El Complejo Hospitalario Universitario de Granada inicia un proyecto para mejorar calidad de vida de pacientes con daño cerebral adquirido
Esta iniciativa está organizada por la unidad clínica de Rehabilitación y la asociación de Familiares y Afectados por Ictus de Granada NEUROAFEIC
El Complejo Hospitalario Universitario de Granada ha iniciado un proyecto de voluntariado denominado `De tarde en tarde´ dirigido a pacientes hospitalizados con daño cerebral adquirido.
Esta iniciativa se pone en marcha gracias a la coordinación entre la unidad de Rehabilitación de este complejo hospitalario y la asociación de Familiares y Afectados por Ictus de Granada, NEUROAFEIC. La directora gerente de los hospitales, Pilar Espejo, ha acudido al acto de presentación junto con profesionales sanitarios, y ha destacado “el papel fundamental de las asociaciones de pacientes para seguir mejorando en la atención , no sólo clínica, sino también desde el ámbito personal y social”.
El objetivo es incrementar el bienestar de los pacientes y familiares afectados por esta patología mientras se encuentran hospitalizados. Para ello, dos tardes en semana se van a realizar actividades lúdico-terapéuticas donde van a participar, entre otros, voluntarios profesionales de logopedia, neuropsicología, trabajo social y enfermería.
Las actuaciones planificadas recogen actividades como talleres psicoeducativos para familiares y afectados, talleres de habilidades comunicativas, cineforum, lecturas comentadas o salidas a actividades lúdicas o culturales. En esta iniciativa también colaboran la Obra Social de “La Caixa” y la Universidad de Granada.
DATOS DE ACTIVIDAD
En el hospital granadino se atiende a una media de 70 pacientes diarios con daño cerebral adquirido, - entre ingresados, hospital de día y ambulatorios-. La media de duración de los tratamientos ronda en torno a los seis meses. Esta unidad de gestión clínica de Medicina Físisca y Rehabilitación trata a una media de más de 130 nuevos pacientes al año.
La Neurorrehabilitación dispone de métodos para ayudar a la persona afectada a optimizar la recuperación de sus funciones, potenciar sus capacidades conservadas y ayudarla a adaptarse a sus limitaciones, con el fin de lograr la máxima autonomía posible.
Este tipo de pacientes cuenta con un equipo multidisciplinar que programa, no sólo su tratamiento inicial y continuidad del mismo en régimen de hospitalización sino que prevea, también, su alta hospitalaria y adaptaciones necesarias, que ayude a la familia, desde el inicio, a aceptar la situación y le enseñe a entender y atender lo que será una situación de discapacidad crónica.
Este equipo está integrado por diversos especialistas médicos como intensivistas, neurocirujanos, neurólogos, traumatólogos y rehabilitadotes. Cuando la situación clínica inicial se ha estabilizado, es el médico rehabilitador el que dirige un equipo terapéutico formado por los distintos profesionales encargados de la asistencia como enfermería, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, logopeda, asistente social, psicólogo, técnico ortoprotésico y enfermería gestora de casos.