El Alcalde, pese a la presión de su partido, insiste en que no dimitirá

El alcalde de Granada, José Torres Hurtado, no tiene intención de dimitir. Así lo ha confirmado en rueda de prensa esta mañana a pesar de haber recibido presiones por parte de su propio partido. Torres Hurtado asegura que no se retira de su cargo porque está “absolutamente convencido” de que es inocente y no tiene “ninguna culpabilidad ni por acción ni por omisión”.

La presión no proviene sólo del Partido Popular sino del resto de formaciones políticas del Ayuntamiento que han pedido desde el primer momento el cese del alcalde. Con respecto a las 24 horas que le dio el PSOE para dimitir, Torres Hurtado ha manifestado que “Paco Cuenca no es nadie para darme plazos, si él tiene que hacer alguna actuación, que la haga porque es su responsabilidad, pero a mí no me tiene que dar plazos”.

El primer edil de la ciudad se pregunta quién ha dado la orden para su detención y para el registro de su casa. “Sólo entendería que se hubieran producido estas acciones si existiese un auto del juzgado, pero yo esos documentos no los tengo”. “Si existiese la orden, no tengo nada que decir al respecto de la actuación policial, pero si no la hubiese, se habría cometido un atropello”, ha añadido Torres Hurtado.

El alcalde cree que “se han vulnerado los derechos fundamentales de los investigados” y que, además, “en la orden sólo se autorizaba a obtener los datos necesarios, pero no a incautar ningún aparato electrónico”. Al edil le requisaron el móvil y el iPad, así como el disco duro de su ordenador del despacho que, según él, no utiliza mucho.

Todas estas acciones llevadas a cabo por la Policía y, concretamente, por la UDEF, ha dejado al alcalde en una “situación indefensa”, según sus propias palabras. “¿Qué he hecho yo?”, se pregunta, “estoy seguro que mi caso es falso”. “No hay ningún papel que pueda demostrar que yo he sido corrupto”, ha manifestado el alcalde.

Además, tanto Torres Hurtado como la concejala de Urbanismo, Isabel Nieto, afirman que “todo está lleno de lagunas”. Ambos defienden que “se trata de una imputación genérica hacia las personas relacionadas con la investigación”. Entonces se pregunta, “¿qué he hecho yo?; ¿de qué delito estoy acusado si no hay ninguna acusación directa a mi persona?; ¿he cometido tan sólo de una parte de ese delito común?”.