El Festival 'Lorca y Granada' recupera las cifras de asistencia anteriores a la pandemia

El espectáculo ha contado en sus treinta funciones con más de 27.000 espectadores, incrementando en un 39 por ciento respecto al año pasado

espectaculo jondo
Espectáculo 'Jondo' | Foto: Gabinete
Europa Press
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La 21 edición del Festival 'Lorca y Granada en los Jardines del Generalife', celebrado del 19 de julio al 27 de agosto, ha recuperado las cifras de asistencia anteriores a la pandemia con más de 27.000 espectadores en sus treinta funciones para disfrutar del espectáculo 'Jondo. Del primer llanto, del primer beso', producido por Eduardo Guerrero y SEDA.

El programa cultural, organizado por la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte a través de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y el Patronato de la Alhambra y el Generalife, se ha convertido, un verano más, en uno de los grandes atractivos culturales y turísticos de Granada y Andalucía, según ha indicado la Junta este martes en una nota de prensa.

"Desde el Gobierno andaluz celebramos que la cultura recupere la normalidad y que el público se reencuentre con programas, espacios y propuestas culturales", ha apuntado el consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, quien ha señalado, a su vez, que "los excelentes datos de aforo de 'Lorca y Granada' hablan de la utilidad del programa para acercar al gran público disciplinas como la danza contemporánea, pilar esencial de 'Jondo. Del primer llanto, del primer beso', la propuesta artística de esta vigésimo primera edición".

Así, el festival, según ha explicado Bernal, ha obtenido "un incremento en el número de espectadores superior al cien por cien en relación con la edición de 2020, año más duro de la pandemia, y del 39 por ciento sobre la de 2021, cuando ambas ediciones tuvieron el 50% del aforo disponible".

'Jondo', el montaje de flamenco y danza contemporánea protagonista de esta edición de 'Lorca y Granada', ha vendido 11.000 entradas de grupo y ha recibido reservas desde cinco de las ocho provincias andaluzas, concretamente de Almería, Jaén, Málaga, Cádiz y Granada.

Con respecto a la venta anticipada, que en esta ocasión se ha extendido durante todo el festival, se han expedido 6.000 entradas. Además, se ha superado el millar de asistentes en 15 funciones y más de 120 profesionales se han acreditado en el certamen.

Por segundo año consecutivo, el Festival 'Lorca y Granada en los Jardines del Generalife' ha desarrollado un programa piloto de encuentros socio-pedagógicos y culturales por una cultura accesible e inclusiva destinada a grupos de personas con diversidad funcional o en riesgo de exclusión social.

En total, han sido 160 personas pertenecientes a nueve asociaciones las que cada jueves o sábado han pasado por el teatro alhambreño para acercarse, en muchos casos por primera vez, a un espectáculo como 'Jondo. Del primer llanto, del primer beso' o al propio espacio escénico del monumento nazarí.

Enrique Gámez, coordinador del festival y de esta iniciativa social, se ha mostrado "muy satisfecho de la aceptación que tiene entre las organizaciones sociales y de la respuesta de la propia compañía de 'Jondo' que se ha volcado con los asistentes".

En esta edición han pasado por el Teatro del Generalife las asociaciones de Sordos de Granada y Provincia, Calor y Café, SuperarT, Ad Hoc Baza, Almanjáyar en Familia, Compañía Vinculados, Arte Diverso y Visible, de Universitarios con Necesidades Educativas Especiales y Fundación Escuela de Solidaridad.

El espectáculo, producido por SEDA y Eduardo Guerrero, que homenajea el centenario del Concurso del Cante Jondo, se define como una historia de amor que ha contado con grandes artistas invitadas como Carmen Linares y Pasión Vega, la dirección de Sharon Fridman y la dramaturgia de Triana Lorite.

Ésta última seleccionó los cinco personajes de la obra dramatúrgica de Federico García Lorca, amantes sin ser amados: Rosita, Don Perlimplín, Mariana, Adela y El Director, que han cantado y bailado cada noche por el escenario del Teatro del Generalife. Todos con "un punto frágil en común: el desamor en el jondo como antídoto de una inexistencia, como una extraña religión humanista que venera a la humanidad y al arte porque expresa lo más profundo, el grito desgarrador que pone en valor las relaciones humanas".