El alcalde de Granada asegura que nunca habló con responsables del World Padel Tour antes de su traslado a Córdoba

El alcalde de Granada, Luis Salvador, ha asegurado que no mantuvo reunión ni habló con responsables de la organización del World Padel Tour previsto en la ciudad, antes de que la competición fuera trasladada a Córdoba.

Salvador ha hecho estas declaraciones después de que el PSOE señalara la semana pasada que solicitará la comparecencia del alcalde sobre este asunto, asegurando que "participó en la reunión que se mantuvo con la organización días antes de la decisión de dejar la capital nazarí, para trasladar la competición a Córdoba". El alcalde ha desmentido tal encuentro y ha encuadrado el asunto en "los agujeros que ha dejado la gestión" del anterior alcalde socialista, Francisco Cuenca.

En ese sentido, detalló que, a principios de mayo, la celebración del World Padel Tour, que estaba previsto para mediados de noviembre, estaba incluida en la programación del Palacio de Deportes, si bien "a finales de mayo había desaparecido" de la misma. "Entre medias estaban las elecciones municipales y se podía prever un cambio de gobierno en Granada", ha incidido, para añadir que con la organización no había "nada firmado, ningún compromiso".

A principios de agosto, el Ayuntamiento de Granada achacó el traslado del World Padel Tour a Córdoba a la "precaria situación económica" de la empresa municipal Granada Eventos Globales Sociedad Anónima (Gegsa) por la gestión del anterior equipo local de gobierno, del PSOE.

Luis Salvador incluyó el traslado del World Padel Tour en una serie de "obstáculos" que el nuevo equipo de gobierno local se encontró cuando sustituyó a los socialistas. Así, indicó que, ante su sorpresa, estaba previsto que el 10 de agosto se "desactivara" el programa Mayores al Baile, "del que disfrutan miles de personas" y que se ha recuperado "gracias a que nos movimos".

También mencionó la "el despilfarro de dinero público" que a su juicio siguió el gobierno de Cuenca durante la campaña electoral, así como "su política de prometer a todo el mundo y luego no cumplir", que se ha traducido en impagos a clubes deportivos como el Fundación CB Granada o el Grupo Hafesa RACA.