El entrenamiento del Granada CF fue exigente a nivel físico y técnico
La escuadra nazarí sigue su preparación para el maratón de partidos que afrontarán en los próximos días
El mes de abril se inició en la Ciudad Deportiva Diputación de Armilla. El Granada CF puntual a su cita de las 10.30 horas saltó al césped para realizar su entrenamiento.
La novedad más significativa fue la vuelta de Jeison Murillo tras sus compromisos internacionales con la selección colombiana, estando en todo momento con el grupo. Las bajas fueron las mismas que se produjeron en el día de ayer. Adrián Colunga y Rubén Pérez estuvieron en instalaciones interiores recuperándose de sus dolencias en el sóleo y el pie, respectivamente.
Emanuel Insúa sí estuvo ejercitándose pero en solitario, haciendo una preparación específica.
El preparador físico Aurelio Ruiz se hizo cargo del inicio de la sesión con un calentamiento general global. Posteriormente los tres porteros Roberto, Oier y Stole se unieron con Iñaki García, el preparador de guardametas. El resto de la plantilla se dividió en tres grupos trabajando un aspecto mixto, físico por grupos musculares y la coordinación de pases de balón.
Un circuito en todo el campo, con combinaciones de juego, entradas por banda y centros a los delanteros, las cuales estaban defendidas por un central y acababan con definición de remates. Se ejercitaba el aspecto táctico con la resistencia y marcado por un tiempo determinado.
A la finalización de este planteamiento se refrescaron ya que la temperatura era bastante alta en las instalaciones armilleras. En ese momento el central Murillo se unió al trabajo específico con el argentino Insúa y tras una hora de entreno se marchó al gimnasio a seguir su preparación.
El resto del grupo se dividió en tres bloques ensayando la posesión de bola con la presión a la primera línea de pase siempre con objetivos. Abel Resino se mostró muy exigente pidiendo intensidad y concentración en todo momento.
La plantilla de nuevo se estructuró en tres grupos y realizaron mini partidos seis contra seis. La presión continua y los lanzamientos a portería constantes fueron las premisas de los técnicos. La competitividad era manifiesta en todas las piezas queriendo hacerse un lugar en el posible once.
La descarga con estiramientos fue el colofón a una sesión de miércoles previa al compromiso ante el Real Madrid que tuvo una duración de una hora y media.