior de la discoteca y la escasa luz del recinto", procedió a clavarle de una sola asestada una navaja de 17 centímetros de hoja al dueño del local, según el fiscal, "con la inequívoca intención de causarle la muerte" y dejando "sin posibilidad de defensa a su víctima".
La agresión, dirigida a su flanco abdominal, le causó una herida penetrante en hipocondrio derecho, y le alcanzó la arteria ilíaca derecha, lo que le produjo una intensa hemorragia y la muerte de forma rápida, tras la pérdida de sangre y un shock hipovolémico.
Tras lo ocurrido, presuntamente el procesado salió huyendo por la puerta trasera de emergencia de la discoteca, donde, tras darle un fuerte golpe en el pecho, le robó la bicicleta a una persona que circulaba por allí.
En la huida, el acusado supuestamente arrojó la navaja que portaba a una tubería a escasos metros del establecimiento donde sucedieron los hechos, un arma que luego fue recuperada por la Policía Nacional. El fallecido estaba casado y tenía tres hijos de 10,7 y un año.
El Ministerio Público pide un total de 20 años de prisión para el acusado, 16 por el supuesto delito de asesinato y cuatro por el de robo con violencia, mientras que la acusación particular pide 20 años por el delito de asesinato. Ambas partes solicitan al acusado, además del pago de las costas, una indemnización de 180.000 euros para la pareja sentimental y madre de los hijos de la víctima, y de 200.000 euros para cada uno de los tres vástagos.
La magistrada que preside el tribunal ha tenido que amonestar en varias ocasiones a algunos de los presentes en la sala durante la audiencia pública, y ha expulsado a uno de los familiares que presenciaban la declaración del acusado.
Así, ha llamado la atención del abogado de la defensa cuando se presentaba ante el jurado popular por hacer "consideraciones propias del informe final" y ha denegado cuatro testificales solicitadas por esta parte para aclarar la relación que tenía el acusado "con la gente de la discoteca".
El acusado se ha mostrado abierto a responder a las preguntas de alguno de los miembros del jurado popular que lo enjuicia si bien todos sus componentes han declinado formular cuestión alguna. El juicio celebra este próximo martes su segunda sesión comenzando con la toma de declaración de testigos.