El cierre del botellódromo fomenta la fiesta casera
Los botellones en las puertas de discotecas y en viviendas particulares han proliferado en Granada tras el cierre del botellódromo entre semana
El botellódromo de Granada va echando poco a poco el cierre hasta que el próximo uno de septiembre diga adiós definitivamente a las fiestas multitudinarias a las que acogía. Pero este cambio de escenario no ha traído consigo el desapego de los granadinos por una de las costumbres más arraigadas en la juventud: el botellón.
Y es que, tras la prohibición llevada a cabo por el Ayuntamiento de Granada de realizar este tipo de eventos en el reciento entre semana, el imaginario de los granadinos se ha amplificado hasta buscar una nueva solución: llevar la fiesta a sus casas particulares o a zonas donde la dispersión dificulta el trabajo de la policía de identificación y multa.
De ese modo, tal y como ha señalado María Francés, concejal de Comercio del Ayuntamiento de Granada, solo en el día de ayer se multiplicaron las fiestas en viviendas y los botellones dispersos por toda la ciudad.
“El jueves hubo menos, pero ayer se dieron muchas fiestas. Las denuncias de ruidos en viviendas se dieron por toda la ciudad, especialmente en calles como Pedro Antonio, Doctor Oloriz o Menéndez Núñez, mientras que los botellones en la vía pública proliferaron en las zonas de San Jerónimo, Pío Baroja o escalerillas de Hacienda, entre otros espacios”, ha destacado la concejal de Cultura. Otro de los lugares escogidos como alternativa al cierre del botellódromo han sido las puertas de las discotecas.
Para paliar esta situación, el Ayuntamiento de Granada ha ampliado el número de agentes que patrullan la zona, habiendo destinado dos patrullas de policía extraordinarias encargadas de controlar la situación. La labor de estos policías se centrará en identificar a los ciudadanos que consuman alcohol en la calle o hagan excesivo ruido en las viviendas a partir de las 12 de la noche para posteriormente aplicarles las multas convenientes que rondan los 80 euros (40 euros si se abonan en el momento).
El nuevo objetivo que persigue la directiva granadina es conseguir un equilibrio sano entre la diversión libre de los jóvenes y el descanso de los ciudadanos que viven por las zonas afectadas.