El barco del Capitán Martínez está listo para zarpar
A falta de un par de pinceladas por concretar, el Granada dispone de un plantel equilibrado para afrontar el retorno a Primera
Llegó la hora de la verdad. El del pasado viernes frente al Sevilla fue el último ensayo de preparación del Granada CF antes de empezar a tomarle el pulso a una categoría que abandonó hace dos años y a la que vuelve de manera triunfal tras completar una temporada soñada el curso pasado, no solo por el qué, sino más bien por el cómo. Porque una cosa es ascender y otra bien distinta es ascender recosiendo los lazos de unión con una afición alicaída que, con el paso de las jornadas, fue apoyando más y mejor a los suyos. De sobra es sabido que la del Granada es una afición acostumbrada a los sinsabores; sin embargo, tras más de un lustro en la élite del fútbol español bailando sobre el filo del cuchillo cada final de temporada, el descenso y el posterior intento fallido de ascenso añadieron drama a un respetable que comenzaba a pensar que lo recientemente vivido no había sido más que un oasis en el desierto. Y ahí llegó un vigués de 38 años para decir que nada más lejos de la realidad.
El éxito de Diego Martínez y los suyos, más allá del ascenso conseguido, ha sido devolver la ilusión a una ciudad que, por fin, se siente orgullosa de ver jugar a su equipo. Un equipo que, independientemente del resultado, pelea, lucha y sabe sufrir como lo hacen sus miles de fieles. Un equipo que, como hace poco me dijo un buen Granadinista, "aunque repita los 20 puntos conseguidos el último año en Primera, seguro que no se arrastrará por ningún estadio". Y con eso está todo dicho.
Así las cosas, el próximo sábado a las nueve de la noche rodará el balón sobre el verde del Estadio de la Cerámica en el choque que enfrentará a amarillos y rojiblancos en su estreno liguero. A este pistoletazo de salida llega el Granada con muchas caras nuevas y los deberes (casi) hechos, como dijo ayer su director general, Antonio Fernández Monterrubio. Y añado el "casi" porque aún faltan algunas pinceladas que culminen la buena obra deportiva de Fran Sánchez a lo largo de un verano que ha sido más convulso de la cuenta por la penalización impuesta por LaLiga. Una penalización ya reconducida, como anunciamos ayer.
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Neyder Lozano, Domingos Duarte, Yan Eteki, Roberto Soldado, Darwin Machís, Yangel Herrera, José Antonio Martínez y Carlos Fernández son las caras nuevas de los nazaríes de cara al curso próximo. Además de Fede Vico, que ya vistió la rojiblanca horizontal el pasado año y cuyo traspaso fue automático por una cláusula en caso de ascenso. De los ocho nuevos, los cinco primeros vienen en propiedad, mientras que Yangel Herrera, José Antonio Martínez y Carlos Fernández lo hacen como cedidos por sus respectivos equipos. Este hecho, lejos de ser una nimiedad, refuerza la posición de una entidad nazarí que se asienta cada vez más en el fútbol nacional y se aleja de épocas pasadas en las que el vestuario estaba plagado de jugadores cedidos que no sentían demasiado arraigo por los colores que vestían.
Como es lógico, para que lleguen unos, deben salir otros. Fran Rico, Alberto Martín, Raúl Baena, Nico Aguirre, Adri Castellano, Sergio Peña, Pablo Vázquez y José Antonio González han abandonado la disciplina granadinista este verano, siendo el último el único que lo ha hecho a modo de préstamo.
De esta manera, con la recién anunciada llegada de Carlos Fernández procedente del Sevilla, la delantera estaría completa. La duda ahora está en si Rodri Ríos continuará o tendrá que marcharse. Tiene buen cartel en Segunda y tanto el Málaga como Las Palmas se han interesado por él. Dos buenas ciudades para estrenar su próxima paternidad, si finalmente ha de hacer las maletas. Otro que también está en la rampa de salida es Bernardo Cruz, consciente de que, tras los fichajes acometidos en la zaga, su participación en el equipo se reduciría ostensiblemente.
Sin embargo, con el puzzle prácticamente completo, una de las posiciones que sí requiere de fichajes de manera casi obligada es la de lateral izquierdo. Con Álex Martínez lesionado y Carlos Neva a caballo entre el filial y el primer equipo, el polivalente Quini se postula como titular el próximo sábado. El cordobés, a pierna cambiada, rindió de maravilla la pasada campaña tras la desafortunada lesión de Álex Martínez en Málaga. Pero la nueva categoría es mucho más exigente y será necesario ver una cara nueva en el flanco izquierdo del esquema rojiblanco. Antonio Luna es uno de los que interesan para ese papel, pero su contratación va más despacio de lo previsto. Finalmente, si el mercado y la economía lo permiten, el último tripulante de esta nave debiera ser un mediocentro creativo que pudiera alternarse con Montoro en la difícil tarea de activar la sala de máquinas nazarí y llevar la manija para que el equipo carbure.
La mejor noticia es que este barco no estará solo, nunca lo ha estado y, probablemente, nunca lo estará. Más de 13.000 almas rojiblancas horizontales soplarán con ilusión en Los Cármenes para que las velas de este barco lo lleven a buen puerto allá por el mes de mayo. La travesía será larga y por momentos complicada, pero merecerá la pena. Quien no haya comprado todavía su pasaje, a tiempo está. Ya saben, hay que luchar para ganar, con fuerza y con valor.