El cáncer de cuello de útero afecta a 2.100 personas al año
La patología representa el 3,3% de los tumores femeninos
Uno de los mayores temores en la población femenina es padecer una de las patologías más proliferadas en los últimos años: el cáncer de cuello de útero. Una enfermedad que, tal y como expresa la ginecóloga Irene Vico, se presenta como la tercera causa de muerte -en cuanto a tumores- de personas entre los 14 y los 54 años. Así, la enfermedad se sitúa tras el cáncer de mama y de pulmón en cuanto a incidencia.
Tal es su situación en la sociedad actual que, según expresa la Sociedad Española Contra el Cáncer, en España se diagnostican unos 2.100 casos al año. Esta cifra representaría el 3,3% de los tumores femeninos.
Para lograr entender esta patología, es necesario acercarse a su definición, que, según Vico, sería “una neoplasia maligna con origen en las células que revisten el cuello del útero”.
La principal causa que lo provoca, según explica la ginecóloga, es la aparición del Virus del Papiloma Humano (VPH), cuya presencia se presenta como fundamental para la extensión del cáncer de cuello de útero. Junto a esto, Vico añade: “Las personas inmunodeprimidas, que tienen más dificultad a la hora de eliminar el VPH, y las personas expuestas a él, como son las mujeres con varias parejas, con inicio precoz de las relaciones, no usar el preservativo, tienen mayor posibilidad de sufrir este tipo de cáncer”.
La Sociedad Española contra el cáncer amplía estos causantes, añadiendo fumar y usar anticonceptivos de manera prolongada a la lista de acelerantes de riesgo de sufrir el cáncer de cuello de útero.
Una de las consecuencias que despierta tras su aparición es el sangrado vaginal -sobre todo en el momento de tener relaciones sexuales-, el dolor abdominal y la compresión de órganos vecinos como pueden ser la vejiga y el recto.
Sobre la forma de evitarlo, la ginecóloga afirma: “La prevención primaria sería a través de la vacuna. Con ella se evitaría la infección por los virus de alto riesgo y así la probabilidad de tener una lesión que pueda evolucionar a cáncer”. La segunda forma de prever la aparición del cáncer de cuello de útero sería realizar el cribado de cáncer de cerviz que se realiza mediante citologías periódicas.
Si la aparición de este tipo de cáncer se presenta irreversible, la forma de tratarlo depende del estadio en el que se encuentre la patología. Así, si está localizado en el cuello y no penetra mucho en el tejido de sujeción -menos de tres milímetro- se puede realizar una conización, que consiste en quitar la lesión completa, o una histerectomía –centrado en quitar el útero entero- si la mujer ya tiene hijos.
Si está en una situación más avanzada pero no ha llegado a los ligamentos que sujetan el útero se realiza una cirugía completa en la que se quitaría el útero, los ovarios, las trompas, la zona superior de la vagina y los ganglios correspondientes. Además, en ocasiones también se da quimio y/o radioterapia.
Así, con el tratamiento adecuado y localizando el problema a tiempo, el cáncer de cuello de útero puede paliarse hasta desaparecer.