El candidato Sebastián
Se conoce el nombre del candidato que abrirá la lista del PP en las elecciones municipales de 2019, Sebastián Pérez, quien será proclamado oficialmente como tal en una convención andaluza este fin de semana en Marbella. Quienes pronosticaron su nombre tenían ideas ciertas, a la luz de la designación, más de un año antes de la liza. Un periodo prolongadísimo pero plenamente asentado en la política española, que en el entramado autonómico más generales más municipales es imposible desligar del clima preelectoral. ¡Todo el año es precampaña!
Si alguien pensó que la traumática caída de Torres Hurtado podría desencadenar una batalla interna en la lucha por la cabeza de cartel, la designación disipa esa posibilidad. Sebastián Pérez, en la lógica interna del PP, era el relevo natural del alcalde dimitido. Que Rocío Díaz se haya crecido en su papel de portavoz y mostrado más correa de la que se le suponía cuando ocupaba la bonancible concejalía de Turismo no hace sino reforzar su figura para un futuro a medio plazo en el que hará carrera. Tiempo le sobra. Y, en todo caso, no habrá una pugna sorayistas-cospedalistas que en el propio partido se temió cuando sonó el nombre de una parlamentaria andaluza baqueteada en anteriores mandatos en la política municipal. O tanteó sus posibilidades y no vio tantas o se trataba de un rumor sin verdadero fundamento.
Sebastián Pérez, pues, será el candidato de la lista y el partido que -no se olvide- ha ganado las siete últimas citas electorales -cuatro de ellas, por mayoría absoluta- en Granada. Desde 1991. Una ciudad de derechas suele tener alcalde de derechas. Entramos en una cuenta atrás en la que el PSOE, su adversario natural, deberá potenciar la figura de Francisco Cuenca y emplearse a fondo -no solo en fotos- para menguar esa ventaja de salida de los populares. Preveo un pulso de ruedas de prensa, a ver quién la da más larga, de aquí a mayo de 2019: a una diaria, exentos sábados y domingos aunque no tengo tan claro que se permitan ese descanso dominical, me salen unas trescientas...
A Pérez le han colgado el sambenito de que quiere ser alcalde de Granada. No termino yo de entender por qué se dice como un axioma y con un tinte negativo que no comparto. A mí, particularmente, me parece muy honorable que la principal ambición de un político sea la de llegar a la alcaldía de su ciudad. Otra cosa es esa precampaña eterna, exenta de ideas, haciéndose fotos hasta para inaugurar un semáforo o para denunciar que no funciona. ¡Qué tiempos aquellos, en 2007, cuando el debate era el cierre del Anillo de Circunvalación! Han pasado once años -y los que vendrán- y del cierre del Anillo nunca más se supo.
El candidato del PP se enfrenta, sin embargo, a uno de sus fantasmas, Torres Hurtado y sus tres mayorías absolutas consecutivas, una marca que nunca debió someter a la dura prueba de una cuarta reelección. Porque las perspectivas eletorales del PP ahora no son las de el primer decenio de este siglo. Pese a esa hegemonía popular en Granada, hay una marca electoral en bajada que detectan las encuestas y habrá en 2019 un competidor plenamente asentado entre el electorado de la derecha, como es Ciudadanos, ¿con capacidad para restar una notable porción de votos a la candidatura del PP? Así lo indican los sondeos respecto a la política nacional.¿Cuántos en Granada?
Que por mayo, será por mayo (de 2019) cuando aprieta la calor, despejaremos la incógnita. Porque hay otras opciones abiertas, como la que representa ese clamor ciudadano localista y 'granainista', anti autonómico más que anti andaluz que quizá las urnas midan en toda su intensidad. O como el paso adelante que pueda dar 'Spiriman', animado por los suyos, que son muchos. ¿A quiénes restarían votos estas dos opciones? Tengo para mí que a todos: su base no tiene forma definida ni color, incolora y amorfa por tanto. Pero con una gran fuerza movilizadora, un seísmo político cuya intensidad quizá conozcamos dentro de catorce meses.
Comentarios
Un comentario en “El candidato Sebastián”
J puertas
18 de marzo de 2018 at 10:57
Quién vota a un corrupto, sabiendo que es corrupto, es también corrupto.
Corrupto no es solamente quien practica corrupción, también lo es, el que lo apoya o vota.
Un comentario de http://www.urbanizacionlasalondras de Otura