El calor que congela las ventas de Navidad
Aunque muchos comercios se ven beneficiados de este negocio muchos otros sufren las consecuencias de la Navidad más cálida del año
Granada ha atravesado uno de sus ‘diciembres’ más atípicos, un diciembre de calor. Un diciembre en el que más que de invierno las temperaturas han sido más propias de la primavera. El día 16 de diciembre se alcanzaron los 23 grados centígrados. En los pasados dos decenios, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la media de temperatura máxima alcanzada en el mes de diciembre ha sido de 13,4 grados.
Cristina Afan de Rivera trabaja en los 100 Montaditos de Acera del Darro, un negocio que se ha visto beneficiado del cálido invierno. A la espera de una respuesta del Ayuntamiento para cerrar la terraza y sin tener estufas, ni cerrajes, Cristina explica que esta situación ha venido “muy bien". "Se ha notado un volumen de gente en terraza y sin embargo el año pasado por estas mismas fechas hacia mucho más frío y había menos gente”, comenta. Desde el Ayuntamiento sólo les han permitido poner tres lados, pero sin un techo por arriba, “que no sirve para la lluvia, seguiremos esperando”, lamenta.
En la calle Ganivet se encuentra la Castellana, un negocio que también se ve beneficiado de las temperaturas. “Esta Navidad se está notando, no sé si será también porque hay mucho turismo, pero la temperatura está acompañando y eso se nota mucho en la afluencia de la gente en la terraza que no es la misma que otros años”, explica Jorge Cortés, empleado del establecimiento.
Adaptar la oferta a la demanda es la clave de Yo Yogurt, establecimiento que vende yogurt helado al gusto del consumidor. Carlos Morejón trabajador del local asegura que “entre semana las ventas se mantienen más o menos igual y los fines de semana se vende más, pero no cambia mucho respecto al año pasado. Lo que cambia es el gusto de la gente que prefiere más creppes calientes”.
LA OTRA CARA DE LA MONEDA
La media de días en los que ha llovido en Granada en diciembre de otros años ha sido de 7,4, un dato que no se ha cumplido este año.
“El año pasado preguntaban mucho por botas de agua, Goretex… Este año quedan menos de dos meses de invierno y se está notando en las ventas”, explica Rocio M, dependienta en una tienda de zapatos. “Se vendió más en octubre que en diciembre, las ventas han bajado un 20% más que el año pasado. Se están vendiendo más botines y no tanto pelo”, comenta.
Cristina Medina trabaja en Vogavogue, una tienda de moda joven donde han notado una bajada en las ventas de abrigos, pantalones de pana, jerséis de cuello alto y pañuelos, “¡no tengo ni bolsas para chaquetones!”, bromea.
“Está afectando muchísimo", sentencia Jose Pérez Blanco de la tienda Doble de Plaza Bib-Rambla. "La gente en el momento que no hace frío, o no llueve, no compra. Los chaquetones no se venden, no hay apetencia por comprar y si ya de por si hay una crisis importante pues la gente si no tiene necesidad pues no compra. El año pasado si había llovido la sierra tenía mucha nieve y sí había mucho movimiento. Ahora no se ve esa alegría de comprar”, termina.