El convenio para el metro de Granada en el limbo y... ¿cómo se ha llegado hasta aquí?

PARADAS METRO 62
Jaime Martín | @jmartinreporter
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Un nuevo capítulo comienza en esta historia para no dormir que supone la construcción del metro de Granada. Retomadas las obras a su paso por el Zaidín -tras más de tres meses de parón-, ahora la dificultades llegan por parte de dos administraciones condenadas a no entenderse. De un lado el Ayuntamiento de Granada que, "harto de retrasos" a la hora de firmar un actualización del convenio, según la edil de Urbanismo, Isabel Nieto, decidió el pasado jueves resolver el documento firmado en 2006 así como la adenda añadida posteriormente. De otra parte la Junta de Andalucía que, precisamente ayer, dio luz verde a la esperada firma y que tacha de "irresponsable" la actuación del Consistorio, en palabras de la delegada de la Junta, Sandra García.

Obras del metro a su paso por el Zaidín

Obras del metro a su paso por el Zaidín

UN CONVENIO QUE SE QUEDÓ OBSOLETO

Esta nueva gresca entre administraciones viene de largo; en concreto desde 2006, cuando se firmó un acuerdo de colaboración entre Ayuntamiento y Junta para llevar a buen puerto las obras del metro, un convenio que estipulaba cómo debía ser el trazado del metropolitano y marcaba ritmos de pago del Ayuntamiento, entre otros asuntos. Pero ese convenio no tardaría en quedar obsoleto con la llegada de una crisis económica que imposibilitaría al Consistorio granadino a acometer los pagos en el tiempo acordado y haría replantearse a la Junta de Andalucía ciertos trazados del metro, como la construcción de un paso subterráneo para coches en la intersección entre Avenida de América y la calle Andrés Segovia en el barrio del Zaidín. De ahí surgió la necesidad de modificar el convenio a través de una adenda que, en teoría, se debería haber firmado en 2013. Tras un año de espera por parte del Ayuntamiento de Granada, el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía dio ayer el visto bueno a la firma de esta adenda. Pero lo hizo tarde, exactamente cinco después de que el Ayuntamiento cumpliera su ultimatum y diera por terminado un acuerdo que sobre el papel habría facilitado la colaboración entre instituciones y que en la práctica ha terminado embarrando aún más la relación de ambas.

Según Nieto, las condiciones bajo las que se firmó el convenio ya no existen puesto que "se ha doblado el precio" presupuestado para la obra -los alrededor de 250 millones pueden terminar siendo más de 500-. Según Sandra García, el equipo de gobierno de Torres Hurtado habría caído en una "falta de lealtad institucional" al dar por concluido todo el convenio y su adenda.

Y AHORA, ¿QUÉ? 

Con el convenio ya autorizado por el gobierno andaluz, las obras deberían recibir el empujón que termine de dejar por zanjado ese 10% del trazado que todavía está por materializarse. Del mismo modo, la financiación de la obra por parte del Ayuntamiento también habría quedado resuelta, teniendo el Consistorio 30 años para pagar su parte de la infraestructura. Por otro lado, la Junta se comprometería a acarrear con el coste del reparación de los desperfectos producidos por las obras. Y todo esto en condicional, dado que a día de hoy el futuro del convenio es incierto. Mientras que Isabel Nieto aboga por  redactar un nuevo convenio por considerar que la Junta "no ha cumplido nada" de lo estipulado en el convenio y la adenda, Sandra García ha pedido al Ayuntamiento que reconsidere su posición. 

En la práctica, las obras continuarán su ritmo, ese que en su día calificara de "espectacular" el delegado de Fomento, Manuel Morales y que, según el gobierno andaluz, permitirá abrir el primer tramo del metropolitano para 2015. Sin embargo, la falta de entendimiento entre instituciones puede terminar complicando unas obras que deberían haberse terminado hace años.