El Covirán aguanta el chaparrón para asaltar el liderato (80-83)

Los rojinegros vencen en la casa del líder, Easycharger Palencia, y le roban el primer puesto en un choque lleno de tensión

Fundacion CB Granada - Huesca
Thomas Bropleh en un partido anterior | Foto: Antonio L. Juárez
Jero Camero
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El Covirán Granada sigue creciendo y en Palencia ha vuelto a demostrar que ni las bajas ni los líderes de la categoría le pueden frenar. El Easycharger Palencia, que ostentaba la primera plaza al comienzo de la jornada y no había perdido en cinco jornadas, sumó la primera derrota en su casillero.

Para este partido Pablo Pin deparó a los aficionados granadinos que siguieron el choque el regreso de Petit Niang. El pívot, que seguía arrastrando una lesión, tan solo había efectuado un entrenamiento en toda la semana, pero su participación fue decisiva desde el momento en el que sus compañeros en el juego interior volvieron a cargarse de faltas.

El partido comenzó a dirimirse debajo de los aros. El duelo de torres fue el mejor aliciente en el Pabellón Municipal palentino. Iriarte, Gatell y Niang tuvieron la complicada tarea de hacer frente a Fall y Blumbergs. Poco tardaron los jugadores de uno y otro equipo en cargarse de faltas, mientras que el show en la puntuación corría a cargo de Thomas Bropleh en la vertiente rojinegra y de Dani Rodríguez por los locales.

En el segundo cuarto se rompió el juego en favor del Covirán. El ingreso de Niang reactivó al los granadinos en el área defensiva y potenció el ataque con varias buenas acciones consecutivas. Los rojinegros incrementaron su ventaja hasta los 20 puntos y aseguraron de poder vivir con tranquilidad el resto del choque.

Pero Palencia no se había erigido como un equipo imbatible por ciencia infusa. Aguantó el chaparrón lo mejor que pudo y con el trabajo de una hormiga fue recortando la distancia en el electrónico con un trabajo superlativo de Ali. El ghanés se echó el equipo a la espalda y en una magnífica segunda mitad consiguió meter a los suyos en el partido.

Al Covirán le entró el nerviosismo. Las constantes pérdidas en los últimos cinco minutos de partido se convirtieron en una sangría que permitió a Palencia igualar el resultado. Un triple de Pere Tomàs parecía sentenciar el choque a falta de un minuto, pero no sirvió para calmar los ánimos. Con tres puntos de ventaja, Jacobo marró dos tiros libres que hubieran puesto el punto final. Sin embargo, ambos fueron escupidos por el aro y el triple final del Blumbergs sobre la bocina terminó rebotado contra el hierro.

Victoria muy trabajada de el Covirán que le lleva directamente al liderato de la categoría con cinto triunfo y una derrota, a falta todavía de que finalice la jornada el próximo domingo. Los rojinegros ya han demostrado que saben ganar con calma, pero que también saben sufrir, aunque aún quedan muchas cosas por corregir.