El Covirán da carpetazo a su mala racha ante su rival fetiche (97-91)

Los rojinegros casi pecan nuevamente en la gestión de las ventajas, pero el liderazgo de Valtonen y Bamforth los lleva a su quinta victoria de la temporada

Coviran Granada Casademont Zaragoza
Jacob Wiley celebra con rabia en los últimos minutos del partido ante Zaragoza | Foto: Antonio L. Juárez
Ainoa Morano
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El Covirán Granada cierra la primera vuelta con sensaciones positivas. Tras una racha de seis derrotas consecutivas, los rojinegros encuentran a su rival fetiche para igualar su balance de victorias de los dos años anteriores al término de la primera mitad de la temporada.

Un partido con objetivos completamente diferentes para ambos contrincantes. Mientras que los granadinos buscaban escapar de la zona baja de la tabla, Casademont Zaragoza apuraba sus opciones para entrar a una Copa del Rey de la que se ha quedado a las puertas. Como ya dijese Porfi Fisac unas campañas atrás, Covirán Granada había querido más la victoria que ellos. Aun con la plantilla algo mermada por la ausencia de Edgar Vicedo y con Agustín Ubal con un vendaje en su mano por un esguince, los de Pablo Pin saltaron a la pista del Palacio con el cuchillo entre los dientes. Intercambio de canastas en los primeros compases del juego que dejaron el 9 a 10 con Elías Valtonen liderando el plano ofensivo. Con este marcador, los locales dieron un paso más a nivel defensivo y, sobre todo, ofensivo. Un parcial de 11 a 0 con Jacob Wiley y Valtonen tirando del carro obligaron a Porfi Fisac a parar el encuentro. Su equipo no se encontraba cómodo ante la presión de su rival, incapaz de encontrar los espacios para hacer daño, por ejemplo, con Jilson Bango el cual quedó completamente anulado en la primera mitad del encuentro. Reaccionó el conjunto maño, pero supo aguantar el tirón el Covirán para marcharse al segundo periodo con una leve ventaja (22 a 17).

Entrados al segundo acto, la salida de los rojinegros fue brillante. A diferencia de otros encuentros, se encontró la forma de abrir brecha en el marcador con un Amine Noua colosal. En apenas dos minutos del periodo, el marcador avanzó hasta el 30 a 19, momento en el que Fisac volvió a pasar el juego. Se nutrió durante varios minutos el plantel zaragozano de los lanzamientos desde la línea de personal al llevar rápidamente a Covirán al bonus. Aun así, los de Pablo Pin encontraban sus oportunidades para mantener una renta de diez puntos que, aun incluso con algunas decisiones arbitrales en contra, lograron obviar para seguir manteniendo el control del partido. El primer reto de la segunda vuelta se estaba completando: manejar las ventajas, eso sí, aun quedaba mucho partido. (47-37).

De regreso al parqué, el tercer cuarto volvió a ser un periodo para olvidar. La historia, ya agotadora, de las últimas semanas se repitió una vez más. Todo el trabajo realizado durante 20 minutos se tiró por la borda en un abrir y cerrar de ojos. Dos minutos necesitó Casademont Zaragoza para pulverizar una renta de su rival de diez puntos y colocarse por delante en el luminoso. Ataques precipitados, faltas por doquier, muchas que, como se suele oír en las retransmisiones de Movistar + entran en la carpeta de las faltas tiquismiquis y un bloqueo ofensivo que permitió a Zaragoza endosar un parcial de 7 a 18 para darle la vuelta al marcador. Con la ventaja perdida, Pablo Pin paró el encuentro, el plan de partido cambió, ahora tocaba remar, aunque parece que este es el ámbito en el que más cómodo navega el Covirán. Como también es habitual, los rojinegros no le perdieron la cara al partido. En el intercambio de golpes y la alternancia de liderazgos, los locales encontraron en Scott Bamforth el mejor aliado. Dos triples consecutivos del estadounidense dieron la mínima ventaja al Covirán para encarar el último periodo con el optimismo por las nubes (66 a 65).

El Palacio volvió a ser una caldera para tratar de llevar a su equipo a la victoria. El nivel físico del partido subió aun más si era posible dejando en todas las jugadas a un rival por los suelos y haciendo de la línea de personal el mejor aliado para ambos equipos. Con dos puntos de Wiley, un triple de Rousselle y dos más de Valtonen, el Covirán endosó un parcial de inicio de 7 a 0 que obligó a Fisac a para el partido. Zaragoza aun no había dicho su úlima palabra. Nuevamente con un juego rápido como base y encontrando a un Trae Bell-Haynes sumamente valiente encarando el aro para sumar puntos vitales para su equipo. Nuevamente un intercambio de golpes en el que los fantasmas del pasado podrían haber resurgido para los locales, pero la lección ya estaba aprendida. Un triple de Scott Bamforth y otro de Elías Valtonen daban seis puntos de ventaja al Covirán a falta de poco más de un minuto. Una distancia que esta vez sí sabrían manejar. Garra, defensa y tranquilidad para vivir unos últimos instantes de infarto en los que la moneda al fin cayó de cara para el Covirán Granada. 97-91 y quinta victoria de la temporada ante un rival que seguirá sin saber lo que es el triunfo en el Palacio. Ya lo dijo el presidente del club granadino, si equipo y afición se unen pocos equipos podrán ganar en el pabellón del Zaidín.

Ficha del partido:

Covirán Granada: Clavell, García, Noua, Valtonen, Guerrero - quinteto inicial - Rousselle, Ubal, Aurrecoechea, Bamforth, Tomàs, Wiley, Cerdá

Casademont Zaragoza: Bell-Haynes, Slaughter, González, Fernández, Bango - quinteto inicial - Spissu, Yusta, Mencía, Rodríguez, Sulejmanovic, Moreno

Parciales: 22-17; 25-20 - descanso - 19-28; 31-26

Incidencias: partido correspondiente a la Jornada 17 de la ACB disputado en el Palacio de Deportes el domingo 19 de enero a las 12:30 horas.







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