El Covirán Granada da rienda suelta a la ilusión (73-60)
El conjunto rojinegro se ha impuesto con holgura al Chocolates Trapa Palencia y ha asegurado su presencia en el playoff | El acierto en el triple de los nazaríes tras el descanso ha decidido un encuentro muy igualado en los dos primeros cuartos
No hubo tensión, aunque sí igualdad, y ni siquiera fue necesario tirar de transistor. El Covirán Granada ha disuelto a base de triples a un Chocolates Trapa Palencia bien armado que estiró su solidez hasta el descanso. A la vuelta de vestuarios, los de Carles Marco sufrieron el acierto exterior del conjunto de Pablo Pin, que se impuso por 73-60 y acabó celebrando su participación en la fase de ascenso a la ACB. Allí espera Iberojet Palma, pero, hasta entonces, hay rienda suelta a la ilusión.
El cuadro nazarí había hecho sus deberes con premura, obteniendo la permanencia, que era el objetivo marcado para su primera temporada en LEB Oro, antes de que llegase abril, aunque los pupilos de Pablo Pin son aplicados y no estaban aún conformes. Querían poner a su estreno en la categoría un sobresaliente que premiase su esfuerzo durante el curso y les permitiera, incluso, soñar con una matrícula de honor. Un sordo aplauso les recibió cuando, veinticinco minutos antes de que el balón empezase a botar, salieron a hacer sus últimos ejercicios de calentamiento. La marea roja inundaba poco a poco las gradas de un Palacio de los Deportes engalanado para vivir lo que esperaba que fuese una noche de ensueño.
Pero a la fiesta se coló un invitado que no llegaba precisamente a poner la música. El conjunto palentino se presentó sobre el parqué dispuesto a torpedear las aspiraciones rojinegras, a tornar el sueño en pesadilla para obtener el factor cancha, lo que no es cuestión baladí. Y, aunque de reojo y con recelo, todos miraban a Huesca, donde también se jugaba por el playoff.
Nadie quería fallar, lo que se reflejó sobre la pista desde el comienzo del choque. Con el lanzamiento al aire lo que realmente comenzó fue una partida de ajedrez, un duelo táctico en el que ni rojinegros ni palentinos encontraban facilidades para rasgar el tejido defensivo de su rival. Gustys abrió la lata en la segunda posesión del encuentro y lo volvió a igualar tras las canastas de Pardina e Iriarte. La cosa iba de parejas.
Se fueron agregando nombres a la refriega, siempre de dos en dos, hasta que Steve Vasturia se saltó el guion. El estadounidense puso a su equipo en ventaja con un triple en su segunda incursión en el marcador, lo que, unido a otro tiro de tres palentino, en esta ocasión de Aitor Zubizarreta, parecía romper el equilibrio. Nada más lejos de la realidad. El conjunto rojinegro devolvió la simetría en el electrónico por medio de Sergio Olmos, impecable en el tiro libre, y Manu Rodríguez, que situó el empate a 18 con el que el duelo se fue al segundo cuarto.
Este comenzó con un triple de Carlos Corts que puso fin a la igualdad. Hermanson y Vasturia trataron de recortar distancias, pero Manu Rodríguez y Josep Pérez, con sendos tiros libres, establecieron un colchón de cuatro puntos entre los contendientes. De Cobos hizo lo propio para contrarrestar la anotación simple de Veljkovic, al que le tembló la muñeca en el primer intento, y la canasta de Grimau.
Pidió tiempo muerto, en cualquier caso, Pablo Pin, buscando tal vez un reajuste que permitiera a los suyos irse en el electrónico, o quizás para comentarles que el Levitec Huesca se iba al descanso perdiendo de tres. Jorge Sanz redujo la diferencia con otro tiro exterior, le emuló Carlos de Cobos, de nuevo, y Devin Wright, desde los 4’60 metros, mandó el encuentro al intermedio con el 36-31 luciendo en las cuatro esquinas del Palacio.
El cuadro rojinegro trató de calcar el inicio del segundo cuarto a la vuelta de vestuarios, con un lanzamiento de Carlos Corts desde fuera de la pintura, aunque en esta ocasión fue Guille Rubio el encargado de inaugurar el parcial. El granadino tuvo que esperar a que Hermanson replicase para estrenarse en el tercer acto, poniendo el casillero local en 40 puntos. Aquí, la ilusión granadina terminó de superar a la ambición morada.
Pese a que Jorge Sanz, Vasturia y Kone Moussa trataron de evitar la descomposición del cuadro dirigido por Carles Marco, el Covirán Granada disolvió a su rival a base de triples. Carlos Corts, Xabi Oroz y Manu Rodríguez, este último en dos ocasiones, se mostraron diestros en esta suerte para poner once puntos por delante al equipo de casa, que se fue al último cuarto con un 54-43 a su favor y acariciando ya la promoción.
El conjunto de Pablo Pin la cocinó a fuego lento, la rumió y la saboreó durante los últimos diez minutos, para digerirla ya fundido con su hinchada en una celebración histórica. Mientras la grada del feudo rojinegro se movía, impulsada por una ola que rompió directamente en la fase de ascenso, el cuadro nazarí empezó a divertirse. Josep Pérez abrió el parcial con cinco puntos consecutivos que dieron paso a una delicatessen de Sergio Olmos y a otro triple -el undécimo de los granadinos- de Carlos de Cobos, lo que amplió a 20 puntos la diferencia (63-43).
El Chocolates Trapa Palencia trató de maquillar el resultado, pero la inercia local ya era imparable. El conjunto rojinegro no cesó en su afán anotador desde fuera de la pintura, lo que puso el marcador en 73-60 y acabó haciendo pasar desapercibida la derrota del Levitec Huesca. Los de Pablo Pin han dado rienda suelta a la ilusión de una afición que tiene claro que “volveremos a ser grandes, volveremos a ascender”.
Ficha técnica
Covirán Granada: Josep Pérez, Guille Rubio, Joan Pardina, David Iriarte y Carlos de Cobos.
También jugaron: Eloy Almazán, Carlos Corts, Alejandro Bortolussi, Xabi Oroz, Manu Rodríguez, Devin Wright y Sergio Olmos.
Chocolates Trapa Palencia: Jorge Sanz, Urko Otegui, Rokas Gustys, Calvin Hermanson y Steve Vasturia.
También jugaron: Aranitovic, Grimau, Moussa, Aitor Zubizarreta, Cvetinovic y Veljkovic.
Árbitros: Sacristán Barazón, García González y Garvín Domingo.
Parciales: 18-18; 18-13; 18-12; 19-17.
Resultado final: 73-60.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la 34ª jornada de LEB Oro disputado en el Palacio de los Deportes de Granada, ante 5.119 espectadores.