El calor bajo tus pies
En el mundo romano ya se usaba este tipo de calefacción bajo el nombre de hipocaustus - calor que sube - en viviendas, termas y palacios. En la edad media, el sistema de calefacción más similar eran las Glorias castellanas. Con los años y los avances tecnológicos han conseguido mejorar esté sistema hasta lo que hoy por hoy conocemos como suelo radiante, que se está imponiendo en sistemas de nueva construcción en toda Europa.
¿Qué es?
Es un sistema de distribución de calor que consiste en utilizar toda la superficie de la vivienda como emisor. El calor es aportado mediante agua templada que pasa a través de un serpentín de plástico termoestable empotrado en el suelo.
El suelo radiante permite que las personas tengan los pies calientes y la cabeza fría siendo así su curva de calor mucho más aproximada a la del calor ideal, a diferencia de otros sistemas de calefacción. Además consigue que la temperatura sea uniforme en toda la habitación y admite cualquier tipo de suelo.
Según un estudio de ASHRAE -La Sociedad Americana de Aire Acondicionado, Refrigeración y Calefacción- el cuerpo humano tiene la misma sensación de bienestar en un ambiente de temperatura uniforme a 18ºC que con 20ºC con una distribución desigual del calor.
Ventajas
- No reseca el ambiente
- Los suelos no alcanzan una temperatura muy alta
- Reduce el consumo entre un 20% y un 40% frente a otros sistemas calefactores
- Evita las bolsas de aire caliente en el techo, evitando la sensación de agobio
- Estéticamente, no condiciona la decoración ni enegrece las paredes
- No produce ningún ruido
- Es además un suelo flotante que mejora el aislamiento acústico
Este tipo de instalaciones, así como las de suelo refrigerante para verano, las realiza Imgas. Esta empresa granadina se encarga no solo de instalaciones de gas y su mantenimiento, sino que además están especializados en calefacción, aire acondicionado, y energía solar.