El Covirán suda en Almansa para volver al liderato (75-83)
Los rojinegros se midieron a un rival muy complicado fuera de casa y sumaron el cuarto triunfo consecutivo para cerrar la primera vuelta
Nueva lucha en el barro de la que sale airoso el Covirán Granada. La Bombonera de Almansa, como siempre, fue un hervidero en el que los rojinegros, este domingo de rosa estrenando su nueva equipación, tuvieron que sudar sangre para poder asegurarse la última victoria de la primera vuelta.
El encuentro se desarrolló mediante rachas anotadoras de uno y otro conjunto debido a la presión que había en el ambiente. Bropleh y Ellisor fueron los primeros que se entonaron en el cuadro granadino, con un inicio que a punto estuvo de romper el choque y en el que los rojinegros se fueron hasta los 25 puntos.
Sin embargo, en el segundo cuarto la película cambió de forma drástica. El bloqueo en ataque fue total y apareció Gydra para reventar el aro granadino a base de triples. Las ayudas no llegaban al lado débil y los de Perelló aprovecharon el colapso para remontar la diferencia.
Con la Bombonera apretando más que nunca, el Covirán volvió a sacar su garra y llegó al descanso de nuevo por delante en el marcador gracias a un triple de Christian Díaz. Los intercambios de golpes se sucedieron tras el paso por los vestuarios. Las pérdidas y los errores en el tiro condicionaron la estabilidad de una posible renta en el marcador.
Los ocho puntos de margen con los que el Covirán consiguió empezar el último periodo no tuvieron prácticamente validez una vez terminado el cuarto. Almansa volvió a cerrar la renta aprovechando los errores de los rojinegros. Sin embargo, Pablo Pin sacó pasear su vieja táctica de los dos bases, juntando sobre el parqué a Costa y Díaz, que reactivaron el juego para que Bropleh volviera a ver el aro abierto.
Un triunfo que no llegó solo. La derrota que sufrió Movistar Estudiantes confirmó el regreso del Covirán al primer puesto de la clasificación y augura una segunda vuelta muy igualada. Y, a riesgo de ser repetitivo, el trío arbitral provocó más problemas de los que solventó.