El faquirismo, la magia sin trucos que sobrecogió al Teatro Isabel la Católica
La Gala Internacional de Magia del Hocus Pocus trajo a Granada el ilusionismo y la magia de Ted Kim, Nuel Galán, Tony Chapek y Raúl Alegría | El poder de la autogestión lo puso sobre el escenario Fakir Testa
El escenario del Teatro Isabel la Católica se llenó anoche de un combo de luz, color, proyección, ilusionismo, faquirismo, música y todas las vertientes que caben dentro de la chistera de la magia.
Con dos pases, uno a las 19h y otro a las 22h, la Gala Internacional de Magia, una de las más esperadas dentro del Festival Hocus Pocus, hizo vibrar a un público que no paró de reír, asombrarse y aplaudir con cada puesta en escena y con el virtuosismo de los magos invitados.
El espectáculo de magia, presentado por el Mago Migue y Alberto de Paz, arrancó con la actuación de Raúl Alegría y su Magic Láser. Sobre una plataforma, vestido de astronauta, Alegría sorprendió a los asistentes con su puntero de luz, que dirigía a su antojo en todas las direcciones y lo duplicaba las veces que quisiese, acariciando con él las caras de los asistentes.
Noel Galán fue el siguiente profesional de la magia que el telón del teatro hizo aparecer. Galán, al ritmo frenético de la música, hacia aparecer y desaparecer discos de sus manos en cuestión de milésimas de segundo. Entre el público se escuchaba "¿cómo lo hace?", y es que nadie se explicaba cómo, de la nada, aparecían en sus manos dos, tres e, incluso, cuatro discos.
Este año, el XVI Festival Hocus Pocus ha girado en torno al cine, y Alberto de Paz fue el encargado de ponerlo anoche en valor. Con la colaboración del público, en el Teatro Isabel la Católica se fusionaron, merced de sus manos sobre el piano, grandes bandas sonoras de películas.
Después de este momento en el que niños, y no tan niños, viajaron por las notas musicales de sus películas favoritas, subió al escenario un 'reincidente' del Festival Tony Chapek, desde EEUU, que hizo magia con un televisor. Nadie allí se explicaba cómo un pañuelo que él sostenía en sus manos podía aparecer al otro lado de la pantalla.
Incrédulos también se quedaron cuatro personas del público cuando se desplegó el cartel de una película, en el que aparecían el título del largometraje y los nombres de un actor y actriz que, previamente, amén del azar, habían escogido.
La Gala continuó con una actuación del milenario arte del faquirismo, nunca antes visto en el Hocus Pocus. Fakir Testa hizo sufrir al público cuando una bola de fuego recorría sus brazos y pies sin quemarse, o cuando subió una escalera cuyos escalones eran sables bien afilados. El público quitó la vista del escenario cuando levantó 'con sus ojos' una bombona de butano. Sin trucos. Es el poder de la autogestión y la concentración.
La Gala llegaba al final con la actuación del coreano Ted Kim, un innovador ilusionista que logró otra forma de hacer magia con una sincronización perfecta entre la proyección de luces e imagen en su cuerpo y en otros objetos que desplegó en el escenario.
Hoy, el Hocus Pocus llega a su fin con otra de las grandes disciplinas: la magia de cerca. Será con cuatro grandes profesionales en el Teatro Alhambra, a partir de las 19.00 horas: Luis Otero (Venezuela), Shoot Ogawa (Japón), Mahdi Gilbert (Canadá) y Pipo Villanueva (España).