El Albaicín contará, 25 años después, con un nuevo Plan Especial de Protección
Tras el archivo del borrador que pretendía actualizar el documento, el Ayuntamiento de Granada y la Junta de Andalucía se han sentado a dialogar para recuperar un texto que pretende traer al siglo XXI el urbanismo de un barrio Patrimonio de la Humanidad
Poco a faltado para que el vigente Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Albaicín y el Sacromonte –PEPRI-, pasara también a formar parte del conjunto histórico del barrio, dado que lleva vigente un cuarto de siglo en el que la ciudad se ha transformado de manera radical mientras estos dos barrios de Granada se han quedado descompasados con respecto al resto de la urbe. Porque todo hacía presagiar que los desencuentros entre Junta y Ayuntamiento y el posterior archivo del borrador que pretendía actualizar el plan, habían condenado al barrio a quedar enquistado en 1990, año de la publicación del plan original. Sin embargo, la intervención del Consejo Social y Económico y de su presidente, Francisco Martín Recuerda, ha conseguido reunir a las instituciones local y autonómica entorno a una mesa de trabajo que se ha venido desarrollando desde abril y de la que ahora se extrae un compromiso mutuo de sacar adelante el nuevo PEPRI lo antes posible y con el consenso de todos. "Era importante darle una respuesta a los vecinos del Albaicín", ha reconocido Recuerda.
Así, desde hace aproximadamente ocho meses, los técnicos de la Junta y del Consistorio granadino han venido trabajando de manera conjunta para desempolvar aquel borrador de 2006 y actualizarlo al siglo XXI y a los cambios más recientes que ha vivido la ciudad, con especial mención del Plan de Movilidad implantado por el Ayuntamiento el pasado julio. "Ha sido un trabajo muy loable y limpio, un documento demasiado exhaustivo y pormenorizado que lleva a la complejidad", ha explicado en rueda de prensa Isabel Nieto, edil de Urbanismo del Ayuntamiento, quien ha enfatizado la idea de que el documento resultante, ese tan esperado PEPEI, debe ser "un documento manejable y entendido no sólo por los granadinos sino por cualquier persona". Tanto la responsable urbanística del Consistorio como la delegada de Cultura de la Junta de Andalucía, Ana Gámez, han querido abrir una nueva etapa de diálogo en la que además de los responsables políticos, serán los técnicos de ambas administraciones los protagonistas de un texto en el que apenas hay discrepancias, según sus responsables. "La colaboración de Cultura con el Ayuntamiento ha sido constante y no teníamos ningún inconveniente en retomar las conversaciones en torno a un plan que consideramos de mucha necesidad para ese barrio pero también para la ciudad de Granada". Con esta palabras ha zanjado Gámez una polémica que situaba a la Junta como un agente pasivo y por el cual no habría llegado a buen puerto la anterior redacción del borrador.
LAS CLAVES DEL NUEVO PEPRI
Más allá de actualizar la protección del Albaicín y su ordenamiento urbanístico, el futuro Plan Especial se centrará en cinco áreas de actuación, entre las que predomina la actualización de dichas de inventario, de la burocracia relativa al ordenamiento del barrio y que pasa por un proceso de trabajo informático que haga mucho más fácil a los técnicos consultar todas esas fichas. Este sería el apartado de actuación que más tiempo tomaría, como ha precisado Nieto, quien ha estimado en alrededor de cinco meses el tiempo que puede tomar la puesta a punto de toda la documentación: "hay muchas fichas de aljibes, jardines, cuevas, pozos...".
El resto de capítulos del PEPRI actualizarán los usos urbanísticos, los listados e intervenciones arqueológicas, adecuará al barrio con el nuevo Plan de Movilidad y reestructurará las áreas de intervención, que actualmente son 51 y, a juicio de la edil de Urbanismo, podrían ser modificadas de manera importante: "tienen que reducirse y tenemos que justificar porqué se eliminan o mantienen [...] Este tipo de cosas suponen expropiaciones así que la idea es que sea muy conservacionista", ha especificado Nieto, quien ha datado del 80% el porcentaje del borrador que se mantiene como fue concebido en 2006.
El presente del Plan Especial pasa por enero, mes en el que se comenzarán a perfilar todos los detalles para que el documento que se le pase a la Junta de Andalucía sea el idóneo, ya que la administración autonómica elaborará un informe vinculante que insuflará el impulso final al texto o lo devolverá al Ayuntamiento.
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