El Albaicín recupera el servicio de transporte público por Carrera del Darro los fines de semanas
Se trata de una “reivindicación histórica” de los vecinos y comerciantes del emblemático barrio granadino
Las líneas de autobuses que conectan el Albaicín y el Sacromonte, C1 y C2, con la ciudad volverán a circular por la Carrera del Darro durante los fines de semana a partir de este sábado 3 de diciembre. Y lo harán además con una mejora en la frecuencia de paso que reducirá el tiempo de espera de diez a ocho minutos. Así lo ha anunciado este jueves la concejal de Movilidad y Protección Ciudadana, Emprendimiento, Turismo y Comercio en el Ayuntamiento de Granada, Raquel Ruz, en el transcurso de una comparecencia ante los medios de comunicación en la que ha anunciado que la medida supone el fin de la “peatonalización” de la Carrera del Darro iniciada por el anterior equipo de Gobierno “de espaldas a los ciudadanos”, ha denunciado.
La iniciativa, que entrará en vigor este fin de semana, responde a “una reivindicación ya histórica” de los vecinos del barrio granadino para que se normalizase el servicio del transporte público durante los sábados y domingos por su trayecto habitual.
Tanto la línea C1, que comunica el Albaicín con Granada, como la C2, que conecta el Sacromonte con la ciudad, alteraron “hace cuatro años” su itinerario tradicional por Carrera del Darro durante los fines de semana que pasó a ser por Carretera de Murcia. Esta modificación supuso un incremento de kilómetros en el servicio que presta la empresa a Rober, valorado por Ruz en 30.000 euros. De ahí que haya anunciado que ese dinero se destinará a aumentar el número de autobuses que a diario realizan estos trayectos, con lo que “el tiempo de frecuencia pasará de los diez minutos actuales a ocho”.
La concejala de Movilidad y Protección Ciudadana, Emprendimiento, Turismo y Consumo en el Ayuntamiento de Granada, Raquel Ruz, asegura que la propuesta, que se estudió en el Observatorio de la Movilidad y en la Junta Municipal de Distrito y que cuenta con el respaldo de todos los colectivos vecinales, responde al modelo de ciudad del equipo de gobierno, que “quiere un Albaicín vivo, con unos vecinos que tengan los mismos servicios que el resto de granadinos y granadinas”.
Para Raquel Ruz, frente al Partido Popular que quería “un Albaicín convertido en museo en el que prevalecían los intereses de los turistas al de los vecinos", el nuevo equipo de Gobierno va a "velar por un barrio vivo, porque, entre otras cosas, es la mejor forma de trabajar en defensa de su conservación”.