El 'año del cambio' termina con el peor desenlace para el Granada
La temporada del traspaso de poderes de Pozzo a Jiang acaba con el adiós a la Primera División tras seis temporadas
Aunque se veía venir desde hacía muchas jornadas, todo cambia cuando ya la realidad hace acto de presencia. Las matemáticas confirmaron en Anoeta que el Granada sería conjunto de Segunda División la próxima temporada, algo que ha calado en lo más hondo de los granadinistas. Y es que no deja de doler por previsible que fuese.
Seis cursos en la élite dan para mucho. Entre otras cosas, han dado para que aquellos que un día vistieron la rojiblanca horizontal se acuerden de su Granada en las redes sociales, animando a su afición y deseando que regrese pronto a Primera División. Es el caso de Ighalo, Roberto Fernández, Abel Gómez, Jesús Fernández, Íñigo López, Javi Casares o Fran Rico; también lo hicieron clubes como el Málaga, Sevilla, Eibar, Villarreal o la Real Sociedad, equipo que terminó de certificar el descenso.
Tras cinco permanencias agónicas, bailando en el precipicio, jugando entre el cielo y el infierno, el club nazarí cambió de dueño en verano de 2016. Gino Pozzo cumplía ciclo y vendía el Granada a John Jiang tras ocho años. Lo cogió en Segunda B, con una gran deuda, y lo dejó en Primera, saneado. Así, el poder chino aterrizaba en Granada. Era un año de transición. De Italia a China, de la región de Murcia a Cataluña.
Las expectativas crecieron exponencialmente con la llegada de Jiang y sus hombres -Wang, Vieta, Piru y Pere Guardiola en la sombra-. La presentación del presidente en el Carmen de la Victoria, con la Alhambra detrás, dejaba paso a una temporada donde, al menos, la ilusión no ponía límites ni barreras. Los más atrevidos incluso hablaban de Europa.
Sí, los aficionados, ante la llegada del dinero asiático pensaban en grande, y el propio Jiang no lo desechó mirando al futuro. En su presentación hablaba de un proyecto a largo plazo con un Granada en Europa en tres temporadas. Fue Sergi Vieta quien puso algo de cordura y se centró en el presente, advirtiendo que el objetivo era mantener la categoría…
El fútbol es impredecible y el descenso le llega al Granada cuando resuena en China como si del Real Madrid se tratara. Los malos consejos, la peor planificación y la inexperiencia han sido los detonantes y factores principales para que el primer curso de John Jiang como presidente del Granada termine con el peor desenlace. El año del cambio se ha convertido en el año del descenso.
Lo más positivo es que ya se ha comenzado a trabajar en el futuro y habrá oportunidad de arreglar la avería. Tony Adams, cara visible de DDMC en Granada, llegó con esa misión. Habrá que ver qué pasa con los dirigentes que han provocado el estropicio de temporada. El tiempo dirá. En cuanto a la planificación deportiva, se ha recluido a Manolo Salvador, persona que armó el mejor Levante de los últimos tiempos.
El valenciano se ha convertido en la persona que más ilusión provoca a día de hoy en el granadinismo. Ya se trabaja en firmar al próximo en llegar, antes de que termine mayo, que será el entrenador de la próxima campaña. El armazón de la ‘Operación Retorno’ ya ha comenzado a proyectarse.